Del 11 al 15 de septiembre de 2024 viajamos a Venecia para ver la ciudad y sus alrededores, además de otras ciudades cercanas. Se trataba de un viaje organizado, lo que nos supuso intentar ver demasiadas cosas en poco tiempo. La sensación es de no haber disfrutado del todo. No obstante, había muchas cosas interesantes y bonitas, así que pasemos a detallar las que más me gustaron antes de que se me olviden.
3. Puentes de Venecia. En Venecia puede que haya 420 puentes, 412 o 350, depende quién te lo diga. El caso es que son muchos, grandes, pequeños y medianos, que atraviesan el gran canal y los pequeños canales. El más bonito sin duda es el puente de Rialto, que es muy distinto al resto, pues está lleno de tiendas. Si tienes suerte y empujas un poco, te podrás hacer una foto con el canal de fondo. El puente de los suspiros, junto a la Plaza de San Marcos, es un pequeño puente cubierto, blanco y barroco, que cruza de un edificio a otro. Se hizo famoso en el siglo XIX por la leyenda de que se oían los suspiros de los presos que lo transitaban. Otro puente famoso, por lo controvertido, es el de Calatrava, que cruza el gran canal y que parece un pegote moderno en un lugar renacentista. Además, nos dijeron que cuando llueve resbala. Hay muchos otros puentes y puentecillos. La mayoría muy curiosos por su forma, su tipo de construcción o sus vistas de los canales.
5. Burano. Otra isla cercana a Venecia, caracterizada porque las casas son de colores. La leyenda dice que los pescadores las pintaban así para encontrarlas entre la niebla. En la actualidad todos los habitantes de Burano tienen la obligación de pintarlas cada poco tiempo, lo que es un gran reclamo para los turistas. Cualquier rincón de la isla es precioso. Yo recomendaría pasear con tranquilidad mirando las casas y entrando en las tiendecitas. También se puede ver una iglesia con el campanario inclinado. Eso sí, ten cuidado porque te puedes perder. Todas las calles parecen iguales y es fácil desorientarse, aunque la isla es pequeña. Si tienes que volver al barco no apures mucho, por si acaso.
6. Verona. A menos de cien kilómetros de Venecia merece la pena la visita a esta ciudad, nombrada patrimonio de la humanidad. En ella es imprescindible ver el anfiteatro romano, llamado Arena, y la enorme plaza Bra en la que se ubica. Desde allí puedes pasear por la Vía Mazzini, la principal calle comercial de Verona, y llegar hasta la Piazza delle Erbe, en cuyos puestos podrás comprar recuerdos. También es obligado pasear junto al río Adigio. Tratándose de la cuna de los más famosos amantes de la ficción, hay que visitar, por supuesto, la casa de Julieta, que nosotros encontramos repletísima de turistas. La de Romeo también existe, pero no es visitable. Además, vayas por donde vayas, y si tienes un buen guía, te señalará todos los bellos edificios históricos que salpican la ciudad, y que abarcan desde la época romana a la renacentista. Ejemplos de ello son la catedral, el puente de piedra, el castillo de San Pietro, las recargadas tumbas de Scaligeri, así como los numerosos palacios. Es bastante recomendable el restaurante San Matero Church, que se encuentra en el local de una antigua iglesia.
7. Padua. Esta ciudad es famosa por la basílica de San Antonio de Padua, quien, naturalmente, no era de Padua. La iglesia, una de las más grandes del mundo, es espectacular por dentro. Yo recomiendo fijarse en los frescos. Las reliquias de San Antonio son también curiosas de ver. Además de la basílica, visitamos la Piazza delle Erbe, donde se encuentra el Pallazo della Regione, del que dicen que tiene la sala sin columnas más grande de Europa, y cuya fachada es muy interesante. Merece la pena visitar también la enorme plaza denominada Prato della Valle, con su jardín central lleno de estatuas y el canal que lo rodea. Multitud de palacios salpican la ciudad, entre los que destaco el Palazzo Moroni, sede del Ayuntamiento, o la Loggia del Consiglio.