En la Semana Santa de 2018, desde el 25 al 30 de Marzo, pasamos unas relajadas vacaciones en la población murciana de Águilas, que ya he visitado varias veces y me parece un sitio muy amigable. Aquí os dejo siete lugares que me gustan del pueblo natal de Don Francisco Rabal.
1. Playa de Poniente. Esta gran playa familiar se extiende un kilómetro desde la punta del Castillo hasta el puerto deportivo Juan Montiel. La playa es de arena más o menos fina y tiene cuarenta o cincuenta metros de ancho, así que es difícil que se llene. Por toda ella se extiende un paseo marítimo, pero apenas encontrarás en él tiendas de flotadores o bares para tomarte algo.
2. Playa de las Delicias. La otra gran playa de Águilas se orienta al sur y va desde el puerto hasta la Punta de la Aguilica. Está junto al centro del pueblo por lo que aquí sí hay más lugares de ocio cercanos en el paseo marítimo que la rodea, pero también encontrarás muchos bañistas, lo que puede resultar algo incómodo.
3. Playa de los Cocederos y Playa de La Carolina. A unos seis kilómetros del centro urbano, hacia el sur, se encuentran estas dos pequeñas playas contiguas, que son las más meridionales de la región de Murcia y que, junto con Calarreona y la Higuerica, forman el paraje conocido como Las Cuatro Calas. Sus aguas cristalinas y su estado semisalvaje proporcionan paz al viajero, salvo en aquellos meses en los que la afluencia de bañistas es demasiado grande.
4. Rincón del Hornillo. Efectivamente, es este un pequeño rincón del pueblo que hay que saber encontrar. A un lado, la escalinata artesanal y las estatuas, todo ello de un mosaico que recuerda a Gaudí. Al otro lado, la pequeña playa. Seguro que haces muchas fotos.
5. Centro histórico. La Plaza de España es el centro neurálgico de la ciudad, donde confluyen las principales calles. Contiene unos bellos jardines con una fuente en el centro. El Ayuntamiento y la iglesia parroquial se encuentran en este lugar. Allí puedes tomar algo en cualquiera de los bares. Desde este punto puedes visitar el puerto y subir hasta el castillo para contemplar las vistas, en un agradable paseo que debes iniciar cuando no haga demasiado calor.
6. Hotel Puerto Juan Montiel. En el extremo de la playa de Poniente se encuentra este hotel de cuatro estrellas situado junto a un pequeño puerto deportivo. Las instalaciones son buenas, aunque quizá se están quedando anticuadas, la comida esta bien y te atienden con pulcritud. Si subes al spa situado en la azotea tienes magníficas vistas desde los jacuzzis, pero últimamente hemos notado que lo tienen algo abandonado.
7. Restaurantes. Recomendaré encarecidamente El Pimiento, taberna decorada al estilo andaluz que se encuentra en dos locales enfrentados en una calle peatonal con escaleras. Hay que llegar pronto porque se llena muy rápido y no reservan. Comimos caracoles y fritada de hígado. Delicioso y muy barato. Otro día cenamos en El Faro, más elegante pero ni de lejos tan bueno, y mucho más caro. No obstante, los mejillones, el pulpo y el revuelto de setas y vieiras estaban buenos. Otro lugar donde se puede tapear es El Tiburón.
1. Playa de Poniente. Esta gran playa familiar se extiende un kilómetro desde la punta del Castillo hasta el puerto deportivo Juan Montiel. La playa es de arena más o menos fina y tiene cuarenta o cincuenta metros de ancho, así que es difícil que se llene. Por toda ella se extiende un paseo marítimo, pero apenas encontrarás en él tiendas de flotadores o bares para tomarte algo.
2. Playa de las Delicias. La otra gran playa de Águilas se orienta al sur y va desde el puerto hasta la Punta de la Aguilica. Está junto al centro del pueblo por lo que aquí sí hay más lugares de ocio cercanos en el paseo marítimo que la rodea, pero también encontrarás muchos bañistas, lo que puede resultar algo incómodo.
3. Playa de los Cocederos y Playa de La Carolina. A unos seis kilómetros del centro urbano, hacia el sur, se encuentran estas dos pequeñas playas contiguas, que son las más meridionales de la región de Murcia y que, junto con Calarreona y la Higuerica, forman el paraje conocido como Las Cuatro Calas. Sus aguas cristalinas y su estado semisalvaje proporcionan paz al viajero, salvo en aquellos meses en los que la afluencia de bañistas es demasiado grande.
4. Rincón del Hornillo. Efectivamente, es este un pequeño rincón del pueblo que hay que saber encontrar. A un lado, la escalinata artesanal y las estatuas, todo ello de un mosaico que recuerda a Gaudí. Al otro lado, la pequeña playa. Seguro que haces muchas fotos.
5. Centro histórico. La Plaza de España es el centro neurálgico de la ciudad, donde confluyen las principales calles. Contiene unos bellos jardines con una fuente en el centro. El Ayuntamiento y la iglesia parroquial se encuentran en este lugar. Allí puedes tomar algo en cualquiera de los bares. Desde este punto puedes visitar el puerto y subir hasta el castillo para contemplar las vistas, en un agradable paseo que debes iniciar cuando no haga demasiado calor.
6. Hotel Puerto Juan Montiel. En el extremo de la playa de Poniente se encuentra este hotel de cuatro estrellas situado junto a un pequeño puerto deportivo. Las instalaciones son buenas, aunque quizá se están quedando anticuadas, la comida esta bien y te atienden con pulcritud. Si subes al spa situado en la azotea tienes magníficas vistas desde los jacuzzis, pero últimamente hemos notado que lo tienen algo abandonado.
7. Restaurantes. Recomendaré encarecidamente El Pimiento, taberna decorada al estilo andaluz que se encuentra en dos locales enfrentados en una calle peatonal con escaleras. Hay que llegar pronto porque se llena muy rápido y no reservan. Comimos caracoles y fritada de hígado. Delicioso y muy barato. Otro día cenamos en El Faro, más elegante pero ni de lejos tan bueno, y mucho más caro. No obstante, los mejillones, el pulpo y el revuelto de setas y vieiras estaban buenos. Otro lugar donde se puede tapear es El Tiburón.