Érase un lugar en el que se vivía con una extraordinaria placidez.
En este plácido paraíso las mujeres no podían abandonar la casa de sus padres antes de los veinticinco años, si no era para casarse y depender de sus maridos, a los que debían pedir autorización para poder trabajar. También estaba prohibido por ley que las mujeres pudieran ser jueces.
En este idílico entorno hace sesenta años que un joven llamado Miguel Delibes escribió su primera novela, La Sombra del Ciprés es Alargada, por la que obtuvo el Premio Nadal.
La novela no tiene nada que ver con la falta de libertad de la época, puesto que se centra en el universal tema de la muerte, al que ofrece una solución cristiana.
Hay que leer la novela con cuidado, para no perderse la brillante prosa, de un estilo que se va a perder pronto, devorado por la manía de contar muchas acciones en pocas líneas que observamos en la tendencia de la novela actual.
No es un libro fácil. Es un libro bueno. Te puede remover algo en tu interior. Consumir con precaución.
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