jueves, 21 de mayo de 2020

Siete países con renta mínima vital

Ahora que a España puede llegar un tipo de renta mínima vital para los ciudadanos más pobres, vamos a ver cómo les ha ido a otros países que la han probado. La renta mínima vital es una cantidad que se entrega a ciertas personas que cumplen determinadas condiciones (normalmente, que sean pobres). Pero ninguno de estos países ha instaurado todavía la renta básica universal, que es un modelo de seguridad social en el que todos los ciudadanos, sin condición alguna, perciben un dinero que les sirve para cubrir sus necesidades básicas.

1. Finlandia. En este país nórdico se ha probado en los últimos años un experimento socioeconómico. Se eligió a 2.000 personas desempleadas a las que se les concedió una renta básica de 560 euros mensuales durante dos años. Pasado ese período se analizaron los resultados, comparándolos con otras personas que no recibieron nada. Se concluyó que la renta básica no desincentiva el empleo, pero tampoco incrementa la posibilidad de encontrarlo. Es decir, que los perceptores buscaban y encontraban empleo en un porcentaje similar al de aquellos que no recibían nada. Eso sí, experimentaron una mejora en su calidad de vida y en su salud.

2. Canadá. La región de Ontario comenzó a probar en 2017 con 4.000 personas la implantación de una renta básica universal para personas en edad de trabajar con ingresos bajos, complementando estos hasta con 900 euros mensuales. La intención de esta medida es mejorar la seguridad alimentaria, el estrés y ansiedad, la salud mental y física, la estabilidad habitacional, la educación y formación, el empleo y la participación en el mercado de trabajo. Pero con la llegada de un gobierno conservador, el programa se suprimió, así que, además de cortar de raíz los proyectos de aquellos que percibían la renta, nos quedamos sin saber si había funcionado.

3. Kenia. Un experimento similar comenzó en una aldea de este país africano, aunque aquí sólo se entregan 22 dólares al mes. Tras los buenos resultados, se amplió a más de 20.000 personas. Hasta el momento, las conclusiones del estudio son que quienes reciben la renta la usan en comprar productos de primera necesidad y que, incluso, los perceptores compran menos tabaco y alcohol que antes. Además, desaparecen los conflictos en las aldeas, porque todos se consideran iguales.

4. Dinamarca. Este país nórdico que, como todos ellos, mantiene extensas políticas activas de empleo, también cuenta con un ingreso mínimo vital que pueden solicitar aquellas personas que han sufrido reveses en su modo de vida, como perder el trabajo, un divorcio o una enfermedad grave. Este subsidio se cuantifica en función de la edad del beneficiario, de los hijos a cargo y del estado de salud, y se mueve en una franja que va desde los 476 hasta los 2.035 euros.

5. Italia. El país transalpino ha aprobado recientemente una renta mínima vital de hasta 780 euros, en función de la renta del beneficiario. Eso sí, es requisito imprescindible para recibirla ser ciudadano italiano o haber residido en el país durante al menos diez años. Además, mientras se cobra la renta se debe buscar empleo activamente.

6. Portugal. Nuestros vecinos mantienen una renta temporal y renovable, que dura un año y se encuentra supeditada a la firma de un contrato de inserción. El receptor debe también buscar activamente empleo. Su importe depende de la renta. Como ejemplo podemos decir que un mayor de 18 años con un hijo a cargo cobra unos 300 euros.

7. Alemania. Aquí, la renta mínima vital no la concede el estado central, sino los länder, o estados federados. Este beneficio económico está ligado a la búsqueda de un trabajo, así que quienes lo reciben están obligados a seguir las instrucciones de las oficinas de empleo. Una persona que vive sola cobra 424 euros, quien vive en un piso compartido 382. Además, se perciben hasta 302 euros por hijo a cargo.

viernes, 8 de mayo de 2020

Siete razones en contra del darwinismo social

El darwinismo social es una teoría que defiende la posibilidad de aplicar a las sociedades humanas la selección natural de Darwin. Como últimamente veo que muchas personas, conociendo la teoría o no, propugnan el uso de la ley del más fuerte en nuestras sociedades, creo que puedo exponer las aseveraciones del darwinismo social que no me parecen correctas.

