Una película puede ser catalogada como rara por no seguir el canon clásico de desarrollo, nudo y desenlace, por contar una historia inverosímil, truculenta, de fantasía o de ciencia ficción, o por suceder en ella hechos que superan los límites de la realidad cotidiana y de las leyes de la física. Aquí comentaré algunas películas que se encuentran en esta categoría pero que a mí me gustaron:
1. El ángel exterminador (1962) (Luis Buñuel). Las educación y los buenos modales no sirven para nada cuando se trata de sobrevivir. Esta es la conclusión más sencilla a la que llegué después de ver una película que parte de una premisa surrealista, como es que unas cuantas personas de clase acomodada se encuentran durante días encerrados en una habitación de la que, sin razón aparente, no pueden salir, pues no hay ninguna puerta que los retenga. Con el paso del tiempo, los refinados huéspedes y anfitriones se convertirán en salvajes. A partir de ahí puedes buscar todas las metáforas que quieras, pero te recomiendo que, simplemente, disfrutes del humor y de la mala leche de la película y reflexiones después sobre lo que has visto sin intentar entenderlo. A mí se me aparece Kafka. Nota de 8.
7. Saló o los 120 días de Sodoma (1975) (Pier Paolo Pasolini). De esta película he preferido no poner el tráiler, porque es muy desagradable. El que quiera que lo busque. Basada libremente en una obra del Marqués de Sade, retrata de una manera horrorosamente real las tropelías que, en la Italia fascista, unos poderosos degenerados cometen sobre un grupo de jóvenes hijos de partisanos. Las tres partes en que se divide la obra ya lo dicen todo: del sexo, de la mierda y de la sangre. La vi en 1980 en una sesión nocturna de sábado de un barrio obrero, a la que acudían matrimonios de mediana edad, que abandonaban la sala echando pestes y pidiendo la muerte del director. No sabían que ya había sido asesinado. Si quieres sufrir un rato y reflexionar sobre la maldad humana, te la recomiendo. Nota de 6,5.
3. Brazil (1985) (Terry Gilliam). La surrealista historia del oscuro burócrata perdido en un retrofuturista mundo no menos oscuro y burocrático, permite al director americano reflexionar sobre la sociedad moderna y el sueño de libertad que muchos albergamos. Se nota que el autor ha leído a Kafka y a Orwell y ha visto a Eisenstein y a Fellini, pero no copia, sino que interpreta, en una película excesiva aunque llena de matices, que permite varios visionados en los que el espectador encontrará nuevos detalles y guiños. Ten cuidado de que no te den gato por liebre, pues circula por ahí una copia no autorizada por el director, con cortes que la hacen más sencilla de ver, pero que cambian todo el sentido de la obra. Nota de 7,5.
4. Carretera perdida (1997) (David Lynch). De este director podría haber elegido también Cabeza Borradora, Terciopelo Azul o Mulholland Drive, que también son raras de narices. Pero esta me parece la más inquietante de todas porque el hombrecillo de la cara blanca da mucho miedo. Si quieres que una película te rompa la cabeza, es esta, pues viajas a la mente de un hombre, y en el viaje te vas a perder y enredar en extraños y oscuros recovecos. Pero lo importante es disfrutar del trayecto pues, como siempre en Lynch, lo más importante no es lo que cuenta, sino el universo que crea para contarlo. Nota de 7,5.
5. Memento (2000) (Christopher Nolan). El efectista director británico sorprendió a todo el mundo con una película de cine negro diferente, que trata sobre un hombre que ha perdido la memoria a corto plazo pero necesita resolver un asesinato. Contada de atrás hacia adelante, como nunca se había hecho, consigue que el espectador se sienta también desmemoriado mientras descubre poco a poco las piezas del puzle. La primera vez que la vi tuve una sensación magnífica de haber presenciado algo diferente. Las siguientes veces ya no es lo mismo, sobre todo porque te das cuenta de que te están engañando todo el rato. Pero eso mismo le pasa al protagonista. Notaza de 8.
6. Adaptation (El ladrón de orquídeas) (2002) (Spike Jonze). La historia del guionista que se encuentra estancado es precisamente brillante por su guion milimétricamente estructurado por Charlie Kaufman y su hermano gemelo Donald para que se cierre sin que se vean las juntas. Otra cosa es la manera de filmar del director que, aunque a veces tiene su gracia, satura un poco los sentidos. Disfrutarás más la película si ya has visto Cómo ser John Malkovich, porque se trata de cine dentro del cine, o metacine, o metagemelos, o lo que sea. Yo me pasé la mitad del tiempo que la vi con la boca abierta. Un 7.
7. Canino (2009) (Yorgos Lanthimos). Una áspera película que nos sumerge en el claustrofóbico universo de una familia que apenas permite a sus hijos el contacto con el mundo exterior. Incómoda en todo su metraje, no creo que esta salvajada (que a veces duele) esté realizada para el consumo de todo el mundo, pero me interesa mucho la sobreprotección en forma de totalitarismo como metáfora de la sociedad que nos acecha. Sin embargo, te sorprenderás riéndote de algunos chistes surrealistas absurdos sobre el significado de ciertas palabras, pero que no son nada inocentes. Un 7 de nota.
