lunes, 30 de octubre de 2017

Los siete países donde más personas pasan hambre

Los países donde se encuentra un número mayor de personas que pasan hambre son enormes, como India, China y Pakistán. Pero existen estados más pequeños en los que el porcentaje de la población que no tiene lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas de alimentación es mucho más alto. Usaremos las últimas cifras facilitadas por el Banco Mundial, aunque otras organizaciones dan cifras distintas, si bien parecidas, e intentaremos explicar, sin ser exhaustivos, alguna de las causas de la pobreza endémica que padece la población de estas naciones.

1. Haití. El 53% de la población de este país antillano pasa hambre. Sin duda, unos gobiernos títeres desde 1950 tienen mucha culpa de su empobrecimiento. El neoliberalismo apadrinado por Estados Unidos, tras haberlo sido por Francia y Canadá, ha propiciado la privatización de todos los servicios y la precariedad salarial. La producción agrícola también ha sido abandonada por el Estado, por lo que no ha crecido al ritmo de la población. Se ha creado así una industria del hambre, incentivada tras cada desastre natural que sacude la nación, en la que el gobierno de Estados Unidos y otras potencias compra excedentes a sus agricultores y los envía aquí, para provecho de las ONG, que crean un mercado cautivo en Haití.

2. Zambia. Un 48% de la población zambiana no tiene suficiente para comer. Es extraño que un país en el que la paz ha reinado durante más de cincuenta años se encuentre en situación de pobreza. Zambia, situada en el sur de África, obtiene la mayor parte de sus recursos de la exportación de cobre. Este es uno de los principales motivos para no haber desarrollado su agricultura, que sigue encontrándose casi en el nivel de subsistencia, a pesar de poseer una tierra fértil. En consecuencia, mucha gente ha emigrado del campo a la ciudad, donde vive un 40% de la población, los que es raro en el continente. Las personas se hacinan en los suburbios, recordando en la actualidad a los proletarios de la revolución industrial del siglo XIX en Europa.

3. República Centroafricana. El Banco Mundial calcula que un 48% de su población está hambrienta. Según algunas listas es el país más pobre del mundo. La actividad predominante ha sido la minería (uranio, oro, diamantes), a pesar de las condiciones agroecológicas favorables. Cuando la producción minera se desaceleró, la escasez de alimentos se agravó. Además, desde el "emperador" Bokassa (1965), no ha tenido estabilidad política y se han producido varios golpes de estado. El último de ellos tuvo lugar en 2013 y provocó una guerra civil entre grupos cristianos y musulmanes.

4. Namibia. Un 42% de la población de este país sudafricano pasa hambre. El SIDA ha provocado en su territorio más muertos y huérfanos que cualquier guerra. Otras enfermedades, como la diarrea y el cólera también matan, como en casi toda África. Además, el cambio climático, que provoca sequías cada vez más pronunciadas y largas, afecta sobre todo a los más débiles. En la sequía de 2013 mermó la población, la fauna doméstica y la salvaje, fuente de atractivo para el turismo, que ha ido ayudando a la minería en la obtención de ingresos. Pero la agricultura sigue siendo de subsistencia y el país está obligado a la importación de alimentos.

5. Corea del Norte. Parece ser que un 42% de la población norcoreana no tiene comida suficiente. El hambre comenzó en Corea del Norte en los años noventa, década en la que pudieron morir hasta dos millones de personas a causa de la hambruna. Se produjo como consecuencia de que el país perdió las ayudas a la agricultura que le proporcionaban China y la Unión Soviética. Las inundaciones y las sequías han continuado azotando la maltrecha economía norcoreana, a pesar de las ayudas enviadas por la ONU, en forma de maíz, patatas y arroz, y de los esfuerzos del líder socialista Kim Jong-un, quien acusa al bloqueo internacional de no poder importar los alimentos que el país no es capaz de producir.

6. Chad. Volvamos a África, al Sahel, a una nación donde el 34% de sus gentes no se puede alimentar en condiciones. Las crisis alimentarias son periódicas aquí por las lluvias impredecibles, las largas sequías o las plagas de langostas, y el descenso del precio del crudo en los últimos años las ha agravado. Desde 2003 empezaron a llegar refugiados desde la guerra de Darfur en Sudán. Después, la crisis del grupo terrorista Boko Haram en 2015 cerró las fronteras con Nigeria (principal aliado comercial) y arrastró millones de refugiados de ese país a Chad. Estos desplazados no pueden acceder a su medio natural de vida (pesca y agricultura) y dependen únicamente de la ayuda humanitaria. La situación es tan desesperada que se ha visto a personas romper hormigueros para robar el grano almacenado por los insectos.

