lunes, 24 de septiembre de 2018

Siete lugares de Águilas

En la Semana Santa de 2018, desde el 25 al 30 de Marzo, pasamos unas relajadas vacaciones en la población murciana de Águilas, que ya he visitado varias veces y me parece un sitio muy amigable. Aquí os dejo siete lugares que me gustan del pueblo natal de Don Francisco Rabal.
1. Playa de Poniente. Esta gran playa familiar se extiende un kilómetro desde la punta del Castillo hasta el puerto deportivo Juan Montiel. La playa es de arena más o menos fina y tiene cuarenta o cincuenta metros de ancho, así que es difícil que se llene. Por toda ella se extiende un paseo marítimo, pero apenas encontrarás en él tiendas de flotadores o bares para tomarte algo.
2. Playa de las Delicias. La otra gran playa de Águilas se orienta al sur y va desde el puerto hasta la Punta de la Aguilica. Está junto al centro del pueblo por lo que aquí sí hay más lugares de ocio cercanos en el paseo marítimo que la rodea, pero también encontrarás muchos bañistas, lo que puede resultar algo incómodo.
3. Playa de los Cocederos y Playa de La Carolina. A unos seis kilómetros del centro urbano, hacia el sur, se encuentran estas dos pequeñas playas contiguas, que son las más meridionales de la región de Murcia y que, junto con Calarreona y la Higuerica, forman el paraje conocido como Las Cuatro Calas. Sus aguas cristalinas y su estado semisalvaje proporcionan paz al viajero, salvo en aquellos meses en los que la afluencia de bañistas es demasiado grande.
4. Rincón del Hornillo. Efectivamente, es este un pequeño rincón del pueblo que hay que saber encontrar. A un lado, la escalinata artesanal y las estatuas, todo ello de un mosaico que recuerda a Gaudí. Al otro lado, la pequeña playa. Seguro que haces muchas fotos.
5. Centro histórico. La Plaza de España es el centro neurálgico de la ciudad, donde confluyen las principales calles. Contiene unos bellos jardines con una fuente en el centro. El Ayuntamiento y la iglesia parroquial se encuentran en este lugar. Allí puedes tomar algo en cualquiera de los bares. Desde este punto puedes visitar el puerto y subir hasta el castillo para contemplar las vistas, en un agradable paseo que debes iniciar cuando no haga demasiado calor.
6. Hotel Puerto Juan Montiel. En el extremo de la playa de Poniente se encuentra este hotel de cuatro estrellas situado junto a un pequeño puerto deportivo. Las instalaciones son buenas, aunque quizá se están quedando anticuadas, la comida esta bien y te atienden con pulcritud. Si subes al spa situado en la azotea tienes magníficas vistas desde los jacuzzis, pero últimamente hemos notado que lo tienen algo abandonado.
7. Restaurantes. Recomendaré encarecidamente El Pimiento, taberna decorada al estilo andaluz que se encuentra en dos locales enfrentados en una calle peatonal con escaleras. Hay que llegar pronto porque se llena muy rápido y no reservan. Comimos caracoles y fritada de hígado. Delicioso y muy barato. Otro día cenamos en El Faro, más elegante pero ni de lejos tan bueno, y mucho más caro. No obstante, los mejillones, el pulpo y el revuelto de setas y vieiras estaban buenos. Otro lugar donde se puede tapear es El Tiburón.

martes, 11 de septiembre de 2018

Siete lugares de Pedraza

El 10 de marzo de 2018 viajé a Pedraza para pasar un día de asueto y probar su gastronomía. Aquí dejo lo que me quedó de mi estancia en este bonito pueblo Segoviano. Como siempre, no soy exhaustivo ni concienzudo. Simplemente relato lo que experimenté como turista tranquilo.
1. Plaza mayor. Una plaza diáfana, con sus casas con escudos nobiliarios, su Ayuntamiento, su iglesia, sus bares, sus restaurantes. Todo muy limpio y medieval, con soportales, balcones, suelo empedrado y un tono marrón uniforme que ofrece paz al visitante. Para muchos, a pesar de su forma irregular, es una de las plazas más bonitas que se pueden visitar en España.
2. Restaurante El Yantar de Pedraza. En la misma Plaza Mayor comimos en la mesa que se ve en la fotografía al fondo a la izquierda, cerca de los ventanales. Es un lugar grande pero acogedor en el que intentan un poquito más que servirte el típico cordero que, por cierto, lo hacen muy bien. Además del lechazo comimos ensalada de pimientos, revuelto de setas, patatas revolconas (que tenían el torrezno algo duro para mi gusto) y unos curiosos paragüitas de hongos. Los postres caseros y el servicio adecuado. Claro que fuimos un día de marzo en el que había pocos clientes. A estos restaurantes hay que probarlos en temporada alta.
3. Castillo. Antes de ir al castillo, que está a las afueras del pueblo, preguntamos en la oficina de turismo a qué hora lo abrían. Nos dijeron que a las seis, pero a las seis no lo abrieron, y bastantes personas concentradas en la puerta del castillo nos quedamos con dos palmos de narices. Mala coordinación. No obstante, esta edificación medieval se encuentra en un entorno magnífico, rodeado de campos y con unas vistas estupendas. En su interior se ha instalado el museo Zuloaga, pues este pintor compró el castillo en 1926. También celebran bodas y eventos. Todo muy medieval.
4. Cárcel de la Villa. A la entrada del pueblo se encuentra este pequeño edificio que tiene mucho que contarnos. En una visita guiada te harás una ligera idea del sufrimiento de los que allí fueron encarcelados. Conocerás el hacinamiento en las celdas de madera (15 presos en 10 metros cuadrados), la tortura, los cepos para retener a los prisioneros o la manera en la que los internos del piso de arriba podían defecar sobre los más peligrosos, que se encontraban encerrados en el piso inferior. Estos últimos eran arrojados a la celda desde varios metros de altura, lo que les provocaba roturas de miembros. Todo bastante sobrecogedor e interesante. Puedes ver también cómo era la vivienda del carcelero. Saldrás por un momento trasladado al siglo XIII.
5. La Tahona de Pedraza. Si queréis complar los dulces típicos del pueblo, como los soplillos, os recomiendo esta panadería, que creo está situada en la calle Calzada. No recomiendo el horno que se encuentra en la calle Real, 9, porque no te tratan con la amabilidad que deberían.
6. Puerta de la villa. La única manera de entrar a Pedraza con un vehículo es a través de esta puerta, situada en el mismo torreón que la cárcel. Reformada en el siglo XVI, destacan sus preciosos portones de madera negra que pueden ser cerrados para sellar la villa.
7. La Tienda Artesanía y Color. Un paseo por la Calle Mayor de Pedraza siempre resulta entretenido. Si vas sin prisa, en el número 4 encontrarás esta tienda, que en sus dos pisos ofrece desde los más típicos souvenirs de la zona hasta los objetos más raros y fuera de lugar, pasando por aperos de oficios antiguos y toda una serie de cacharros servibles e inservibles.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Siete lugares de Teruel

El fin de semana anterior al San Valentín de 2018 visité la ciudad de Teruel. Si hubiera ido la siguiente semana, habría visto las celebraciones de las bodas de Isabel de Segura, una fiesta que se celebra en la ciudad aragonesa todos los años. Pero para ello necesitaría haber planeado mi viaje con mucha antelación. No obstante, aquí os dejo los lugares que más me gustaron. Como siempre, sólo hablaré de lo que vi con mis propios ojos y toqué con mis propias manos. Os recomiendo ir a la oficina de turismo y tomar parte en alguna visita guiada donde, además de lo que aquí describo, os enseñarán más cosas, como las murallas, los puentes o el acueducto.
1. Mausoleo de los amantes. Este bello espacio está dedicado a los amantes de Teruel, que se llamaban Diego e Isabel y vivieron en el siglo XIII. No digáis a los turolenses aquello de "tonta ella y tonto él" porque os contestarán "más tontos los que los vienen a ver". En varias estancias se narran las características sociales de la época y el relato de la aventura de los amantes, que no contaré aquí, pero de la que os tenéis que quedar con la frase "bésame, que me muero". También podréis ver cómo se encontraron las supuestas momias de ambos y dónde estuvieron colocadas hasta su ubicación actual, en un clásico mausoleo, que es la pieza central de la exposición.
2. Iglesia de San Pedro. El Mausoleo de los amantes se encuentra físicamente en una capilla de este templo, que es más bonito por dentro que por fuera, pues está decorado en estilo modernista neomudéjar. Destaca su retablo renacentista. Cuando lo visitamos estaba preparado para la representación de una ópera sobre los amantes, con globos de colores dorados y grandes instrumentos de percusión. La visita guiada te permite subir por su perímetro y observar las vidrieras desde fuera, así como tener vistas de la ciudad.
3. Torres mudéjares. Precisamente en la iglesia de San Pedro se encuentra una de las cuatro torres mudéjares de Teruel. Los mudéjares son musulmanes que se quedaron a vivir en la España cristiana. Sus edificios se inspiran en el gótico pero añadiendo elementos musulmanes y utilizando ladrillo y azulejos en lugar de piedra. Las cuatro torres (San Pedro, La Catedral, El Salvador y San Martín) se construyeron entre los siglos XIII y XIV. La de San Martín es la que se contempla mejor por encontrarse en una plaza. Sin embargo, la de El Salvador, situada en una callejuela, puede ser visitada por dentro. Si vais, que os cuenten la leyenda de la construcción de estas dos últimas torres.
4. Hotel Reina Cristina. En la Plaza del Óvalo, en pleno centro, se encuentra este alojamiento de cuatro estrellas, integrado perfectamente en el conjunto arquitectónico. Desde aquí se puede recorrer a pie toda la ciudad sin cansarte. Es cómodo y acogedor, si bien tiene un parking muy pequeño. No obstante, hay un aparcamiento público en la misma plaza.
5. Restaurante el Boulevard. En el número 3 de la Plaza del Óvalo os encontraréis este restaurante, muy bien decorado por dentro, con la letra de la canción "Por el bulevar de los sueños rotos" escrita en una pared de manera muy artística. Probamos los huevos trufados con jamón, las manitas de cerdo deshuesadas, que no son para todos los paladares, pero sí para los amantes del sabor de las manitas, y la oreja cocida picante y dulce, de nuevo una delicatesen muy original. Este sí merece la pena. Por favor, tened cuidado al meteros en otros restaurantes de la misma plaza, porque te pueden atender con desgana y darte una porquería de comida.
6. Aljibes medievales. Por un médico precio puedes acceder a la visita de estos aljibes, grandes depósitos de acopio de agua datados en el siglo XIV y que se encuentran en el subsuelo, cerca de la Plaza del Torico, pero que no son los más interesantes que he visto. También proyectan un video sobre la historia de la ciudad.
7. Plaza del Torico. La plaza más famosa de Teruel tiene en su centro una fuente de cuatro caños en la que hay una columna con un pequeño toro encima. El torico y una estrella forman parte de la leyenda de la fundación de la ciudad. En la plaza hay que fijarse en dos edificios modernistas, La Madrileña, estrechito pero muy interesante y el de la Caja Rural, que es espectacular. Pero por toda la ciudad puedes contemplar edificios modernistas, la mayoría diseñados por Pau Monguió.