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jueves, 12 de mayo de 2016

Mis siete capítulos preferidos de Futurama

Las aventuras de Phillip J. Fry, el pizzero que viaja mil años al futuro, donde encuentra trabajo como repartidor espacial, es una serie de culto para muchos, entre los que me encuentro. Voy a intentar recordar los siete capítulos que más me han gustado. Como veréis, son todos de las cuatro temporadas originales. Las últimas temporadas no son malas, pero no han alcanzado la categoría de clásicos que tienen las iniciales:

1. Fry y la fábrica de Slurm; Temporada 1, Episodio 13. Slurm es la bebida más famosa en el año 3000 y este episodio parodia "Charlie y la fábrica de chocolate", la famosísima novela de Roald Dahl, llevada al cine varias veces. Aquí, Fry debe encontrar un tapón dorado para poder visitar la fábrica de Slurm. Bender, su compañero y amigo robot, ayuda a encontrarlo utilizando la máquina de Rayos F de su jefe, el profesor Farnsworth. En la fábrica descubren que la bebida en realidad es el excremento de la reina de las babosas, lo que les acarrea serios problemas. Para los fans de Willy Wonka las referencias son constantes en el capítulo, como el río de Slurm, los Ompa Loompas o el guía, que es una babosa con chistera.

2. Amazonas con ganas; Temporada 3, Episodio 1. Tras una cita doble entre el inefable capitán Zapp Brannigan y su ayudante Kif con Leela y Amy, que Brannigan arruina interpretando en el karaoke una canción de los Kinks, la nave restaurante en la que viajan se estrella en el planeta Amazonia, dominado por una raza de enormes mujeres guerreras que obedecen a un ordenador feminista. Cuando Fry y Bender acuden al rescate, el ordenador libera a las chicas y condena a Brannigan, Fry y Bender a la "muerte por kiki". Un episodio muy setentero, homenaje al subgénero de películas de serie B con mujeres prehistóricas.

3. La suerte del Frylandés; Temporada 3, Episodio 4. Después de perder varias veces apostando a las carreras, Fry recuerda el trébol de siete hojas que encontró cuando era un niño y decide ir a buscarlo a Viejo Nueva York, que se encuentra en el subsuelo de Nuevo Nueva York. Mientras tanto, una serie de flashbacks nos cuentan la historia de Fry y su hermano Yancy, quien, envidioso de su suerte, le sustrajo el trébol. Cuando Fry piensa que su hermano le robó hasta el nombre para ser el primer humano en llegar a Marte, descubre, en un emotivo final, que lo hizo su sobrino, el hijo de Yancy, a quien pusieron Fry en su honor. En el episodio se hace mención a "El club de los cinco", fantástica película.

4. El planeta natal de Leela; Temporada 4, Episodio 2. En este capítulo descubrimos el origen de la capitana de la nave de Planet Express, que tiene un solo ojo y que de pequeña fue abandonada en un orfanato. Gracias a que Bender vierte residuos tóxicos en las alcantarillas, Fry y Leela entran en conflicto con los mutantes que viven en el subsuelo, para descubrir que ella no es extraterrestre, sino hija de dos de esos mutantes, que la dejaron en un orfanato con el fin de que llevara una vida normal, pero que desde la sombra han cuidado siempre de su Leela.

5. Ladrido jurásico; Temporada 4, Episodio 7. El título es un juego de palabras (Jurassic Bark/Jurassic Park),y como ya he comentado en otra entrada, se trata de un capítulo que me hace llorar. Está basado en la historia del perro Hachiko, que siguió esperando muchos años a su dueño aunque este había muerto. En este capítulo, y tras encontrar en las ruinas de su antigua pizzería el fósil de su perro Seymour, Fry desiste de reanimarlo porque vivió doce años después de que él viajara al futuro. Sin embargo, mientras escuchamos "I will wait for you" vemos a Seymour esperando a Fry en la puerta de la pizzería hasta que muere, en una escena final acongojante.

6. Donde ningún fan ha llegado antes; Temporada 4, Episodio 11. Descacharrante episodio homenaje a Star Trek y sobre todo a los trekkies, entre los que se encuentra Fry, que puede ser condenado a doce penas de muerte por intentar resucitar la serie. Resulta que en un tiempo el culto a la serie se convirtió en religión y provocó las guerras de Star Trek. Entonces la religión fue proscrita y sus protagonistas enviados a un planeta remoto. Todos menos Leonard Nimoy. Fry lo convence, y también a Leela y Bender, para ir al planeta. Cuando llegan lo encuentran dominado por una nube que es fan de la serie y con la que se enfrentarán a muerte.

7. Las manos del diablo son juguetes ociosos; Temporada 4, Episodio 18. Resultó ser el final de la primera parte de la serie. El holófono, una especie de oboe que crea imágenes, es el instrumento que Fry aprendió a tocar cuando tenía parásitos que lo hacían más inteligente. Ahora, para poder dominarlo necesita unas manos robóticas, que consigue haciendo un pacto con el Diablo Robot. Finalmente consigue enamorar a Leela, aunque tocando con sus propias y torpes manos.

martes, 7 de enero de 2014

Siete escenas que me hicieron llorar

Todo el mundo tiene una lista de las películas que le hicieron llorar. Esta es la mía particular. También me emocionan otras películas, y algunas que pretenden hacer llorar me causaron vergüenza ajena. Espero que no sea la típica lista de todo el mundo y que os aporte algo.

La música también es importante. Es una expresión artística que me toca casi siempre, y veréis que en casi todas las escenas que he elegido aparece para subrayar el sentimiento.

Prefiero llorar de alegría que de tristeza, por eso siempre me hace llorar ese momento en que la chica se pone un vestido blanco y baila con el chico. En mi lista están tres de esas películas. También hay una escena que no es de una película de cine. Aviso de que hay espoilers en casi todas.

1. My fair lady (1964). La palabra delicioso está siempre asociada a cualquier crítica de este musical. La escena que me hace llorar de emoción es esa en la que Eliza viste un vestido blanco de noche y baila con el príncipe de Transilvania mientras suena el precioso "Vals de la Embajada". El corazón se hincha de gozo.

2. Hair (1979). La escena final de Hair fue la primera que me hizo llorar en mi vida. Yo, que había sido un niño duro, al que Bambi no le afectó en absoluto, me sorprendí llorando cuando Berger, que ha entrado en el cuartel a sustituir temporalmente a su amigo Claude, quien ha salido para ver a su novia, es movilizado al Vietnam. Ver a ese tío cantando "that's me, that's me, that's me" mientras entra en el avión, e inmediatamente después la panorámica del cementerio me pilló con las defensas bajas.

3. El crack (1981). Aquí creo que soy original, porque esta película es cine negro a la española y con Alfredo Landa, pero la escena en la que aparecen los barquitos en la tele es de las que me llega. Ya te deja tocado la muerte de la niña, pero esa hora melancólica de la media tarde y la música que acompaña consiguen que se desborde el llanto retenido.

4. La bella y la bestia (1991). Romántica y elegante adaptación animada del cuento clásico; tal vez la mejor película de animación de la historia. Aquí también la chica se pone un vestido, en este caso, dorado, a juego con el palacio, y baila con el muchacho, una especie de lobo-león-jabalí. Si bien la escena es perfecta, la animación sorprendente y la lágrima me asoma en cuanto la bestia se ajusta los gemelos en lo alto de la escalera, hubiera preferido una canción sin letra, que no subrayara tanto el sentimiento. Pero me encanta.

5. Los puentes de Madison (1995). Un clásico de uno de los últimos directores clásicos. Aunque la escena en la que Robert aguanta bajo la lluvia es memorable, yo prefiero llorar en aquella en que Francesca se pone un vestido blanco y baila con él en la cocina. La música también ayuda, y es que Eastwood es además un buen músico y sabe elegir canciones que te tocan el alma.

6. Ladrido jurásico (Futurama, Temporada 4, Episodio 7) (2002). No es una película, sino una serie de animación. En concreto este capítulo contiene momentos hilarantes, como "¿Qué queremos? El perro de Fry, ¿Cuándo lo queremos? El perro de Fry". Inspirada en la historia real del perro Hachiko, que fue también llevada al cine, tiene una escena final tremenda en la que el antiguo perro de Fry, Seymour, lo espera durante años a la puerta de la pizzería mientras el protagonista está crionizado. Además, la canción "I will wait for you" ayuda a la congoja. Y sobre todo la sorpresa de encontrar semejante muestra de cariño en una serie cómica.

7. Toy Story 3 (2010). Vaya, otra película de animación. Deslumbrante, honesta y emocionante, es tan buena como las dos primeras de la saga, o mejor. La escena en la que Andy se despide de sus antiguos compañeros tras jugar por última vez con ellos te arruga la patata. "Gracias chicos" y "Adiós vaquero" son sus palabras de agradecimiento a los viejos amigos. Parece mentira que las aventuras de unos trozos de plástico te provoquen tantas emociones.