domingo, 2 de febrero de 2020

Siete lugares de Rascafría

Una de las excursiones que realizo casi todos los inviernos me lleva al pueblo de Rascafría, situado en un paraje bellísimo de la Sierra de Guadarrama. Os contaré algunos de los lugares que más me gustan de la pequeña localidad madrileña.
1. Puerto de Cotos. La mañana de mis excursiones serranas suele comenzar subiendo con el coche hasta el Puerto de Cotos, que separa las provincias de Madrid y Segovia. Allí puedes aparcar, dar una vuelta, hacer esquí nórdico o, simplemente, tirarte en trineo por las laderas. Desde Cotos se puede subir, en coche o a pie, a la estación de Valdesquí, situada un par de kilómetros más arriba. También desde Cotos parte un sendero de unos tres kilómetros que, en un paseo precioso, adecuado también para los niños, te lleva hasta la Laguna de Peñalara.
2. Restaurante Los Claveles. Después de una mañana de sano ejercicio al aire libre hay que reponer fuerzas. El lugar que más me gusta de Rascafría es este restaurante, que tiene una carta muy sencilla pero de muy buena calidad, basada en la caza, la carne, la verdura y las setas, además de tener unos postres caseros riquísimos. El cochinillo y el cordero son espectaculares. La morcilla y las croquetas, de lujo. También puedes comer lomo de jabalí, una carne que no se encuentra en cualquier sitio. Es obligatorio reservar, porque los fines de semana está siempre lleno de grupos de excursionistas.
3. Paseo por el río Lozoya. A pocos metros del restaurante circula, cantarín, el río Lozoya. Por ello, mi costumbre es, después de comer, pasear por su orilla y verlo saltar las rocas, rodeado por un tupido pinar, donde los niños urbanitas disfrutan y se sorprenden de las pequeñas maravillas que ofrece la naturaleza.
4. Monasterio de El Paular. Andando, andando, hacia el centro del pueblo, llegarás al Monasterio cartujo de El Paular (también puedes ir en coche). Está bonito por dentro aunque hay que pagar por visitarlo. Al otro lado de la carretera, justo enfrente, está la zona recreativa de Las Presillas, con sus piscinas naturales donde en el verano te puedes dar un baño, si el número ingente de bañistas te lo permite. En inverno es muy agradable pasear por el camino y, si eres andarín, adentrarte en el bosque finlandés, donde encontrarás abetos, chopos y abedules, además de un precioso estanque.
5. Chocolate San Lázaro. Ya anochecido apetece pasear por las tranquilas calles de Rascafría, y entrar en algunos de sus establecimientos. Uno que no debes dejar de visitar es este obrador de chocolate, en el que encontrarás una variedad ingente de preparaciones, tanto tradicionales como innovadoras, que tienen como base el cacao. Si vas antes de navidad podrás comprar turrones muy originales. El aroma que desprende ya alimenta, pero seguro que compras alguna tableta o alguna bolsita con bombones que mezclan el chocolate con frutos del bosque, frutos secos, frutas naturales, leche o licores.
6. Productos artesanales Rosario 6. Si queréis llevaros un recuerdo del pueblo, uno de los mejores lugares es esta tienda de productos artesanales, tradicionales y ecológicos, donde podréis adquirir desde licores a magdalenas, pasando por turrones, aceites, cervezas e incluso cuadros, figuritas decorativas y otros souvenirs.
7. Horno de Ana. Otra de mis tradiciones, cada vez que voy a Rascafría, es pasar por esta escondida pastelería, donde puedes comprar bollos recién horneados. La última vez que la visité, en enero de 2020, estaba cerrada. Espero que el negocio siga. Sin embargo, en el pueblo hay otras panaderías y pastelerías con buen producto. Para terminar la tarde, puedes tomar algo en cualquiera de los bares del centro del pueblo, porque en casi todos te atenderán bien, como en Casa Briscas o en El Pilón.

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