martes, 7 de octubre de 2014

Siete sociedades que han practicado la decapitación

La decapitación es una práctica que se ha extendido en el tiempo y en el espacio por todo el mundo. Es una manera de denigrar al enemigo, incluso después de haberlo matado, al quitarle la parte más importante de su cuerpo. Quien muere decapitado no tiene manera de encontrar el paraíso. Aunque se asegura que es una forma rápida e indolora de morir, es sumamente impactante para quien la observa. Algunas sociedades han usado la decapitación con diferentes fines:

1. Los mayas practicaron la decapitación de sus enemigos como ofrenda a sus dioses. Solían usar el hacha a tal efecto. Muchos autores relacionan el juego de pelota con estas decapitaciones, suponiendo que las cabezas cortadas de los enemigos eran utilizadas en un juego que trataba de representar la guerra. Actualmente, en el México moderno se producen decapitaciones relacionadas con la guerra del narcotráfico que vive el país.

2. En la Roma clásica, la decapitación con hacha o espada era la pena de muerte que se aplicaba a los ciudadanos romanos y a los soldados, es decir, a los miembros más altos de la sociedad. Se trataba de una forma de morir afortunada, si se la compara con los suplicios que se aplicaban a los esclavos y a los hombres libres sin ciudadanía, que eran la crucifixión, la vivicombustión y la exposición a las bestias en el anfiteatro.

3. En la China medieval, durante la dinastía T'ang (siglos VII a X), se solía decapitar a los campesinos que rehuían trabajar en las grandes obras públicas que se realizaron en el imperio. En China, contrariamente a la costumbre europea, la decapitación no está reservada a los nobles, pues los chinos consideran que arrancar cualquier parte del cuerpo de una persona es una deshonra para sus antepasados.

4. Los árabes y los otomanos decapitaban a sus enemigos muertos en batalla. Actualmente estos pueblos son de mayoría musulmana, y una de los dogmas extendidos entre ciertos creyentes es que cuando se encuentren con los enemigos en el campo de batalla les arranquen la cabeza hasta aplastarlos por completo. En la actualidad algunos grupos siguen llevando a cabo estas prácticas, difundiéndolas a todo el mundo.

5. En Corea la decapitación fue la fórmula tradicional de pena de muerte hasta que fue sustituida por la horca a finales del siglo XIX. Era corriente que, tras la ejecución, la cabeza fuera expuesta al público. En Seúl existe una "Colina de las decapitaciones", con un museo que conmemora la persecución de cristianos que se produjo en el país hacia 1800.

6. En el Japón tradicional, el harakiri era una práctica habitual entre los guerreros samurai, que cuando deshonraban su código de honor (bushido) eran condenados a suicidarse. El harakiri consistía en acuchillarse el vientre en público. Pero al ser una práctica muy desagradable de ver y que tardaba horas en causar la muerte, el samurai contaba con un ayudante que le cortaba la cabeza en un momento acordado, dando un fin más rápido al ritual.

7. Las decapitaciones tienen una larga tradición en varios países de Europa:
En la España medieval, era habitual la ejecución del condenado mediante el degüello, que consistía en un corte en el cuello realizado con un arma blanca, tras el que se dejaba desangrar al degollado. Una vez muerto se le decapitaba con el objetivo de poder mostrar la cabeza a la multitud congregada con motivo de la ejecución.
Sin duda, las decapitaciones más famosas de la historia se produjeron en Francia, a partir de finales del siglo XVIII. Los golpes con hacha o espada no siempre eran certeros y limpios, lo que a veces provocaba espectáculos ínsoportablemente repugnantes. Buscando una manera más rápida de decapitar a los condenados, el doctor Guillotin inventó la guillotina (suena a canción de La Trinca, como el barón de Bidet). Entre otros muchos, Luis XIV y María Antonieta la probaron durante la Revolución Francesa, en la época del terror de Robespierre, quien no se libró tampoco de ella. La última decapitación en Francia, antes de abolirse la pena de muerte, tuvo lugar en 1977.
En los países nórdicos, la decapitación era el medio usual de llevar a cabo la pena de muerte. Los nobles eran decapitados con una espada, y los plebeyos con un hacha.
En Alemania se empleó la decapitación mediante guillotina hasta 1966. El régimen nazi utilizó con profusión este método, guillotinando legalmente a más de 40.000 personas.