7. Zimbabue. Acabamos en el sur de África, en una nación que sufrió el apartheid y donde el 33% de la población pasa hambre. En su tiempo, fue uno de los países más ricos del continente, aunque la riqueza estaba mal distribuida. En los años noventa, con el beneplácito del gobierno, se empezaron a ocupar las tierras propiedad de los blancos que habían dominado el país. Ello provocó la huida de capitales de Zimbabue. Las hambrunas se han cebado con las zonas rurales, donde la gente ha vendido a sus hijas o se ha comido a los babuinos. Además, el problema de los diamantes de sangre y el gobierno de Mugabe darían para escribir páginas y páginas.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Siete lugares de un viaje a la isla de Tenerife

Entre los días 11 y 18 de julio de 2017 viajamos a la isla de Tenerife. Aquí dejo escrito lo que vi y la impresión que me causó. No es una guía de viajes. Seguro que otros que visiten la isla aprovecharán mejor el tiempo y verán más cosas. Pero puede que alguien aprecie mi visión personal. Y yo la apreciaré dentro de algunos años, cuando no recuerde con claridad lo que sucedió. Como me he impuesto seleccionar únicamente siete lugares, no haré referencia a Santa Cruz de Tenerife (con su playa de Las Teresitas) ni a San Cristóbal de La Laguna, que son unas ciudades preciosas, históricas e interesantes. Tampoco hablaré Icod de los Vinos y el Drago Milenario ni de las playas de Los Cristianos y de Las Américas. Todos son sitios estupendos, en los que se puede disfrutar. Pero hoy me quiero centrar en lo que más me impresionó:
1. Puerto de la Cruz. A este pueblo, que dicen fue el primer enclave turístico de España, se accede por una carretera que tiene un túnel semiabierto al mar, con acantilados a la derecha y una vista magnífica. Nos alojamos en el hotel Orotava. Bien. Turístico y eso. Pero está muy cerca de la playa, del paseo marítimo y del Lago Martiánez, un complejo de piscinas diseñado por César Manrique. Las playas son de arena negrísima, pero que no mancha. La Avenida de Cristóbal Colón bordea la Playa Martiánez. Después se convierte en la calle de San Telmo y llegas a la playa del mismo nombre, donde no hay playa sino rocas desde las que la gente se zambulle en el agua. En ambos paseos hay multitud de tiendas y restaurantes y la animación es constante. Allí comimos en el restaurante Rancho Grande y empezamos a conocer las papas arrugás con mojo picón. Si sigues andando llegarás a la Plaza de Europa, que tiene el aspecto de una fortificación del siglo XVIII, pero que fue construida a finales del XX. Puedes contemplar un precioso mar y el día del Carmen ver una procesión marítima. Los jóvenes suelen apostarse en las pequeñas murallas y se tiran desde ahí al agua. Si sigues hacia el oeste llegarás al Castillo de San Felipe y a Playa Jardín, la mejor playa del pueblo.
2. Anaga - Taganana. El día 12 realizamos una excursión que nos llevó a La Laguna y Santa Cruz, pero que sobre todo nos introdujo en el onírico mundo del macizo de Anaga, para desembocar en las playas de Taganana. Es este un precioso y recóndito pueblo, desperdigado por las faldas de las montañas, al que llegamos para comer en la playa del Roque de las Bodegas, negra y preciosa, encerrada entre las montañas. Pero para poder alcanzarlo hay que atravesar Anaga, una reserva natural de la biosfera que contiene laurisilva, un tipo de bosque prehistórico, húmedo, oscuro y misterioso, que seguro está lleno de hadas y brujas, y en el que se posan las nubes que traen los vientos alisios. Para entrar en el macizo pasas por el mirador de la Cruz del Carmen, desde donde se contempla San Cristóbal de La Laguna en toda su extensión. Llaman la atención, una vez en el parque, los barrancos y valles profundos y las escarpadas montañas. Además, si tienes un buen guía, te enseñará a apreciar la curiosa flora endémica.
3. La Orotava. El día 13 por la mañana visitamos la villa de la Orotava, conjunto histórico artístico. El paseo por sus calles inclinadas se hace agradable. Te llevará hasta la plaza del Ayuntamiento donde, alrededor de la festividad del Corpus, se realizan sus famosas alfombras con la arena que traen del Teide. También es notable la casa de los balcones, una especie de museo tienda donde encontrarás muestras de la vida típica de los lugareños (ricos) en el siglo XVII.
4. Teide. Después de La Orotava subimos al parque nacional del Teide. Antes de llegar, y por aquello de la aclimatación a la altura, realizamos una parada en un museo/tienda del aloe vera, una planta que se está imponiendo en la isla y que tiene muchas propiedades interesantes. Seguimos subiendo y pudimos ver los numerosos tipos de rocas volcánicas que forman un paisaje árido, pero con muchas texturas y colores ocres, que van casi del blanco al negro. Realizamos la parada obligada en los Roques de García, donde paseamos un rato y fotografiamos la montaña, aunque es tan alta que se ve desde casi todos los puntos de la isla.
5. Garachico. El día 14 iniciamos temprano nuestra excursión en vehículos 4x4, con un conductor muy simpático que se sentía guanche. Estos vehículos permiten viajar por rutas orográficamente difíciles y otras sin asfaltar, lo que te produce la sensación de estar viviendo una aventura. Parada obligatoria es Garachico, ciudad costera del norte, en la que destacan las piscinas naturales "El Caletón". Es este un lugar que ha sido acondicionado para bañarse entre las rocas volcánicas, donde el agua entra gracias al oleaje y a las mareas.
6. Masca. Tras una incómoda y estrecha carretera llena de curvas, descubres el caserío de Masca (aquí llaman caserío a un conjunto de casas). Rodeado por una exhuberante vegetación tropical podrás disfrutar de uno de los paisajes más originales de la isla, con profundos barrancos y algunos miradores desde donde se puede divisar el mar entre las colinas. Antes de llegar debes parar en el Mirador de Cherfe. Si no haces cien fotos aquí es que no tienes ojos. Si te gusta el senderismo, desde el caserío podrás llegar hasta la playa caminando entre las paredes del barranco, pero necesitarás al menos tres horas y debes ir bien preparado.
7. La Gomera. El día 15 tomamos un enorme ferry que, en una hora, nos dejó en esta pequeña isla, también volcánica, que es reserva de la biosfera. En autobús subimos al parque natural de Garajonay, espléndido bosque subtropical de laurisilva. Parada obligatoria son los Roques de Agando. A mediodía, comida para turistas en un restaurante, que incluía una sorprendente demostración de silbo gomero, que es un auténtico lenguaje silbado. Y por la tarde, y pasando por el precioso pueblo de Agulo, visita a San Sebastián, donde pudimos descansar un rato en la playa, tras visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una curiosa mezcla de mudéjar, gótico y barroco.

