martes, 3 de marzo de 2015

Siete lugares de Villaviciosa de Odón

El sábado 28 de febrero de 2015, aprovechando que en Villaviciosa de Odón se celebraba la feria de la tapa, nos acercamos hasta esa localidad. Estos son los sitios donde estuvimos, someramente comentados:

1. Los primero que vimos fue el Ayuntamiento. Una construcción del siglo XIX de estilo castellano, enjalbegada en blanco, con cubierta de tejas en dos aguas, que se mimetiza con el resto de casas de la misma época que salpican las calles del centro histórico de Villaviciosa. En la misma Plaza de la Constitución, muy coquetuela, otra serie de edificios parecidos albergan varias dependencias municipales.

2. Tras diez minutos de paseo en cuesta, se llega al Castillo. Del siglo XVI y construido en granito, tiene planta cuadrangular y cuatro torres (tres de ellas cilíndricas y una en forma de prisma). No se puede visitar (salvo en ciertos momentos del año o solicitando una visita guiada) porque actualmente sirve como archivo del Ejército del Aire. En verano se celebran conciertos de música clásica en el patio.

3. Junto al Castillo se encuentra el Parque del Castillo, y el Jardín Histórico. El parque es un espacio bien diseñado, con un estanque central en el que viven numerosas especies de aves acuáticas. Sin embargo no encontramos el Jardín Histórico, ubicado al otro lado del Castillo, porque está muy mal señalizado. Equivocadamente pensamos que el Parque era el Jardín Histórico. También junto al Castillo hay una bonita fuente, la de los tres caños.

4. En la misma zona del Castillo, y tras otro agradable paseo, se puede ver la Casa Palacio Manuel Godoy. Edificio del siglo XVIII, enfoscado de blanco, con zócalos y cornisas de granito y cubierta de teja, es una casona simétrica. En su interior se encuentra el Café del Infante, muy acogedor, aunque sus empleados deberían ser más amables. Lo mejor es la terraza trasera, donde en verano se puede cenar, y que tiene vistas a unos magníficos jardines. Según nos explicó la encargada, habilitan también una zona chill out para las noches del estío. Allí tomamos una cerveza y la tapa que sugerían: huevos camperos fritos sobre pisto con virutas de trufa. Como además te ponen un buen aperitivo con la cerveza (revuelto de patatas y huevo), el tentempié resultó vigorizante, aunque no barato.

5. Frente a la Casa de Godoy podemos encontrar la Iglesia de San Pedro, que no tiene nada especial que reseñar, salvo que en el lateral de la nave central, y por la parte exterior, hay pintadas al fresco imágenes de santos y vírgenes.

6. Volviendo al centro del pueblo, en la calle Nueva, nos topamos con la marisquería Costimar, que pertenece a una cadena. El local está decorado con gusto y tiene el ambiente típico madrileño de tomar el aperitivo. Se encontraba lleno, pero sin agobios, y nos atendieron rápidamente, porque tienen suficiente personal. En la parte de arriba está la zona de restaurante. La carta parece asequible. Pedimos unas navajas que tardaron una eternidad en venir, aunque, entretanto, nos pusieron una pequeña tapa. Las navajas tenían algo de tierra pero estaban buenas. A pesar de todo nos quedaron ganas de volver.

7. La calle más ambientada del pueblo es la Calle Carretas. Está llena de bares donde puedes tomar el aperitivo. A las dos de la tarde de un sábado que hacía sol, la puerta de todos ellos estaba ocupada por jóvenes, mayores y familias con niños de pantaloncito corto y niñas con lazos en el pelo y en el vestido. Festivo y un poco pijo, aunque a los vecinos que viven en los pisos de arriba seguro que no les hace gracia tanta terraza.

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