Del 11 al 15 de septiembre de 2024 viajamos a Venecia para ver la ciudad y sus alrededores, además de otras ciudades cercanas. Se trataba de un viaje organizado, lo que nos supuso intentar ver demasiadas cosas en poco tiempo. La sensación es de no haber disfrutado del todo. No obstante, había muchas cosas interesantes y bonitas, así que pasemos a detallar las que más me gustaron antes de que se me olviden.
1. Plaza de San Marcos. Esta es la única plaza de Venecia, porque todas las demás se llaman "campo". Es famosa en el mundo entero. Dentro de la plaza principal encontramos en uno de sus cuatro laterales la Basílica con su campanario separado. Los otros tres laterales los ocupan soportales llenos de tiendas, muchas de ellas de lujo, y de cafés, también bastante lujosos. Nos sentamos en un par de cafés para tomar algo. A pesar de los precios, creo que no merece la pena escatimar unas decenas de euros. En varios de los establecimientos hay pequeñas orquestas o pianistas tocando melodías de ayer y hoy. Cuidado con las gaviotas. Se nos ocurrió sacar los cacahuetes pelados de su recipiente y ponerlos sobre la mesa y se lio una buena. Junto a la plaza hay otra algo más pequeña, ocupada en un lateral por el Palacio Ducal y que da al mar. Allí se encuentra también el pilar con el león de San Marcos. Cuando visitamos esta plaza la vimos parcialmente inundada por las lluvias de los días anteriores. Una estampa bastante común, por lo que cuentan.
2. Cannaregio. La parte más turística de Venecia se encuentra en los barrios de San Marco y San Polo. Allí está todo lleno de tiendas y las estrechas calles están abarrotadas de turistas. Una opción para no agobiarte tanto es visitar el barrio de Cannaregio. Hay menos gente y la arquitectura es similar. No digo que no encuentres gente ni tiendas, pero hay menos. Además, ahí es donde suelen vivir los venecianos. En nuestro paseo por este "sestiere" encontramos hasta niños jugando en las plazas. Dentro de Cannaregio es interesante visitar el gueto judío. La curiosidad es que aquí se inventó la palabra gueto, pues getto se llamaba esta parte de la ciudad cuando en ella confinaron a los judíos en el siglo XVI. Desde aquí la palabra emigró al resto del mundo.
3. Puentes de Venecia. En Venecia puede que haya 420 puentes, 412 o 350, depende quién te lo diga. El caso es que son muchos, grandes, pequeños y medianos, que atraviesan el gran canal y los pequeños canales. El más bonito sin duda es el puente de Rialto, que es muy distinto al resto, pues está lleno de tiendas. Si tienes suerte y empujas un poco, te podrás hacer una foto con el canal de fondo. El puente de los suspiros, junto a la Plaza de San Marcos, es un pequeño puente cubierto, blanco y barroco, que cruza de un edificio a otro. Se hizo famoso en el siglo XIX por la leyenda de que se oían los suspiros de los presos que lo transitaban. Otro puente famoso, por lo controvertido, es el de Calatrava, que cruza el gran canal y que parece un pegote moderno en un lugar renacentista. Además, nos dijeron que cuando llueve resbala. Hay muchos otros puentes y puentecillos. La mayoría muy curiosos por su forma, su tipo de construcción o sus vistas de los canales.
4. Murano. Cerca de Venecia se encuentra la isla de Murano, famosa en el mundo entero por su vidrio soplado. Allí entramos en una fábrica de vidrio donde nos hicieron una pequeña exhibición y luego nos llevaron a la tienda de la fábrica para comprar algunos recuerdos. Bastante caros. Después nos enteramos, por nuestros compañeros de viaje, que lo que vendían en esa tienda era de poca calidad, comparable a la de cualquier otro comercio de la isla o de la ciudad. Así que hicimos bien en no comprar nada y decidirnos por comprar cristal en otros establecimientos. El cristal de Murano es muy bonito y característico, pero esta isla no nos ofreció ningún atractivo.
5. Burano. Otra isla cercana a Venecia, caracterizada porque las casas son de colores. La leyenda dice que los pescadores las pintaban así para encontrarlas entre la niebla. En la actualidad todos los habitantes de Burano tienen la obligación de pintarlas cada poco tiempo, lo que es un gran reclamo para los turistas. Cualquier rincón de la isla es precioso. Yo recomendaría pasear con tranquilidad mirando las casas y entrando en las tiendecitas. También se puede ver una iglesia con el campanario inclinado. Eso sí, ten cuidado porque te puedes perder. Todas las calles parecen iguales y es fácil desorientarse, aunque la isla es pequeña. Si tienes que volver al barco no apures mucho, por si acaso.
6. Verona. A menos de cien kilómetros de Venecia merece la pena la visita a esta ciudad, nombrada patrimonio de la humanidad. En ella es imprescindible ver el anfiteatro romano, llamado Arena, y la enorme plaza Bra en la que se ubica. Desde allí puedes pasear por la Vía Mazzini, la principal calle comercial de Verona, y llegar hasta la Piazza delle Erbe, en cuyos puestos podrás comprar recuerdos. También es obligado pasear junto al río Adigio. Tratándose de la cuna de los más famosos amantes de la ficción, hay que visitar, por supuesto, la casa de Julieta, que nosotros encontramos repletísima de turistas. La de Romeo también existe, pero no es visitable. Además, vayas por donde vayas, y si tienes un buen guía, te señalará todos los bellos edificios históricos que salpican la ciudad, y que abarcan desde la época romana a la renacentista. Ejemplos de ello son la catedral, el puente de piedra, el castillo de San Pietro, las recargadas tumbas de Scaligeri, así como los numerosos palacios. Es bastante recomendable el restaurante San Matero Church, que se encuentra en el local de una antigua iglesia.
7. Padua. Esta ciudad es famosa por la basílica de San Antonio de Padua, quien, naturalmente, no era de Padua. La iglesia, una de las más grandes del mundo, es espectacular por dentro. Yo recomiendo fijarse en los frescos. Las reliquias de San Antonio son también curiosas de ver. Además de la basílica, visitamos la Piazza delle Erbe, donde se encuentra el Pallazo della Regione, del que dicen que tiene la sala sin columnas más grande de Europa, y cuya fachada es muy interesante. Merece la pena visitar también la enorme plaza denominada Prato della Valle, con su jardín central lleno de estatuas y el canal que lo rodea. Multitud de palacios salpican la ciudad, entre los que destaco el Palazzo Moroni, sede del Ayuntamiento, o la Loggia del Consiglio.