jueves, 19 de marzo de 2020

Siete nociones clave sobre el salario de eficiencia

El salario de eficiencia es la teoría de los economistas Shapiro y Stiglitz para explicar una parte del desempleo que se produce en las sociedades capitalistas. Intentaremos dar siete breves pinceladas sobre el mismo:

1. Se encuadra en el neokeynesianismo, doctrina que pretende aunar las ideas de John Maynard Keynes con otras procedentes de la escuela neoclásica, y fue dominante entre el año 1950 y el 1980, resurgiendo con cierta fuerza a partir del 2000. La idea fundamental del neokeynesianismo es que el pleno empleo en la sociedad de mercado no se consigue automáticamente (la mano invisible no funciona). Por ello, y para que la economía se comporte como los clásicos predijeron, los gobiernos deben orientar sus políticas a conseguir el pleno empleo, es decir, deben intervenir en la economía, pero sólo hasta un cierto punto.

2. Definición. El salario de eficiencia son los emolumentos por encima de la media que algunos empresarios pagan a sus empleados para conseguir que realicen un esfuerzo mayor en el trabajo. Los trabajadores que cobran un salario de eficiencia se ven estimulados a dar de sí lo máximo, para poder permanecer en una empresa que paga más que el resto. Así, la teoría afirma que salario y productividad mantienen una relación directa. En los mercados laborales en los que se pagan salarios de eficiencia no rige la ley de la oferta y la demanda.

3. Salario de reserva. Es aquél salario que se encuentra en el punto medio de equilibrio del mercado. Es el salario mínimo que está dispuesto a aceptar un trabajador de un sector determinado. Por debajo de ese punto preferirá quedarse en casa. Por encima de ese punto estamos hablando ya de un salario de eficiencia. Un trabajador que recibe un salario de reserva no pierde nada si le echan y se marcha a otra empresa. Por eso, quien tiene un salario de reserva, según esta teoría, hará el mínimo esfuerzo en su puesto de trabajo.

4. Shirking. Creo que debemos traducir este vocablo al español como "escaqueo". Una de las finalidades del salario de eficiencia es evitar precisamente que los trabajadores se escaqueen en sus puestos de trabajo. En todos los trabajos se fuma, se decía hace treinta años en las oficinas. Si un trabajador fuma mucho en el trabajo, será despedido. Si cobra un salario de eficiencia no querrá que lo echen, porque lo normal es que la siguiente empresa que lo contrate le pague menos. Entonces, procurará escaquearse poquito. O que no le pillen.

5. Rotación. La teoría del salario de eficiencia intenta también reducir la rotación de los trabajadores de una empresa. Si los empleados cobran una salario por encima de la media no buscarán otro trabajo y no habrá que contratar nueva mano de obra. Hay que tener en cuenta que cuanto mayor es la tasa de rotación de una compañía, mayores son sus costes. Si tienes empleados excelentes, querrás conservarlos. Para ello debes pagarles un salario acorde a su excelencia.

6. Otra de las dificultades que pretende soslayar el salario de eficiencia es la selección negativa, que consiste en la dificultad de las empresas para contratar a los mejores por no disponer de suficientes datos. Pero si una compañía ofrece un salario de eficiencia, muchos trabajadores ya empleados solicitarán el puesto. De esta manera, la empresa tendrá más candidatos entre los que elegir, por lo que es más probable que escoja a los mejores.

7. Otras ventajas. El salario de eficiencia es bueno para demostrar la confianza en los empleados. Algunos trabajadores que tienen que manejar material sensible o dinero deben ser recompensados por ello. El salario de eficiencia tiene también buenas consecuencias psicosociales, porque ayuda a mantener la moral alta. Incluso en países poco desarrollados ayuda a la buena nutrición de la población más desfavorecida.

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