jueves, 12 de febrero de 2015

Siete procesos electorales que cambiaron la historia

Algunos procesos electorales han tenido una incidencia muy grande en la historia, por ser los primeros en algo o cambiar radicalmente la forma de comportarse políticamente de un país o de un grupo de ellos. Aquí relaciono siete que me parecen muy importantes:

1. Las Cortes de Cádiz. 1810. La elección de los Diputados a Cortes de Cádiz tiene mucho interés porque de estas cortes surgió la Constitución de 1812, que desmanteló el Antiguo Régimen y consiguió insuflar el espíritu revolucionario a las naciones europeas en las primeras décadas del siglo XIX, siendo una referencia también para el constitucionalismo hispanoamericano. Este parlamento consagró el principio de soberanía nacional, la división de poderes y el mandato representativo.

2. Elecciones municipales de 1931 en España. 12 de abril. Se convocaron tras restituir el Rey Alfonso XIII los derechos constitucionales.
Hay muchas versiones del resultado de estas elecciones, desde los que consideran que los republicanos arrasaron hasta los que dicen que perdieron de manera clara. Pero lo lógico es que me remita a los datos oficiales que he podido encontrar, publicados por el Instituto Nacional de Estadística, según los cuales (documento 23º del enlace), los republicanos obtuvieron 13.940 concejales proclamados por el artículo 29 de la Ley Electoral de 1907 (por el que, en el caso de presentarse un sólo candidato, quedaba proclamado automáticamente) y 20.428 concejales electos; monárquicos: 6.065 proclamados y 12.970 electos; socialistas: 887 proclamados y 3.926 electos; comunistas: 10 proclamados y 57 electos; otros: 6.043 proclamados y 9.155 electos; no consta: 2.859 proclamados y 4.132 electos. Resultando que la suma de concejales republicanos, socialistas y comunistas es de 39.248, obteniendo los monárquicos 19.035. La victoria de las fuerzas que se oponían a la monarquía parece clara. Podríamos suponer (es mucho suponer) que los que aparecen en las columnas "otros" y "no consta" estaban a favor de la monarquía. Si los sumamos a los monárquicos obtendríamos 41.224 concejales (un 51,23%, frente a un 48,77% de los claramente republicanos); un resultado muy igualado.
Pero, parece ser que la sensación en ese momento era que la monarquía había sido derrotada en las urnas. En las capitales de provincia, los contrarios a Alfonso XII obtenían una indudable ventaja. Lógicamente, en las capitales sólo había concejales electos (documento 7º del enlace). Según estos datos, los republicanos obtuvieron 772 concejales, los monárquicos 467, los socialistas 290, los comunistas 3 y otros 192. La suma de fuerzas contrarias a la monarquía es de 1.065 concejales (61,77%), siendo la suma de monárquicos y "otros" 659 (38,23%). La suma de concejales antimonárquicos era mayor en 40 de las 52 capitales.
Muchos pensaban en esas elecciones como un plebiscito a la monarquía. Por eso, al conocerse los resultados salieron a la calle a proclamar la república. Esa sensación de plebiscito la tuvo también el propio rey, quien, en un mensaje publicado en el ABC del día 17 decía "Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo".
Lo más importante es que, tras esas elecciones, se instauró la primera democracia completa en España, puesto que, con la república, se concedió el voto a las mujeres.

3. Elecciones federales de México. 6 de julio de 1988. Estos comicios a la presidencia del país supusieron una crisis de legitimidad del régimen, que, tras ellos, pasó de ser autoritario a estar más abierto a la pluralidad y la democracia. Se enfrentaban Carlos Salinas de Gortari, del PRI, partido que llevaba gobernando en México desde 1929, y Cuauhtémoc Cárdenas, un disidente del partido gobernante, descontento con las políticas neoliberales del presidente Miguel de la Madrid. Todo el revuelo vino del sistema informático que se usaba para el recuento de los votos, que se "cayó" o se "calló" cuando parecía que el candidato opositor tomaba ventaja. Cuando volvió a funcionar, el candidato oficialista fue designado vencedor, no sin grandes protestas por parte de de la oposición y de Cárdenas, que incluso se autoproclamó ganador de las elecciones.

4. Plebiscito nacional de Chile. 5 de octubre de 1988. Según la Constitución de 1980, tras ocho años en el cargo, la ciudadanía debía ratificar al candidato que propusieran el Jefe de las Fuerzas Armadas y el de los Carabineros que, naturalmente, fue Pinochet, quien llevaba 15 años al mando del país. Muchas dudas se cernían sobre la limpieza de la convocatoria, al realizarse en un régimen dictatorial. Pero los partidarios del "No" aprovecharon la franja de 15 minutos que tenían en la televisión pública para hacer una campaña festiva y alegre, en lugar de centrarse en las barbaridades que había perpetrado la dictadura. Esta campaña superó claramente a la más anticuada del "Sí". El espíritu festivo se instaló entre los contrarios al dictador. Sus manifestaciones se llamaron "marchas de la alegría". La implicación de la comunidad internacional, que conminó a Pinochet a reconocer los resultados, ayudó. Finalmente ganó el "No", un no positivo, que ha quedado como símbolo internacional de la democracia, instaurada en Chile desde entonces.

5. Elecciones generales en Sudáfrica. 26 a 29 de abril de 1994. El proceso que eligió al parlamento del que saldría el primer presidente negro del país que había sido abanderado del racismo y el apartheid. Los líderes blancos tuvieron que acceder a la transición hacia la democracia debido a la oposición interna y a las sanciones del exterior. Se trató de un proceso realizado manteniendo en todo momento la legalidad vigente, sin ruptura con el régimen anterior, y en el que se intentó involucrar a todos los partidos y facciones, lo que no se habría podido llevar a cabo sin el carisma y la buena voluntad del finalmente elegido, Nelson Mandela.

6. Elecciones presidenciales, Estados Unidos. Año 2000. 7 de noviembre. Los comicios se auguran apretados entre George W. Bush y Al Gore. La clave está en el estado de Florida, cuyo gobernador es el hermano de Bush. Las cadenas de televisión dan, en un principio, ganador a Gore. Pero Bush, rompiendo la tradición de no hablar en la noche electoral, salvo para reconocer la derrota, realiza una aparición ante los medios en la que no admite haber perdido. Después, y tras varios días de recuentos manuales de unas papeletas diseñadas por el demonio, y no pocas suspicacias y reclamaciones por parte de los demócratas, los tribunales proclaman vencedor al candidato republicano en el "pene" de América, como lo bautizó Homer Simpson, por unos cuantos cientos de votos. La legislatura siguiente trajo toda clase de horrores: las torres gemelas, Afganistán, las armas de destrucción masiva, la invasión de Irak. Los gastos de las guerras de Bush, que endeudaron al gigante americano, tienen mucho que ver con la actual crisis que vive el planeta.

7. Elecciones presidenciales, Estados Unidos. Año 2008. 4 de noviembre. Este proceso resultó histórico por el candidato elegido, Barack Obama, primer presidente no blanco en la historia del país. Su elección, en ese momento, fue un soplo de aire fresco en la política estadounidense y mundial, y una esperanza de futuro. Pero también la campaña electoral de Obama, con el eslogan "Yes, we can" (sí, podemos), cambió para siempre la historia de la comunicación política, y será reconocida e imitada por mucho tiempo, ya que lo convirtió en la personificación del cambio y la esperanza para millones de personas. Fue la primera que aprovechó las posibilidades de internet con acierto, lo que supuso un factor más para que muchos ciudadanos que tradicionalmente no votaban se acercasen a las urnas.