miércoles, 12 de junio de 2019

Siete nociones clave sobre el pensamiento débil de Gianni Vattimo

Vamos a detenernos en la interesante teoría del pensamiento débil, concebida por Gianni Vattimo. Intentaré definir ciertos conceptos que nos ayudarán a comprenderla, procurando, como siempre, ser conciso y no demasiado farragoso, para conseguir una visión clara, aunque somera, de las ideas del filósofo italiano:

1. Modernidad. La modernidad es el resultado de un proceso que duró siglos y que llevó desde el feudalismo a la Revolución Francesa. La aparición de nuevas tecnologías provocó una mayor riqueza general y el surgimiento de nuevas clases sociales, ideologías e instituciones que se enfrentaron entre sí. Se llega así a una época de grandes verdades, de fundamentos consistentes, de visiones del mundo concretas y seguras a través de un acontecer lineal del pensamiento, una progresiva iluminación en la que se van superando etapas y en la que lo nuevo se interpreta como lo valioso.

2. Posmodernidad. Pero el concepto de progreso muere con la muerte de la modernidad. La idea decimonónica de liberación del ser humano debe ser ya considerada imposible. La modernidad termina cuando la historia no puede ser ya considerada como algo unitario, unívoco y unidireccional, pues la sociedad occidental se da cuenta de que hay otras historias, que su modelo de racionalidad no tiene por qué ser el único y verdadero. Con la sociedad de la comunicación las minorías pueden ya tomar la palabra. La posmodernidad convierte nuestro mundo en una especie de batiburrillo informativo que ya no nos lleva hacia ese idealizado futuro justo y solidario que íbamos a construir.

3. Nihilismo. Vattimo propone, siguiendo a Nietzsche, aceptar la muerte de Dios, pero no en general, sino en nuestra cultura, lo que significa aceptar la desvalorización de los valores supremos. El hombre posmoderno ha comprendido que, al perder su fundamento metafísico, la vida ya no tiene sentido. Los nuevos valores son superfluos, pues ya no se basan en la lógica, sino en la retórica o la estética. Tratamos entonces de un nihilismo concebido no ya como una actitud pesimista, sino como un acontecimiento histórico. El nihilismo debe ser asumido como nuestra única posibilidad, no tenemos más remedio que acostumbrarnos a vivir con la nada.

4. Hermenéutica. Dentro de la filosofía, la hermenéutica se concibe actualmente como la comprensión de las acciones humanas en su contexto histórico y social, tarea harto difícil. La hermenéutica débil que propugna Vattimo es aquella en la que no llegamos a una interpretación rigurosa de la verdad de las cosas o los textos, sino sólo a una aproximación. Así, siguiendo a Heidegger, concibe la verdad como aletheia, como desvelamiento de algo que estaba oculto y ahora se muestra a la luz. Este desocultamiento sirve para descubrir que no hay realidad, que todo es máscara. Y la más difícil de quitar es la que empleamos los sujetos para presentarnos en sociedad.

5. Pensamiento débil. Con las nociones que hemos aprendido, podemos ya acercarnos a la definición del pensamiento débil. Si el pensamiento fuerte es el metafísico, tendente a establecer posturas absolutas, el pensamiento débil trata de abrirse por completo a un diálogo hermenéutico con todas las ciencias y las ideologías, para dejar que penetren en nosotros, como seres comunicacionales que somos. De esta manera conseguiremos una gran libertad para pensar y ser. Vattimo propugna el respeto, el reconocimiento y la tolerancia para con los demás, sin renunciar a nada, ni siquiera a la religión y a lo transcendente. Pero sin gritar y sin imponer. Interpretación, transversalidad, multiculturalidad, vanguardia.

6. Perdedores de la historia. Una de las ideas que más me gusta del pensamiento débil es que la filosofía debe escuchar a los débiles, pero no para sustituir las razones de la fuerza por la fuerza de las razones, es decir, una metafísica por otra. El pensamiento débil no es una filosofía universal. Es sacar a la luz la palabra inaudible de los vencidos, lo que nunca se ha dicho (ni oído, por tanto), porque la metafísica (el poder) lo ha tapado desde siempre. Pero el pensamiento débil no significa acción débil, sino que es el punto de partida del cambio radical que precisamos. Tiene la intención de disolver la filosofía de los vencedores, que aspiran a conservar el mundo tal como se encuentra actualmente.

7. Cristianismo hermenéutico. Como ejemplo del pensamiento de nuestro autor podemos acercarnos a su concepción del cristianismo. Él no comulga con el cristianismo heredado representado por el Papa, que supone una autoridad. La kénosis (vaciamiento en Dios) de Vattimo se refiere a un Dios humano y débil, cuyo propósito es el amor y el servicio al hombre a través de una religión libre de dogmas, libre de metafísica. Dios ha dejado de ser poder imperativo para convertirse en compañero y amigo del hombre. Es un Dios que no exige de nosotros, sino que se da a sí mismo. En este cristianismo sin violencia, la caridad, la convivencia y la aceptación serían los valores supremos.

domingo, 2 de junio de 2019

Desde el día en que te fuiste (coplas)

Desde el día en que te fuiste
veo tu cara en todos lados,
no sé si es que estoy muy triste
o es que sigo enamorado.

Veo tu cara en los anuncios
que llevan los autobuses.
Tiene tu cara también
la dependienta del súper.

Si voy al cine te veo,
si voy al campo te intuyo,
si voy al centro me cuesta
no verte entre los garrulos.

En las formas de las nubes,
en las piedras de la playa,
y me guiña como tú
una mancha en mi toalla.

Si voy al zoo, los monos
tienen tu cara de susto,
y el culo del elefante
es tu imagen, pero en sucio.

Cuando me acuesto, en la noche,
entre las sombras del cuarto,
veo tu cara dibujada,
la verdad es que estoy harto.

Te veo en las losas del baño
cuando estoy sentado y solo,
y si me levanto y miro
la caca tiene tu rostro.

Desde el día en que te fuiste
veo tu cara en todos lados,
creo que ya no estoy triste,
sino desequilibrado.