viernes, 9 de enero de 2015

Siete espantadas de cantantes

La espantada, referida a una persona se suele definir como el abandono repentino de una actividad, normalmente ocasionado por el miedo. La profesión de cantante es una de las más proclives a producir este tipo de comportamiento, pues el artista se presenta ante el público desnudo de todo artificio. No puede parapetarse tras un instrumento musical ni tras el disfraz que usa el actor.

A continuación relato siete espantadas que se han hecho famosas a lo largo del tiempo:

1. Antonio Aramburo. Scala de Milán, febrero de 1880. El ahora olvidado tenor aragonés, en su momento fue capaz de hacer sombra a Gayarre. De carácter excéntrico, rayano con la esquizofrenia, había estrenado "Lucía de Lammermoor" el 27 de enero junto a la cantante canadiense Emma Albani. Esta fue sustituida posteriormente por Laura Harris Zagurry, lo que no fue del agrado del público que, en plena escena de la locura, comenzó a silbarla. Molesto por los pitos, que consideraba injustos, Aramburo abandonó la representación antes de terminar. Cuenta la leyenda que cuando los empresarios fueron a su palacio a pedirle que volviese, los recibió ofreciéndoles comer migas directamente de la sartén sobre la alfombra, además de un recital de jotas con el cachirulo en la cabeza. No volvió a actuar en la Scala.

2. Hank Williams. Grand Ole Opry, agosto de 1952. Este icono del country, que elevó el estilo Honky Tonk a su máximo nivel en sólo seis años de carrera, padecía de dolores congénitos en la espalda por un tipo de espina bífida. La morfina que usaba para aliviarlos, junto con el alcohol, no le ayudaba precisamente en su carrera. Ello le condujo a multitud de incidentes desagradables. En esta ocasión no le dejaron cantar en el programa de radio de referencia para el country por encontrarse completamente ebrio.

3. Marilyn Horne. Carnegie Hall, 15 de abril de 1965. La mezzosoprano estadounidense no puede comparecer para la versión en concierto de Lucrezia Borgia. En este caso no se trata de miedo escénico, sino de una enfermedad y, aconsejada por su doctor, deja su sitio a una joven Montserrat Caballé, que tras esta interpretación se consagra como una de las grandes. Si no hubiera sido por ella, el episodio no sería recordado, pues es muy común este tipo de sustituciones entre las cantantes líricas.

4. Neil Young. Festival de Monterey, 18 de junio de 1967. El legendario cantante canadiense formaba parte en aquel entonces de Buffalo Springfield. El grupo se iba a ratificar como uno de los más importantes del momento, pero las drogas, las groupies, los enfrentamientos con Stills y un espíritu libre hacían que el autor de "Heart of gold" desapareciera durante largas temporadas o, simplemente, no se presentara a los conciertos. Algo así sucedió para que se perdiera "el verano del amor" de Monterey, y aunque fue sustituido nada menos que por David Crosby, la actuación resultó algo descafeinada.

5. Franco Bonisolli. Viena, abril de 1978. Ensayo general de Il Trovatore, Karajan a la batuta. En el aria "ah, si ben mio", el director marca un tempo que al racial tenor italiano le parece muy lento. Este intenta acelerar pero Karajan no le hace ni caso. La gente empieza a abuchear cuando a Bonisolli no le da el aire para completar las frases, y, en uno de sus arranques de furia, lanza la espada al foso (algunos dicen que al director) y abandona el escenario. Para el estreno le sustituyó un Plácido Domingo en su plenitud artística, que cosechó un gran éxito.

6. Lou Reed. Madrid, 20 de junio de 1980. Lo que fue conocido como el "Motín del Mosca" sucedió en el campo del F.C. Moscardó, en el proletario barrio de Usera. El cantante empezó tarde el concierto, quizá por la huelga de transporte o por los problemas en los accesos con la gente que se quería colar. Al cabo de unos veinte minutos de actuación un objeto le rozó la cara (tal vez una lata de cerveza vacía) y abandonó el escenario con sus músicos. Tras un buen rato de espera, los pipas comenzaron a recoger el equipo y entonces una parte del público saltó al escenario para destrozar y robar lo que pudieran. Carreras, golpes, detenciones. Otro de esos lugares en los que todo el mundo dice que estuvo.

7. Chuck Berry. Gira europea 2008. El 26 y 27 de julio, el pionero del rock iba a actuar en Estepona (Málaga) y Carracedelo (León), pero, tras su concierto de Manchester se dice que discutió con su hija porque esta le recriminó su manera de conducir, y abandonó el resto de la gira, que le iba a llevar también a Francia. De todas maneras, los conciertos que Berry ofrecía en esa gira eran penosos. Una hora de de concierto cumplimentado con mucha desgana por un octogenario. Claro que por 20 euros podías ver hacer el "duckwalk" a uno de los cinco mejores músicos de la historia del rock.

No hay comentarios: