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martes, 7 de enero de 2020

Siete sociedades que han practicado el canibalismo

El canibalismo es una de las costumbres más repugnantes pero, a la vez, más llamativas, de las sociedades humanas. Vamos a conocer algunas de las que han practicado esta aberración, ya sea por motivos religiosos, bélicos o, simplemente, por hambre.

1. Guaraníes. Esta tribu, que habita en zonas de Brasil, Argentina y Paraguay, practicaba el canibalismo como forma de acabar con lo impuro. Los miembros de las tribus enemigas no eran considerados como verdaderos hombres. Por eso, tras matarlos había que comérselos y así purificar su carne. Se dice también que los guaraníes comían la carne de los grandes guerreros enemigos para arrebatarles su energía y alcanzar el estado sin mal, el agujé. Según los testimonios de la época, los prisioneros podían vivir con los miembros de la tribu durante meses e incluso tomar mujer allí, antes de ser sacrificados y comidos en un ritual muy complejo, que incluía danzas y cantos, dramatizaciones, incisiones sangrientas o huesos convertidos en flautas. Los guaraníes, en realidad, no se consideraban caníbales, pues nunca se comían a los de su propia especie, es decir, a los miembros de su tribu.

2. Aztecas. En este pueblo precolombino, que dominaba el México actual, el canibalismo estaba auspiciado por el estado. Se cuenta que el propio Moctezuma quiso agasajar a Hernán Cortes ofreciéndole guisos de carne de niños de corta edad. Algunos historiadores achacan el canibalismo a la falta de animales en la región. Otros señalan que se trataba de una recompensa para alentar a los guerreros a pelear. Otras teorías consideran al canibalismo una forma de controlar la población. Pero la más aceptada es la del sacrificio para venerar a los dioses. Estos rituales se celebraban en la cima de las pirámides, desde donde se dejaban caer los cuerpos. En la parte baja se despedazaban y repartían entre la nobleza y el pueblo.

3. Caribes. Del nombre de esta tribu, que ocupaba parte de Venezuela, Colombia y las Antillas, proviene la palabra caníbal. Ellos le daban un significado religioso a la antropofagia, utilizando como ritual de ofrenda a los dioses el hecho de comerse a los guerreros enemigos. Así alcanzaban un nivel espiritual que les permitía ser invencibles. Los últimos estudios corroboran que los caribes sólo practicaban el canibalismo dentro de rituales religiosos, pues se ha determinado que su dieta estaba basada en el maíz y el pescado. Los exploradores españoles pensaron que los caribes comían regularmente carne humana, pues encontraron en sus casas los huesos de antepasados que los indígenas solían conservar.

4. Monjes Aghori. En la India habitan los integrantes de esta secta, que practican el necro-canibalismo. Es decir, comen carne de cadáveres. Esta forma de canibalismo se enmarca dentro de sus creencias de aceptación de la muerte y superación de los miedos. Para alcanzar su liberación espiritual rechazan los opuestos, entre los que se encuentran los conceptos de bueno y malo. Todo lo que existe en el mundo ha sido creado por Dios, por lo que todo es perfecto y santo. Por eso, un cadáver no es más que materia orgánica.

5. Islas Fiji. Si visitas estas islas podrás comprar recuerdos caníbales y hacer recorridos por los lugares caníbales. Los nativos fijianos consumieron carne humana desde más de 2000 años atrás hasta que fueron colonizados y cristianizados en el siglo XIX. La razón más importante para la antropofagia era, como muchas veces, la de humillar al enemigo, para lo que no hay mejor forma que comerse su cuerpo muerto o, incluso, vivo. También se suponía que si te comías a alguien heredabas su conocimiento.

6. Wari. Esta tribu amazónica, que ocupaba una pequeña parte del actual Brasil, comía carne humana. Los guerreros creían que, al matar a sus enemigos, se llenaban de la sangre de su presa. En consecuencia, no podían comerlos, porque sería como comerse a sí mismo. Por ello tomaban los mejores trozos de carne y los llevaba a su tribu, para que los comieran sus esposas y el resto de hombres. También practicaban la antropofagia con sus propios muertos, como una forma de rendirles homenaje.

7. Korowai. En Papúa Nueva Guinea habitan al menos trescientas tribus. Una de ellas son los Korowai, considerados los últimos caníbales. Se trata de unas 3.000 personas que viven en cabañas construidas en las copas de los árboles, a más de treinta metros sobre los pantanos de la selva. Siguen siendo cazadores-recolectores y practican, o practicaban, el canibalismo como forma de castigar a aquellos que usan la brujería, según ha relatado un explorador que consiguió hablar con ellos y que afirma haber visto a uno de los korowai llevar un cráneo sin cerebro en una bolsa. Este mismo explorador afirma que cocinan la carne humana como la de cerdo, envuelta en hojas de plátano, y que se comen todo menos los huesos, las uñas y el pene.

lunes, 30 de octubre de 2017

Los siete países donde más personas pasan hambre

Los países donde se encuentra un número mayor de personas que pasan hambre son enormes, como India, China y Pakistán. Pero existen estados más pequeños en los que el porcentaje de la población que no tiene lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas de alimentación es mucho más alto. Usaremos las últimas cifras facilitadas por el Banco Mundial, aunque otras organizaciones dan cifras distintas, si bien parecidas, e intentaremos explicar, sin ser exhaustivos, alguna de las causas de la pobreza endémica que padece la población de estas naciones.

