Es un hombre hecho a sí mismo,
es un tipo muy viril,
tiene una lavandería,
he's the juror number three.
Es un pequeño empresario,
sigue siempre su camino,
no dialoga, sí pelea,
emplea el miedo y el grito.
A este nadie lo intimida,
siempre listo a discutir,
sabe usar una navaja,
así logra persuadir.
Tiene sólidos principios,
es un gran trabajador,
si Dios empleó siete días,
el habría tardado dos.
Cuando su hijo era pequeño
escapó de una pelea,
a este padre le dolió
y pensó que era una nena.
Cuando el joven tenía quince,
golpeó a su padre en la cara,
desde entonces no se hablan
y eso le duele en el alma.
Piensa que no fue un buen padre,
y su triste frustración
la proyecta en los chavales,
odia a esa generación.
Culpa a los chicos podridos
de los problemas del mundo,
maldice a todos los hijos,
de buen árbol, malos frutos.
El joven negro acusado
es de la edad de su hijo,
Tres ya sabe que es culpable,
no necesita más juicios.
Sin embargo el número ocho
lo considera inocente,
y eso lo saca de quicio
porque es algo que no entiende.
Él querría ser el verdugo
y ocho lo acusa de sádico,
no aguantaba a aquel listillo
¡te mataré! gritó airado.
Ahora se ha quedado solo,
todos hablan de inocencia,
que pandilla de nenazas,
le hacen perder la paciencia.
Finalmente ha claudicado
y acepta que es inocente,
se aviene a ser razonable
y número ocho lo entiende.
Es un hombre hecho a sí mismo,
es un tipo muy viril,
algo ha cambiado en su vida,
he's the juror number three.
es un tipo muy viril,
tiene una lavandería,
he's the juror number three.
Es un pequeño empresario,
sigue siempre su camino,
no dialoga, sí pelea,
emplea el miedo y el grito.
A este nadie lo intimida,
siempre listo a discutir,
sabe usar una navaja,
así logra persuadir.
Tiene sólidos principios,
es un gran trabajador,
si Dios empleó siete días,
el habría tardado dos.
Cuando su hijo era pequeño
escapó de una pelea,
a este padre le dolió
y pensó que era una nena.
Cuando el joven tenía quince,
golpeó a su padre en la cara,
desde entonces no se hablan
y eso le duele en el alma.
Piensa que no fue un buen padre,
y su triste frustración
la proyecta en los chavales,
odia a esa generación.
Culpa a los chicos podridos
de los problemas del mundo,
maldice a todos los hijos,
de buen árbol, malos frutos.
El joven negro acusado
es de la edad de su hijo,
Tres ya sabe que es culpable,
no necesita más juicios.
Sin embargo el número ocho
lo considera inocente,
y eso lo saca de quicio
porque es algo que no entiende.
Él querría ser el verdugo
y ocho lo acusa de sádico,
no aguantaba a aquel listillo
¡te mataré! gritó airado.
Ahora se ha quedado solo,
todos hablan de inocencia,
que pandilla de nenazas,
le hacen perder la paciencia.
Finalmente ha claudicado
y acepta que es inocente,
se aviene a ser razonable
y número ocho lo entiende.
Es un hombre hecho a sí mismo,
es un tipo muy viril,
algo ha cambiado en su vida,
he's the juror number three.
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