domingo, 26 de febrero de 2017

Siete nociones sobre la modernidad líquida de Bauman

Ahora que ha fallecido Zygmunt Bauman es el momento de recordar su más conocida contribución a la sociología, el concepto de modernidad líquida (1999). Lo haremos, como siempre, en siete nociones, siguiendo más o menos los capítulos de la obra del autor polaco, e intentando una explicación escueta y sencilla.

1. Qué es la modernidad líquida. Tras la Segunda Guerra Mundial, se sucedieron tres décadas de continuo desarrollo económico, que permitieron a los individuos encontrar una posición sólida donde relacionarse con los demás. Pero esa modernidad sólida y verdadera, que parecía iba a durar siempre, se nos escurre ahora entre las manos. La globalización, la flexibilización de los mercados, la privatización creciente de los servicios y la revolución de la información licuan el vínculo entre el ser humano y la sociedad. Al desaparecer la solidez de lo público, la responsabilidad del éxito o el fracaso recae sobre el individuo, un hombre líquido que durante su vida puede cambiar de lugar de residencia, de trabajo, de pareja, de forma de pensar y hasta de clase social.

2. Emancipación. Para el hombre moderno es muy importante sentirse libre. Pero, frente a la libertad objetiva está la libertad subjetiva que las normas de la sociedad imponen a los individuos. Muchos de ellos se encuentran dentro de una esclavitud cómoda con la que se conforman, suponiendo que es el máximo grado de libertad que pueden alcanzar. Este es el individuo de jade, que tiene una libertad negativa impuesta por el capitalismo. Frente a él debe desarrollarse el individuo de facto, que obtendrá una libertad positiva, definida como la capacidad de autoafirmación necesaria para rediseñar su relación con la sociedad. Porque sólo pensando en sociedad obtendremos la emancipación.

3. Individualidad. El nuevo capitalismo light da más opciones al individuo, porque no le proporciona líderes, sino modelos. El individuo imita, entre otras cosas, lo que esos modelos consumen con la intención alcanzar la zona de confort que nos hace ser felices. Pero nunca consumiremos todo lo que la sociedad dice que necesitamos y, además, el individualismo nos culpa si no tenemos capacidad para gastar. Todo esto provocará en nosotros ansiedad y adicción al consumo.

4. Tiempo. La memoria del pasado y la confianza en el futuro diferenciaban hasta ahora lo transitorio de lo duradero. Pero la modernidad líquida se convierte en un tiempo sin certezas. La flexibilidad laboral arruina la previsión de futuro. El amor y la amistad en Internet no tienen cara y se hacen inestables, sin responsabilidad hacia el otro. Navegamos en el río de una sociedad líquida, que cambia a cada momento y cada vez es más imprevisible. Las nuevas tecnologías han hecho que el tiempo no exista, que todo sea instantáneo, sustituyendo el espacio/tiempo por el espacio/velocidad.

5. Espacio. Bauman distingue entre espacios émicos (que te excluyen), fágicos (que te atraen para que consumas), no-lugares (espacios de tránsito) y espacios vacíos (en los que no te fijas). A escala individual hemos perdido la capacidad de convivir, pues buscamos la individualidad, no queremos relacionarnos con extraños. A escala global, el espacio cibernético ha acabado con la separación física entre las sociedades. Y los estados han perdido poder frente a las multinacionales especulativas, pues estas pueden, con un solo click, mover su dinero a cualquier lugar del mundo.

6. Trabajo. Antes se trabajaba para cubrir las necesidades básicas. Ahora se trabaja para conseguir un sueldo que se esfumará cubriendo las necesidades que nos crea el estilo de vida que creemos que la sociedad nos impone para contribuir al progreso. El individuo debe adaptarse al entorno de la modernidad líquida, en el que la libertad individual es una obligación, y enfrentarse él sólo a su problema laboral, sin esperar ayuda de su gobierno. Los pobres, por su falta de disposición para el trabajo, son los culpables de su situación de degradación personal.

7. Comunidad. Nos encontramos inmersos en una individualidad colectiva. En la modernidad sólida el individuo se identificaba con el Estado, con la patria, que le garantizaba seguridad y un cierto grado de libertad. Esa seguridad se ha evaporado en los mercados financieros, por lo que el Estado ya no es un benefactor, sino un mero intermediario entre los poderes fácticos y el individuo, que ya no puede confiar más que en sí mismo, pues su seguridad está por encima de los intereses comunitarios.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Siete películas que han influido en La La Land

Antes de nada, si no quieres que te destripen la película, no leas lo que viene a continuación.

Hacía años que una película no me impactaba tanto como La La Land. Es divertida y emocionante, además de tener una factura impecable y una muy lograda música. Por eso, como a tantos miles de personas, me han entrado ganas de escribir sobre ella.

Puesto que La La Land es una carta de amor al Hollywood clásico, que parece querer conseguir que los jóvenes se acerquen a aquellas películas, nos puede recordar pasajes de "Una cara con ángel", "Sweet Charity", "Un americano en París", "Melodías de Broadway", "Swing time (En alas de la danza)", "La fiera de mi niña", "La costilla de Adán" o "Un día en Nueva York". También encontraremos en la película cierto paralelismo con el amarenamiento artificial de Jacques Demy. Quizá la tachen por todas estas referencias de ser poco original. No me importa, a mí me encantó. Recordaré aquí siete largometrajes que me vinieron a la memoria durante el visionado de la película:

1. Casablanca (1942). El film de Michael Curtiz está presente durante todo La La Land. Mia trabaja frente a la ventana donde Bogart y Bergman grabaron algunas escenas míticas. Además, junto a su cama tiene una enorme foto de Ingrid Bergman. El club de jazz Seb's podría ser perfectamente el Rick's Cafe, el local al que la chica vuelve con su marido y encuentra a su antiguo amor. En ambos locales, una canción tocada al piano retrotrae a los protagonistas durante unos minutos a otros tiempos que fueron muy felices. En las dos películas París tiene importancia, como el lugar donde se encontraron en una y como el lugar que los separará en otra. Además, se podría decir que el musical es un remake actualizado de la historia de amor de Casablanca, de la que ha capturado perfectamente el sentimiento de agridulce inocencia que desprende su final.

2. Cantando bajo la lluvia (1952). Esta es la referencia más obvia que tiene La La Land. Mia y Sebastian pasan de un set de rodaje a otro, como hicieron Gene Kelly y Donald O'Connor. Después, en el parque, se recortan sus siluetas contra el cielo nocturno, igual que las de Don (Kelly) y Kathy (Debbie Reynolds) en una escena de la película de Stanley Donen, tras haber entrado en un estudio gigante con las luces apagadas, lo que sucede también en La La Land. Además, Gosling hace un guiño a Kelly subiéndose a una farola. Y cuando Mia va con sus amigas a la fiesta se ven los famosos letreros luminosos en el cielo que ya aparecían en el musical clásico. Pero la escena que homenajea rotundamente a Cantando bajo la lluvia es la canción final, donde los bailarines y los decorados parecen copiados del número "Broadway Melody", en el que Gene Kelly aparece como un joven que llega del pueblo para triunfar en los escenarios.

3. Rebelde sin causa (1955). Esta película debía estar aquí porque contiene otra gran historia de amor y Sebastian y Mia van al cine a verla. Luego acuden al observatorio del parque Griffith, donde transcurre también parte de la acción de la película de Nicholas Ray, para bailar un vals suspendidos entre las estrellas. Además, Rebelde sin causa es uno de los referentes del Cinemascope, utilizado también en La La Land.

4. West Side Story (1961). La canción "Someone in the Crowd", que Mia canta junto con sus compañeras de piso, es un homenaje claro al "I Feel Pretty" de la película de Robert Wise. La protagonista se envuelve en un trozo de tela mientras sus amigas la animan y le recuerdan lo guapa que es. No cabe duda de que Emma Stone imita los movimientos de Natalie Wood. Otro paralelismo es el número melancólico del protagonista. Sebastian pasea por el muelle de Hermosa Beach cantando "City of Stars", mientras Tony lo hacía por Nueva York cantando "María". Las coreografías callejeras de La La Land no pueden ocultar la influencia de las que Jerome Robbins creó para los Sharks y los Jets, que cambiaron la historia de la danza moderna.

5. Tal como éramos (The way we were) (1973). La La Land bebe mucho, en su historia de amor, de la que protagonizaron Streisand y Redford. El tipo guapo y carismático y la activista de izquierdas locuaz y rebelde no se caen bien al principio. Pero su romance es inevitable. Ella lo sigue hasta los Ángeles, donde él quiere trabajar como guionista. Pero, claro, la película se titula "Tal como éramos", no "Tal como somos". Ambos comprenderán, igual que en La La Land, que su crecimiento personal los obliga a separarse. Preparad los pañuelos.

6. New York New York (1977). Parece mentira que dos largometrajes que, a priori, partían de un mismo planteamiento, la dificultad de conciliar lo personal y lo artístico, transiten por caminos tan diferentes aunque lleguen a un final parecido. La historia de amor entre el saxofonista y la cantante es áspera e incómoda en ciertos momentos, frente a la liviandad de La La Land. Nada que ver el egocéntrico y moderno Jimmy Doyle con el dulce y nostálgico Sebastian. Ambas homenajean desde lugares distintos a dos grandes ciudades, pero podemos diferenciar el planteamiento pesimista de la costa este frente al optimismo que proporciona el sol de California.

7. Manhattan (1979). Esta película también resuena en La La Land. En ambas pusieron un banco en un sitio donde no había (Puente de Queensboro y Parque Griffith) y en las dos hay una escena en un planetario (Planetario Hayden y Planetario Griffith). Además, en los dos films el autor ha querido retratar no sólo aspectos de la arquitectura de la ciudad, sino también los lugares por dentro, con su ambiente más o menos típico. Así, en Manhattan vemos el Zabar's, John's Pizzería, el Russia Tea Room, pero también la librería Rizzoli o el museo Guggenheim y el Metropolitano. Igualmente, en La La Land nos adentramos en el Lighthouse Cafe, el restaurante Jar, el Smoke House, el cine Rialto o el Mercado Central.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Nostalgia. Happy days

Soñé que paseaba por el centro del pueblo, por la calle que va de la Plaza de la Iglesia a la Plaza del Ayuntamiento.

Iba contigo, pero ambos teníamos más de cincuenta años y caminábamos cogidos del brazo, al estilo dominguero de las parejas de los años sesenta del siglo XX.

De repente, en la calle entró un camión enorme, de los que llevan coches en dos pisos. Pero en lugar de automóviles portaba unas tazas enormes, algunas verdes, otras color crema. Sí, esas en las que te metes y das vueltas en las atracciones de feria. Entonces recordé que al día siguiente comenzaban las fiestas del pueblo.

El estruendo del camión era tan grande que, por un minuto, la calle bulliciosa pareció quedar en silencio. Pero nada más pasar el trailer, decenas de niños que, también vestidos de domingo, paseaban por ella, gritaron al unísono, como si hubiesen recibido una orden conjunta, ¡bieeeeen!.

Entonces comencé a llorar desconsoladamente. Porque recordé aquellos lejanos días en los que llevaba a nuestros hijos a la feria y les decía: "Niños, solo podéis montar en tres cosas, así que pensadlo bien". Después se montaban en todo lo que querían. Sí, lloré porque en ese preciso instante caí en la cuenta de que aquellos tiempos nunca volverán. ¿Te das cuenta? NUNCA VOLVERÁN.

Desde entonces me gusta recordar la vez que estaba triste y me metí en tu cama. Y tú me cantaste con un hilillo de voz aquella canción sobre los días felices que volvían para quedarse. Y cada vez que recuerdo intento cubrir un espacio vacío en mi álbum de días felices. Como la tarde en tu porche bebiendo cerveza y charlando con aquellos dos tipos calvos de las chupas de cuero. O los días en la playa que los cuatro dedicábamos a jugar al Guillermo's Tournament. O la noche que los tres pasamos hablando, y en la que decidimos convertir El Caballero Duelista en un musical.

Aunque algunas veces me siento más calentito con los recuerdos, lo más habitual es que note como se me hace otro agujerito en la telilla del alma.

jueves, 2 de febrero de 2017

Siete buenas medidas que tomó Zapatero

La mayoría de los empresarios del IBEX35, muchos nostálgicos de la España una, grande y libre y un buen número de los socialistas viejos que mandaron mucho, consideran a Rodríguez Zapatero el peor presidente de la historia de España. Se basan para ello en su gestión de la crisis económica internacional de 2008. Pero no todo en la vida es economía. Los que no aspiramos a ser ricos damos también importancia a otras facetas de la vida. Y en algunas de ellas Zapatero hizo cosas beneficiosas para los ciudadanos. Los políticos de derechas decían que iban a derogar muchas de estas leyes cuando gobernasen, pero no lo han hecho porque en verdad eran buenas.

Me voy a centrar únicamente en leyes, no en otras decisiones de Zapatero. Además de las que aquí comento, podría hablar de la regularización de inmigrantes, del divorcio exprés o de la ley de igualdad. También me pareció acertada la decisión de salir de la guerra de Irak. Y si ETA hubiera dejado de matar durante el mandato de Aznar, este tendría estatuas en cada esquina. Pero a Zapatero muy poca gente le agradece el final de los asesinatos de la banda terrorista.

1. Ley contra la violencia de género. La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género fue una de las primeras que aprobó el gobierno socialista de Zapatero. Está dirigida a luchar contra la violencia que se ejerce sobre las mujeres por el hecho de serlo. Parecía muy necesario impulsar medidas para que quien maltrata a su mujer aprovechándose de su fuerza sea sometido a penas más duras que quien se pelea en un bar. La ley impulsa también medidas de sensibilización, prevención y detección. Es muy importante visibilizar ese sufrimiento callado que ha durado siglos y que contaba con la connivencia de la sociedad, que no se metía en lo que pasaba dentro del hogar. Hubo voces que se opusieron porque algunos hombres sufren violencia por parte de sus mujeres. Pero, en una sociedad patriarcal, en la que se sigue perpetuando la relación privilegiado/oprimida, sólo las mujeres pueden sufrir violencia de género, porque son maltratadas por ser mujeres. Y miren las cifras de muertas y de muertos, por favor.

2. Ley del matrimonio homosexual. La Ley 13/2005, de 1 de julio, por la que se modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, colocó a España entre los países más avanzados del mundo en derechos sociales, siendo el tercero que aprobaba una ley en este sentido. Más de 20 países nos han seguido. Mucha gente se opuso a la equiparación de derechos para los homosexuales, entre ellos la Iglesia Católica. Pero el matrimonio homosexual no es obligatorio en España, sino voluntario. No comprendo en qué afecta a una persona que no es gay el hecho de que dos gays se casen. Pero quizá sí afecta a las instituciones que han querido controlar nuestras mentes y nuestros cuerpos desde tiempos inmemoriales. Ahora la cosa está normalizada y hasta Mariano Rajoy, que decía que el matrimonio era una institución entre un hombre y una mujer para la procreación, asistió a la boda gay de Javier Maroto, vicesecretario del PP.

3. Carnet por puntos. La Ley 17/2005, de 19 de julio, por la que se regula el permiso y la licencia de conducción por puntos y se modifica el texto articulado de la ley sobre tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial fue la causa más importante de la reducción de la siniestralidad en las carreteras españolas. Su artífice, Pere Navarro Olivella, merece todos los parabienes. Nadie discute ahora la fórmula del carnet, aunque, como siempre que la legislación es progresista e innovadora, sale algún cuñado a censurarla. El 3 de mayo de 2007, José María Aznar criticaba las campañas de prevención de accidentes de tráfico: "Yo siempre pienso, ¿y quién te ha dicho a ti que quiero que conduzcas por mí?. Las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás". Penoso.

4. Ley antitabaco. La Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, modificada por la Ley 42/2010, es lo mejor que se ha hecho a favor de la salud de los españoles en toda la democracia. Muy pocos son los que todavía se oponen a ella. Ya nadie se acuerda de cuando íbamos al médico y el facultativo nos recibía con el cigarrillo encendido. Y cómo olían todos los espacios públicos. Desde el 02/01/2011, cuando ya se prohibió fumar en todos los bares, restaurantes y salas de música o baile, la vida es más limpia y sana en España.

5. Ley de dependencia. La ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia engloba el conjunto de servicios y prestaciones destinados a la promoción de la autonomía de las personas que necesitan de otros para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Era necesario que el Estado se acordase de los que no se pueden valer por sí mismos, por eso nadie discute esta Ley. Es verdad que, según datos de finales de 2016, tras diez años de Ley de dependencia, hay un 30% de personas que no reciben la ayuda que deberían, por problemas en su aplicación. Pero el 70% que sí se beneficia está mucho mejor que si no se hubiera aprobado esta norma.

6. Ley de memoria histórica. La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, llegó tarde y ha sufrido el rechazo de una de las dos españas. En un país en el que todos nos consideramos muy demócratas y criticamos a los países que encarcelan a personas por sus ideas políticas (mucho a Venezuela, no tanto a China, nada a Arabia Saudí), el simple hecho de resarcir a quienes sufrieron cárcel o muerte por defender la democracia parece que molesta a una parte de la sociedad. Hay que tener en cuenta que la ley ni siquiera pretende castigar a los que cometieron tamañas tropelías. Y parece una norma buena, porque el Partido Popular no ha hecho amago de derogarla, aunque no ha asignado dotación presupuestaria para su aplicación. ¿A quién puede molestar esta Ley, si ya no hay fascistas ni nazis en España? ¿o sí?

7. Ley del aborto. La Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo convierte la anterior ley de supuestos en una ley de plazos. El aborto es libre en las 14 primeras semanas del embarazo y permitido hasta las 22 semanas si existen riesgos para la mujer o para el feto. Es curioso que las dos leyes del aborto han sido aprobadas por gobiernos socialistas. Los conservadores se han opuesto a ellas cuando no gobernaban, pero no las han derogado al llegar al poder, seguramente porque eran necesarias. El ministro Gallardón intentó, alentado por la Iglesia y los ultraconservadores, retrotraernos a los tiempos del aborto en Londres. Pero no fue capaz de convencer ni a su propio partido y el envite le costó el puesto.