Y para descansar de tanta excursión, los tres últimos días de nuestra semana en Tenerife los dedicamos a tumbarnos en varias playas, a las que viajamos en un coche de alquiler.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Siete nociones clave sobre el feminismo

Como hay mucha gente, interesadamente o no, que crea confusión sobre el feminismo, equiparándolo incluso al machismo, voy a ofrecer algunas nociones clave para aclarar el término. Yo creo que todo ser humano debe ser feminista (que no es lo contrario de machista), igual que debe ser no racista. Claro, que siempre hay personas incultas que insultan a quienes se autodenominan feministas.

1. Definición. El diccionario de la Real Academia de la Lengua define el feminismo de la siguiente manera: "Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres". ¿Hay alguien civilizado en la sala que piense que las mujeres no deben tener los mismos derechos que los hombres? Y, si lo hay ¿se atreve a decirlo en voz alta? Esta es la prueba de que todo el mundo debería apoyar el feminismo. Sin embargo, la definición tiene tela que cortar, porque coloca a las mujeres como aspirantes al trono que ocupan de los hombres. Una definición más adecuada, en mi opinión, sería, por ejemplo: "Ideología que defiende que todas las personas tienen los mismos derechos, sin distinción de género". Porque yo no creo que una mujer quiera tener el derecho a tocarse los huevos en el sofá mientras su pareja friega o hace la comida. Ni tampoco a tener un sueldo más alto por ir a tomar copas con el jefe.

