Por si pensáis afiliaros a alguna religión, aquí os dejo ciertas normas que tendréis que seguir, dependiendo de la que escojáis. Intentaré fijarme únicamente en lo que la religión oficial dice, sin hacer caso de las leyes que algunos países, escudándose en la religión, imponen a sus ciudadanos para tenerlos controlados:
1. El diezmo. Si te conviertes a la Iglesia Pentecostal, a la Iglesia Adventista, a la Metodista o a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) deberás aportar la décima parte de tus ganancias a la Iglesia.
El Antiguo Testamento (Malaquías 3:10) lo impone claramente: "Traed todos los diezmos al alfolí (granero) y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde". En el Nuevo Testamento no se especifica claramente que haya que pagar un diezmo a la Iglesia, pero se pueden hacer muchas interpretaciones de la Biblia. Alguna otra Iglesia pide también el diezmo y muchas una donación voluntaria; sobre todo, las que reciben fondos del estado.
2. Cuida tu cabello. Pensaréis, ¿qué tiene que ver el pelo con la religión? Según algunas religiones, mucho. En la Biblia se dan unas instrucciones bastante precisas sobre cómo llevar el pelo. En 1 Corintios 11:14-15: "La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello." Lo curioso es que a mí siempre me ha parecido que Jesucristo llevaba el pelo largo. Las mujeres de algunas comunidades cristianas cubren su cabello, como los menonitas (amish). El Corán dice a las creyentes que bajen la mirada y guarden su castidad, sin mostrar sus atractivos. Esto se ha interpretado en muchos casos como que una vez alcanza la mujer la edad de la menstruación, ninguna parte de su cuerpo debe ser vista, a excepción de la cara y las manos. También la religión judía considera una virtud de modestia vestir velo.
3. Cuida tu vestimenta. En la Biblia, Deuteronomio 22:5, se dice: "No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace". La discusión sobre qué es ropa de hombre y ropa de mujer puede ser infinita, porque varía mucho según las culturas. Esta discusión se ha instalado en algunas iglesias, como la adventista, por ejemplo, sobre si la mujer debe llevar pantalones. El judaísmo ortodoxo no permite a la mujer llevar pantalones, porque el espacio entre las piernas de una mujer es zona sagrada. Igualmente, las mujeres pentecostalistas y las menonitas optan por la falda.
4. El día de descanso. Los adventistas no pueden trabajar desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Ello les puede causar problemas en el trabajo, pues entran en conflicto el derecho a la libertad religiosa con el derecho del empresario a organizar su empresa. Igualmente, los judíos, que fueron los que inventaron el día de descanso semanal, copiado después por cristianos y musulmanes, deben observar, si quieren cumplir con las normas de Moisés, el sabbat, desde el atardecer del viernes hasta la aparición de tres estrellas la noche del sábado.
5. La tela de tus vestidos debe ser de un solo tipo de hilo, sin mezcla. ¿Cómo os quedáis? Pues eso lo dice la Biblia en Levítico 19:19: "Mis estatutos guardarás. No ayuntarás tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos". La Torá reproduce esa misma ley en Deuteronomio 22:12, aunque únicamente referida a lana y lino: "No vestirás tela tejida con mezcla de lana y de lino juntos". Los judíos ortodoxos cumplen estrictamente esta norma. Por ejemplo, para recibir el premio nobel de economía en 2005, a Robert Aumann le proporcionaban un traje de gala. Él pidió que lo examinaran al microscopio en Israel para ver si tenía "shatnez" (mezcla). Sí la tenía. Parece ser que un equipo de sastres tuvo que quitarle los hilos de lino. Y voy yo y me lo creo.
6. Cuida tu alimentación. El hinduismo prohíbe el consumo de carne de vaca. Tampoco se puede maltratar a estos animales, que se consideran sagrados, y a los que hay que alimentar. En realidad, como casi siempre, la religión es práctica. En un país como la India las vacas producen leche, estiércol y bueyes (para trabajar el campo), que son más necesarios que la carne.
La Torá permite a los judíos el consumo de animales terrestres que tengan pezuñas y rumien, lo que excluye cerdos, pero también conejos, ardillas, liebres, perros, caballos, camellos, etc. Tampoco un judío puede comer carne y lácteos al mismo tiempo, lo que obliga a muchas incomodidades en las cocinas judías, para cuidar de que ambos tipos de alimentos no se mezclen. Los judíos sólo pueden comer animales marinos con aletas y escamas, lo que excluye el marisco, el pulpo o el pez espada. También hay aves prohibidas para su consumo, como el faisán.
El Corán prohíbe a los musulmanes específicamente comer cerdo y beber alcohol. El resto de animales prohibidos están en la Sharia, la ley islámica. Suelen ser animales que normalmente no se comen en nuestra sociedad, como insectos, reptiles o grandes depredadores. También los musulmanes practican el Ramadán, que es un ayuno, durante un mes, desde el alba a la puesta del sol.
7. Si eres mujer debes tomar más precauciones y seguir más normas que si eres hombre. Las cartas de San Pablo son claras sobre el papel de la mujer: "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1 Timoteo 2:11-12). "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor" (Efesios 5:22). "Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación" (1 Corintios 14:35)
En el Corán (Sura 4:34), también se dan instrucciones de obediencia a las mujeres: "Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Allah ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Allah y a sus maridos..."
1. El diezmo. Si te conviertes a la Iglesia Pentecostal, a la Iglesia Adventista, a la Metodista o a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) deberás aportar la décima parte de tus ganancias a la Iglesia.
El Antiguo Testamento (Malaquías 3:10) lo impone claramente: "Traed todos los diezmos al alfolí (granero) y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde". En el Nuevo Testamento no se especifica claramente que haya que pagar un diezmo a la Iglesia, pero se pueden hacer muchas interpretaciones de la Biblia. Alguna otra Iglesia pide también el diezmo y muchas una donación voluntaria; sobre todo, las que reciben fondos del estado.
2. Cuida tu cabello. Pensaréis, ¿qué tiene que ver el pelo con la religión? Según algunas religiones, mucho. En la Biblia se dan unas instrucciones bastante precisas sobre cómo llevar el pelo. En 1 Corintios 11:14-15: "La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso dejarse crecer el cabello? Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello." Lo curioso es que a mí siempre me ha parecido que Jesucristo llevaba el pelo largo. Las mujeres de algunas comunidades cristianas cubren su cabello, como los menonitas (amish). El Corán dice a las creyentes que bajen la mirada y guarden su castidad, sin mostrar sus atractivos. Esto se ha interpretado en muchos casos como que una vez alcanza la mujer la edad de la menstruación, ninguna parte de su cuerpo debe ser vista, a excepción de la cara y las manos. También la religión judía considera una virtud de modestia vestir velo.
3. Cuida tu vestimenta. En la Biblia, Deuteronomio 22:5, se dice: "No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace". La discusión sobre qué es ropa de hombre y ropa de mujer puede ser infinita, porque varía mucho según las culturas. Esta discusión se ha instalado en algunas iglesias, como la adventista, por ejemplo, sobre si la mujer debe llevar pantalones. El judaísmo ortodoxo no permite a la mujer llevar pantalones, porque el espacio entre las piernas de una mujer es zona sagrada. Igualmente, las mujeres pentecostalistas y las menonitas optan por la falda.
4. El día de descanso. Los adventistas no pueden trabajar desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado. Ello les puede causar problemas en el trabajo, pues entran en conflicto el derecho a la libertad religiosa con el derecho del empresario a organizar su empresa. Igualmente, los judíos, que fueron los que inventaron el día de descanso semanal, copiado después por cristianos y musulmanes, deben observar, si quieren cumplir con las normas de Moisés, el sabbat, desde el atardecer del viernes hasta la aparición de tres estrellas la noche del sábado.
5. La tela de tus vestidos debe ser de un solo tipo de hilo, sin mezcla. ¿Cómo os quedáis? Pues eso lo dice la Biblia en Levítico 19:19: "Mis estatutos guardarás. No ayuntarás tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos". La Torá reproduce esa misma ley en Deuteronomio 22:12, aunque únicamente referida a lana y lino: "No vestirás tela tejida con mezcla de lana y de lino juntos". Los judíos ortodoxos cumplen estrictamente esta norma. Por ejemplo, para recibir el premio nobel de economía en 2005, a Robert Aumann le proporcionaban un traje de gala. Él pidió que lo examinaran al microscopio en Israel para ver si tenía "shatnez" (mezcla). Sí la tenía. Parece ser que un equipo de sastres tuvo que quitarle los hilos de lino. Y voy yo y me lo creo.
6. Cuida tu alimentación. El hinduismo prohíbe el consumo de carne de vaca. Tampoco se puede maltratar a estos animales, que se consideran sagrados, y a los que hay que alimentar. En realidad, como casi siempre, la religión es práctica. En un país como la India las vacas producen leche, estiércol y bueyes (para trabajar el campo), que son más necesarios que la carne.
La Torá permite a los judíos el consumo de animales terrestres que tengan pezuñas y rumien, lo que excluye cerdos, pero también conejos, ardillas, liebres, perros, caballos, camellos, etc. Tampoco un judío puede comer carne y lácteos al mismo tiempo, lo que obliga a muchas incomodidades en las cocinas judías, para cuidar de que ambos tipos de alimentos no se mezclen. Los judíos sólo pueden comer animales marinos con aletas y escamas, lo que excluye el marisco, el pulpo o el pez espada. También hay aves prohibidas para su consumo, como el faisán.
El Corán prohíbe a los musulmanes específicamente comer cerdo y beber alcohol. El resto de animales prohibidos están en la Sharia, la ley islámica. Suelen ser animales que normalmente no se comen en nuestra sociedad, como insectos, reptiles o grandes depredadores. También los musulmanes practican el Ramadán, que es un ayuno, durante un mes, desde el alba a la puesta del sol.
7. Si eres mujer debes tomar más precauciones y seguir más normas que si eres hombre. Las cartas de San Pablo son claras sobre el papel de la mujer: "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1 Timoteo 2:11-12). "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor" (Efesios 5:22). "Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación" (1 Corintios 14:35)
En el Corán (Sura 4:34), también se dan instrucciones de obediencia a las mujeres: "Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preferencia que Allah ha tenido con ellos, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Allah y a sus maridos..."
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