miércoles, 8 de febrero de 2017

Nostalgia. Happy days

Soñé que paseaba por el centro del pueblo, por la calle que va de la Plaza de la Iglesia a la Plaza del Ayuntamiento.

Iba contigo, pero ambos teníamos más de cincuenta años y caminábamos cogidos del brazo, al estilo dominguero de las parejas de los años sesenta del siglo XX.

De repente, en la calle entró un camión enorme, de los que llevan coches en dos pisos. Pero en lugar de automóviles portaba unas tazas enormes, algunas verdes, otras color crema. Sí, esas en las que te metes y das vueltas en las atracciones de feria. Entonces recordé que al día siguiente comenzaban las fiestas del pueblo.

El estruendo del camión era tan grande que, por un minuto, la calle bulliciosa pareció quedar en silencio. Pero nada más pasar el trailer, decenas de niños que, también vestidos de domingo, paseaban por ella, gritaron al unísono, como si hubiesen recibido una orden conjunta, ¡bieeeeen!.

Entonces comencé a llorar desconsoladamente. Porque recordé aquellos lejanos días en los que llevaba a nuestros hijos a la feria y les decía: "Niños, solo podéis montar en tres cosas, así que pensadlo bien". Después se montaban en todo lo que querían. Sí, lloré porque en ese preciso instante caí en la cuenta de que aquellos tiempos nunca volverán. ¿Te das cuenta? NUNCA VOLVERÁN.

Desde entonces me gusta recordar la vez que estaba triste y me metí en tu cama. Y tú me cantaste con un hilillo de voz aquella canción sobre los días felices que volvían para quedarse. Y cada vez que recuerdo intento cubrir un espacio vacío en mi álbum de días felices. Como la tarde en tu porche bebiendo cerveza y charlando con aquellos dos tipos calvos de las chupas de cuero. O los días en la playa que los cuatro dedicábamos a jugar al Guillermo's Tournament. O la noche que los tres pasamos hablando, y en la que decidimos convertir El Caballero Duelista en un musical.

Aunque algunas veces me siento más calentito con los recuerdos, lo más habitual es que note como se me hace otro agujerito en la telilla del alma.

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