miércoles, 16 de agosto de 2017

Siete lugares de Noja

Noja es un lugar al que me gustar acudir a relajarme y respirar el aire del mar. Para mí es como ir al pueblo, aunque no soy de allí. Pero no solo yo lo he descubierto. En verano, y sobre todo en agosto, la afluencia de veraneantes es casi incómoda. Pero siempre merece la pena la visita. Voy a relacionar una serie de lugares de Noja que me gustan y de los que todo el mundo debería disfrutar alguna vez.
1. Playa de Trengandín. Puede ser la playa más bonita de Cantabria. Es de arena fina y dorada y mide más de tres kilómetros de largo, por lo que es muy buena para el paseo matutino, en el que te cruzarás con peregrinos, pues forma parte del Camino de Santiago. También es ancha y nunca se forman aglomeraciones de bañistas. Su característica más singular es que, cuando la marea está baja, afloran una serie de formaciones rocosas que le dan un aspecto casi lunar. Entre las rocas puedes dedicarte a la recolección de cangrejos y otras pequeñas especies marinas. Se encuentra muy cerca del centro del pueblo.
2. Playa de Ris. La otra gran playa de Noja. Mide un par de kilómetros de largo. Su arena es fina y tiene también formaciones rocosas. Es buena para practicar el surf, pero los más peques pueden disfrutar de ella, sobre todo cuando baja la marea y se forman charquitos. Siempre recordaré la primera vez que estuve allí, y lo que me sorprendieron los aromas verdes que llegan de las arboledas cercanas. En la bajamar puedes cruzar andando por ella hasta la playa del vecino pueblo de Isla.
3. Ruta de la Costa. De la playa de Ris a la de Trengandín, o viceversa, transcurre un sendero señalizado que bordea la costa. En los carteles explicativos se asegura que el paseo dura entre treinta y cuarenta minutos. Pero no tardarás menos de una hora, porque es obligatorio pararse a contemplar los excelsos paisajes que el camino ofrece. Como una playa está orientada al norte y la otra al este, la ruta traza una curva cerca de la Punta de Mesa. Rodeado de helechos, brezos, encinas, pinos o laureles, recorrerás los acantilados, verás las pequeñas dunas que se asoman a los mismos, los islotes cercanos, como el de Peña Pombera, alguna minúscula y escondida playa e incluso un búnker de artillería orientado al mar.
4. Plaza de la Villa. Si vas en verano a Noja, únicamente podrás ver la plaza tan vacía a las siete de la mañana. Es el centro neurálgico de la vida social del pueblo, pues allí se reúne todo el mundo, desde los niños que suben a los columpios a los abuelos que se sientan en los bancos. Allí podrás comer o picar algo en algunos bares verdaderamente bien llevados, como El Bon Vivant, La Vinoteca o El Café Montecarlo. Los titiriteros y los artistas callejeros también se detienen en ella para realizar sus números y pasar la gorra.
5. Palacio del Marqués de Albaicín. En el centro del Noja se encuentra este palacete construido a principios del siglo XX, que tiene un estilo arquitectónico curioso, al que llaman montañés, que a mí me parece neobarroco hecho a retales. Lo más interesante se encuentra en el jardín, que contiene árboles de muchas especies, desde la palmera canaria al castaño de indias. Cuidan además unos cuantos bonsáis, algunos de ellos muy bellos. Es un centro cultural muy importante para el pueblo, pues en su interior se suceden charlas y exposiciones. En una carpa que instalan en los jardines se celebran conciertos. Recuerdo haber asistido a uno de un cuarteto de clarinetes, pero también los hay de conjuntos corales o de otros tipos de música culta. En ese palacio puedes iniciar la ruta de las casonas de Noja, una serie de palacetes de diversos estilos que, lamentablemente, son de uso particular y no se pueden visitar por dentro.
6. Hotel Zenit-Mar. La mayoría de las veces que voy a Noja me alojo en el Hotel Zenit-Mar, que se encuentra en el Paseo de Trengandín, muy cerca de la playa del mismo nombre, pero también en pleno centro del pueblo, por lo que su ubicación es inmejorable. Es un hotel de dos estrellas, así que es sencillo pero cómodo. En la recepción son un poco secos, pero casi lo prefiero a que se muestren serviles. Tiene piscina y un parking, muy necesario en una zona de aparcamiento regulado.
7. Gofres y Crepes Nike. Y de postre, un dulce. Entre la Plaza de la Villa y la Avenida de Santander encontramos un pequeño puesto que vende los mejores gofres que he probado. Son tan buenos que en las tardes de verano debes esperar un rato haciendo cola para conseguirlos. Yo siempre los pido con chocolate y nata.

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