2. Historia. La primera ola de feminismo organizado se inicia en el siglo XIX, es liderada por las mujeres burguesas y se centra en la consecución del voto, lo que se logra en la mayoría de los países industrializados al término de la primera guerra mundial. El nuevo feminismo, que se inició a final de los años sesenta del pasado siglo, pone en entredicho que la mujer deba realizar el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos, por eso se opone al patriarcado y a la división sexual del trabajo. También reclama el placer sexual para las mujeres. Se puede decir que el feminismo contemporáneo se ha dividido en tres tendencias, el liberal, que ve en el capitalismo la mejor forma de que la mujer logre la igualdad, el socialista, que quiere insertar el feminismo en la lucha global contra el capitalismo, y el radical que se centra en la confrontación y en la abolición de las instituciones que oprimen a las mujeres.

3. Género y sexo. Para comprender la lucha de las mujeres hay que saber distinguir entre estas dos acepciones. Simplificando, diremos que el sexo es lo que biológicamente nos ha tocado a cada uno. Masculino o femenino según nuestros genitales. Pero el género es aquello que se ha construido socialmente sobre lo que la naturaleza nos ha dado, es decir, no es un hecho natural, sino social. La subordinación a la que están sometidas las mujeres en todas las sociedades del mundo se debe a las diferencias de género establecidas por los hombres, desde los albores de la historia, aprovechando las diferencias biológicas entre ambos sexos. Lo correcto, en mi opinión, es diferenciar entre el sexo, que es lo que biológicamente tienes, y la identidad de género, que es cómo te sientes.

4. Patriarcado. Es el sistema de dominación del hombre sobre la mujer que ha existido siempre en todas (o casi) las culturas del mundo. El mayor poder del mismo es haber convencido a todos durante siglos de que es natural, y no una construcción social. Cuando los pueblos ancestrales dejaron de ser nómadas, las mujeres se dedicaron a la maternidad intensiva, pues es más segura una comunidad con mayor número de miembros. Ello dejó el trabajo pesado en manos de los hombres y a las mujeres como dependientes económicamente, lo que provocó el sometimiento del sexo femenino al masculino. Así se instaló en las sociedades modernas este tipo de dominio, en el que la mujer es una propiedad del hombre, ejercido a través de diversos tipos de violencia: sexual, física, emotiva, psicológica y económica.

5. Androcentrismo. Muy relacionado con el patriarcado se encuentra el androcentrismo. Como la palabra sugiere, es la visión del mundo desde la perspectiva del hombre, que ha sido la predominante hasta ahora, y que excluye la mirada de la mujer. Pero no sólo excluye a las mujeres, a las que considera ciudadanas de segunda, casi objetos, sino que condiciona al hombre, que debe comportarse según una serie de atributos relacionados con la condición social, sexual, religiosa, e incluso con la apariencia.

6. Feminismo de la diferencia. Dentro del feminismo radical, a partir de la década de los 60-70, algunas mujeres criticaron el término igualdad, afirmando que lo contrario de igualdad no es diferencia, sino desigualdad. Los hombres han utilizado la diferencia para sembrar la desigualdad. Han nombrado la realidad según su visión androcéntrica. Pero estas feministas sostienen que se puede crear una sociedad que respete las diferencias entre los sexos. Partiendo de bases filosóficas y psicoanalíticas han criticado el feminismo mayoritario de la igualdad, que para ellas va a provocar la desaparición de los sexos. Parece que, si el feminismo de la igualdad se encamina a lo urgente, el de la diferencia lo hace hacia lo importante. No obstante, ambas corrientes feministas se han reencontrado en la actualidad en los nuevos feminismos.

7. Educación. Si queremos conseguir la igualdad de derechos entre los géneros, debemos trabajar con los menores pasando de una escuela mixta, en la que niños y niñas coexisten y donde, además de conocimientos académicos, aprenden los comportamientos propios de su sexo, a otra coeducativa, que favorece la interacción entre los sexos para superar la discriminación y el estereotipo. No hay que olvidar que toda transmisión de saberes responde a una finalidad política y que los políticos se han valido históricamente de la educación para fabricar hombres y mujeres obedientes y acríticos.