1. Los menos adaptados deben ser eliminados. Esta afirmación permite a la sociedad no plantear ninguna política asistencial para los más desfavorecidos. En la actualidad a ningún político se le ocurriría negar en voz alta asistencia a las personas discapacitadas físicas, psíquicas o sensoriales. Pero muchos sí se la niegan a aquellos a los que la sociedad ha expulsado del mundo productivo. Aquél que no tiene trabajo es una mierda, pues según el darwinismo social, el que quiere, puede. El que no tiene trabajo puede montar su propia empresa y, si se esfuerza mucho, triunfará. Considero que se trata de una gran falacia, pues aplica la ley de la selva a la sociedad, estigmatizando a los que fracasan.

2. Biologismo. El darwinismo social y, en general, el neoliberalismo, se basan en la transposición de las leyes de la biología a la vida de las sociedades humanas, que en último extremo llevan a supeditar la lucha de clases a la lucha de razas. Por ello, es una doctrina que coquetea con la eugenesia y el racismo. El biologismo representa al hombre como un ser puramente biológico, tratando a la propiedad privada y al individualismo como instintos humanos, en lugar de como constructos sociales.

3. Desigualdad entre las personas. Una de las bases del darwinismo social es que no todas las personas somos iguales. Con ello cuestiona claramente la democracia. Si yo soy mejor que otra persona, mi voto no tiene por qué valer lo mismo que el de esa persona. ¿Cómo medimos el valor de una persona? Si, tal como dijeron Quevedo y Machado, somos como el necio, que confunde valor y precio, mediremos a las personas por el dinero que tienen. No hay muchos más parámetros cuantitativos para comparar seres humanos. Pero una persona que ha heredado su dinero no puede valer más que otra que ha conseguido todo su dinero (aunque sea menos) a base de esfuerzo. ¿Y si usamos el nivel de estudios? Pero ya sabemos que el nivel de estudios de los ricos es siempre mayor que el de los pobres, así que esto también se mide por el dinero que tienes.

4. La inteligencia define a cada persona. Se han usado durante mucho tiempo test de inteligencia que han pretendido catalogar a las personas con un número. Este tipo de determinismo biológico es incorrecto. En primer lugar, no existe una sola inteligencia, pues está demostrado que la memoria, el razonamiento y la habilidad verbal activan diferentes áreas del cerebro. Así, existen personas con poca capacidad de razonamiento pero con una memoria brillante, o personas con grandes habilidades lingüísticas que son incapaces de resolver un problema matemático. Además, siendo la inteligencia elástica, el entorno puede restringirla o realzarla.

5. Determinismo biológico. Esta parte del darwinismo social viene a decir, de una manera reduccionista, que el comportamiento de los seres humanos está determinado en sus genes, concluyendo que el comportamiento de una sociedad está determinado por la suma de los comportamientos genéticos de todos sus individuos. La conducta se encuentra determinada en la química y en la biología. Entonces, el egocentrismo, la maldad, la competitividad malsana de los seres humanos serían aceptables e inevitables, porque se encuentran en nuestros genes. Según esta teoría, el despiadado liberalismo sería la única forma natural de las sociedades humanas. Yo creo que se ha demostrado que existen mejores sociedades. Por ejemplo, las que se instauraron en Europa en la segunda mitad del siglo XX, aún siendo liberales, tenían un punto social que intentaba no dejar a nadie atrás.

6. Conductismo. Si la conducta de los seres humanos está determinada por sus genes, el darwinismo social afirma que podríamos manipularla. Así, los expertos conductistas podrían acabar con la criminalidad, encontrando la parte del cerebro donde reside la maldad de los criminales y extirpándola. También los expertos conductistas nos podrían hacer "salivar" cuando quisieran mediante determinados estímulos, como a los perros de Pavlov. Pero, incluso los más acérrimos conductistas, reconocen que hay una parte (muy grande, según muchos científicos) del comportamiento humano que procede de las experiencias adquiridas, es decir, del entorno.

7. La mano invisible y el obrero vago. En la actualidad se está intentando extender a la sociedad la teoría económica de la mano invisible, es decir, que la sociedad funciona sola y el estado debe intervenir poquito. Es una teoría que conviene mucho a los de arriba (que no necesitan del estado para seguir siendo ricos) y poco a los de abajo (que sin el estado podrían caer fácilmente en la indigencia). Pero, claro, el darwinismo social, en su esencia, quiere criminalizar al obrero que pierde su trabajo, pues es un vago que no quiere trabajar, opuesto al emprendedor, que arriesga su dinero y su trabajo.

Creo que ha quedado clara mi postura, contraria a la de la gran filósofa Susanita (la amiga de Mafalda), que decía que los pobres, además de ser pobres, compran cosas baratas y por eso les va como les va.