1. Haití. El 53% de la población de este país antillano pasa hambre. Sin duda, unos gobiernos títeres desde 1950 tienen mucha culpa de su empobrecimiento. El neoliberalismo apadrinado por Estados Unidos, tras haberlo sido por Francia y Canadá, ha propiciado la privatización de todos los servicios y la precariedad salarial. La producción agrícola también ha sido abandonada por el Estado, por lo que no ha crecido al ritmo de la población. Se ha creado así una industria del hambre, incentivada tras cada desastre natural que sacude la nación, en la que el gobierno de Estados Unidos y otras potencias compra excedentes a sus agricultores y los envía aquí, para provecho de las ONG, que crean un mercado cautivo en Haití.

2. Zambia. Un 48% de la población zambiana no tiene suficiente para comer. Es extraño que un país en el que la paz ha reinado durante más de cincuenta años se encuentre en situación de pobreza. Zambia, situada en el sur de África, obtiene la mayor parte de sus recursos de la exportación de cobre. Este es uno de los principales motivos para no haber desarrollado su agricultura, que sigue encontrándose casi en el nivel de subsistencia, a pesar de poseer una tierra fértil. En consecuencia, mucha gente ha emigrado del campo a la ciudad, donde vive un 40% de la población, los que es raro en el continente. Las personas se hacinan en los suburbios, recordando en la actualidad a los proletarios de la revolución industrial del siglo XIX en Europa.

3. República Centroafricana. El Banco Mundial calcula que un 48% de su población está hambrienta. Según algunas listas es el país más pobre del mundo. La actividad predominante ha sido la minería (uranio, oro, diamantes), a pesar de las condiciones agroecológicas favorables. Cuando la producción minera se desaceleró, la escasez de alimentos se agravó. Además, desde el "emperador" Bokassa (1965), no ha tenido estabilidad política y se han producido varios golpes de estado. El último de ellos tuvo lugar en 2013 y provocó una guerra civil entre grupos cristianos y musulmanes.

4. Namibia. Un 42% de la población de este país sudafricano pasa hambre. El SIDA ha provocado en su territorio más muertos y huérfanos que cualquier guerra. Otras enfermedades, como la diarrea y el cólera también matan, como en casi toda África. Además, el cambio climático, que provoca sequías cada vez más pronunciadas y largas, afecta sobre todo a los más débiles. En la sequía de 2013 mermó la población, la fauna doméstica y la salvaje, fuente de atractivo para el turismo, que ha ido ayudando a la minería en la obtención de ingresos. Pero la agricultura sigue siendo de subsistencia y el país está obligado a la importación de alimentos.

5. Corea del Norte. Parece ser que un 42% de la población norcoreana no tiene comida suficiente. El hambre comenzó en Corea del Norte en los años noventa, década en la que pudieron morir hasta dos millones de personas a causa de la hambruna. Se produjo como consecuencia de que el país perdió las ayudas a la agricultura que le proporcionaban China y la Unión Soviética. Las inundaciones y las sequías han continuado azotando la maltrecha economía norcoreana, a pesar de las ayudas enviadas por la ONU, en forma de maíz, patatas y arroz, y de los esfuerzos del líder socialista Kim Jong-un, quien acusa al bloqueo internacional de no poder importar los alimentos que el país no es capaz de producir.

6. Chad. Volvamos a África, al Sahel, a una nación donde el 34% de sus gentes no se puede alimentar en condiciones. Las crisis alimentarias son periódicas aquí por las lluvias impredecibles, las largas sequías o las plagas de langostas, y el descenso del precio del crudo en los últimos años las ha agravado. Desde 2003 empezaron a llegar refugiados desde la guerra de Darfur en Sudán. Después, la crisis del grupo terrorista Boko Haram en 2015 cerró las fronteras con Nigeria (principal aliado comercial) y arrastró millones de refugiados de ese país a Chad. Estos desplazados no pueden acceder a su medio natural de vida (pesca y agricultura) y dependen únicamente de la ayuda humanitaria. La situación es tan desesperada que se ha visto a personas romper hormigueros para robar el grano almacenado por los insectos.

7. Zimbabue. Acabamos en el sur de África, en una nación que sufrió el apartheid y donde el 33% de la población pasa hambre. En su tiempo, fue uno de los países más ricos del continente, aunque la riqueza estaba mal distribuida. En los años noventa, con el beneplácito del gobierno, se empezaron a ocupar las tierras propiedad de los blancos que habían dominado el país. Ello provocó la huida de capitales de Zimbabue. Las hambrunas se han cebado con las zonas rurales, donde la gente ha vendido a sus hijas o se ha comido a los babuinos. Además, el problema de los diamantes de sangre y el gobierno de Mugabe darían para escribir páginas y páginas.