1. El ángel exterminador (1962) (Luis Buñuel). Las educación y los buenos modales no sirven para nada cuando se trata de sobrevivir. Esta es la conclusión más sencilla a la que llegué después de ver una película que parte de una premisa surrealista, como es que unas cuantas personas de clase acomodada se encuentran durante días encerrados en una habitación de la que, sin razón aparente, no pueden salir, pues no hay ninguna puerta que los retenga. Con el paso del tiempo, los refinados huéspedes y anfitriones se convertirán en salvajes. A partir de ahí puedes buscar todas las metáforas que quieras, pero te recomiendo que, simplemente, disfrutes del humor y de la mala leche de la película y reflexiones después sobre lo que has visto sin intentar entenderlo. A mí se me aparece Kafka. Nota de 8.
7. Saló o los 120 días de Sodoma (1975) (Pier Paolo Pasolini). De esta película he preferido no poner el tráiler, porque es muy desagradable. El que quiera que lo busque. Basada libremente en una obra del Marqués de Sade, retrata de una manera horrorosamente real las tropelías que, en la Italia fascista, unos poderosos degenerados cometen sobre un grupo de jóvenes hijos de partisanos. Las tres partes en que se divide la obra ya lo dicen todo: del sexo, de la mierda y de la sangre. La vi en 1980 en una sesión nocturna de sábado de un barrio obrero, a la que acudían matrimonios de mediana edad, que abandonaban la sala echando pestes y pidiendo la muerte del director. No sabían que ya había sido asesinado. Si quieres sufrir un rato y reflexionar sobre la maldad humana, te la recomiendo. Nota de 6,5.
3. Brazil (1985) (Terry Gilliam). La surrealista historia del oscuro burócrata perdido en un retrofuturista mundo no menos oscuro y burocrático, permite al director americano reflexionar sobre la sociedad moderna y el sueño de libertad que muchos albergamos. Se nota que el autor ha leído a Kafka y a Orwell y ha visto a Eisenstein y a Fellini, pero no copia, sino que interpreta, en una película excesiva aunque llena de matices, que permite varios visionados en los que el espectador encontrará nuevos detalles y guiños. Ten cuidado de que no te den gato por liebre, pues circula por ahí una copia no autorizada por el director, con cortes que la hacen más sencilla de ver, pero que cambian todo el sentido de la obra. Nota de 7,5.
4. Carretera perdida (1997) (David Lynch). De este director podría haber elegido también Cabeza Borradora, Terciopelo Azul o Mulholland Drive, que también son raras de narices. Pero esta me parece la más inquietante de todas porque el hombrecillo de la cara blanca da mucho miedo. Si quieres que una película te rompa la cabeza, es esta, pues viajas a la mente de un hombre, y en el viaje te vas a perder y enredar en extraños y oscuros recovecos. Pero lo importante es disfrutar del trayecto pues, como siempre en Lynch, lo más importante no es lo que cuenta, sino el universo que crea para contarlo. Nota de 7,5.
5. Memento (2000) (Christopher Nolan). El efectista director británico sorprendió a todo el mundo con una película de cine negro diferente, que trata sobre un hombre que ha perdido la memoria a corto plazo pero necesita resolver un asesinato. Contada de atrás hacia adelante, como nunca se había hecho, consigue que el espectador se sienta también desmemoriado mientras descubre poco a poco las piezas del puzle. La primera vez que la vi tuve una sensación magnífica de haber presenciado algo diferente. Las siguientes veces ya no es lo mismo, sobre todo porque te das cuenta de que te están engañando todo el rato. Pero eso mismo le pasa al protagonista. Notaza de 8.
6. Adaptation (El ladrón de orquídeas) (2002) (Spike Jonze). La historia del guionista que se encuentra estancado es precisamente brillante por su guion milimétricamente estructurado por Charlie Kaufman y su hermano gemelo Donald para que se cierre sin que se vean las juntas. Otra cosa es la manera de filmar del director que, aunque a veces tiene su gracia, satura un poco los sentidos. Disfrutarás más la película si ya has visto Cómo ser John Malkovich, porque se trata de cine dentro del cine, o metacine, o metagemelos, o lo que sea. Yo me pasé la mitad del tiempo que la vi con la boca abierta. Un 7.
7. Canino (2009) (Yorgos Lanthimos). Una áspera película que nos sumerge en el claustrofóbico universo de una familia que apenas permite a sus hijos el contacto con el mundo exterior. Incómoda en todo su metraje, no creo que esta salvajada (que a veces duele) esté realizada para el consumo de todo el mundo, pero me interesa mucho la sobreprotección en forma de totalitarismo como metáfora de la sociedad que nos acecha. Sin embargo, te sorprenderás riéndote de algunos chistes surrealistas absurdos sobre el significado de ciertas palabras, pero que no son nada inocentes. Un 7 de nota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario