viernes, 7 de noviembre de 2008

La voz en off

Ya tenemos presidente del mundo. Y viéndolo estos días me pregunto qué habrá tras los discursos. Me gustaría ver qué hay tras las grandes palabras y las buenas intenciones, estar en la cabeza de Obama, y saber lo que piensa realmente.

Esa es la ventaja de las películas. Ayer visioné dos películas muy distintas, pero que usaban el recurso de la voz en off para dar a conocer al espectador lo que los protagonistas pensaban. El cine no es la vida. No lo será nunca. Quien diga lo contrario es un iluso. El cine es una estilización aproximada de algunos fragmentos de la vida de personajes que tampoco son personas. Ni se les parecen. Pero el cine nos puede servir para entender un poco mejor la vida. En la vida real nunca oímos los pensamientos íntimos de nuestros congéneres. Dios quiera que nunca los tengamos que oír. Si eso sucediera, sabríamos más de lo que necesitamos. No es bueno saber demasiado. Cuántos han muerto en los westerns por ese motivo.

Pero vayamos a las películas. He decidido poner nota a partir de ahora a las películas que vea. No es que me crea capaz de calificar ni de juzgar a nadie. La nota sólo servirá para que se conozca cuánto me ha gustado la película, si es que a alguien le interesa. Suponiendo que la perfección no existe, daremos a El Padrino un 9, y de ahí bajaremos hacia el resto.

La primera película que vi fue La Búsqueda, de Zhang Yimou, cuyo subtítulo es Cabalgando en solitario miles de millas, que se supone es el nombre de una ópera tradicional china. Es una de las típicas historias de Yimou, que yo llamo de "cabezonería personal", en las que un personaje se empeña en conseguir un objetivo, superando todos los obstáculos que le salen al encuentro. Me recuerda en eso a Una mujer china o Ni uno menos. Pero en este caso, el protagonista no es una mujer china, sino un japonés maduro, que quiere reconciliarse con su hijo. El majestuoso Ken Takakura interpreta al personaje principal. Y podemos escuchar sus sentimientos en diversos momentos críticos, que nos revelan la evolución de su personaje. La nota: 7,5.

La otra película se llamó en España Diario de un ejecutivo agresivo, nombre absurdo donde los haya, porque remite a una supuesta comedieta intrascendente. Sin embargo, la película tiene algo más, un poso amargo, que te incomoda en algunos momentos. El acercamiento psicológico a los personajes es acertado. Y sorprendentemente Ben Affleck está comedido y creíble. Suaviza algo ciertos toques cómicos, que no son lo más divertido de la película, en mi opinión. La voz en off es la del protagonista, que escribe un diario en el que anota sus pensamientos y frustraciones. Le pondremos un 5,5.

Pero en la gran mayoría de las películas, las voces en off no revelan los pensamientos de personas reales, que, creo yo, son mucho más oscuros y terribles en la vida real. Pensemos en ello, sin voz en off, por favor.