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martes, 25 de febrero de 2020

Siete películas sobre clases sociales (que me gustaron más que Parásitos)

Mucho se está hablando sobre Parásitos y su feroz crítica de las diferencias sociales. A mí me han gustado las peripecias que se relatan en ella y cómo están rodadas, pero encuentro que a la cinta le falta alma, que el creador siente por sus personajes la misma empatía que el entomólogo por los insectos que pincha en alfileres. Por eso voy a relacionar siete películas que me conmovieron y que abordan el conflicto social a pequeña escala.

1. El sirviente (Joseph Losey) (1963). Un manipulador mayordomo consigue ir dominando la vida de su señor, aprovechando sus debilidades sexuales, que apuntan a ser variadas. El criado, parece que con la intención de convertirse en el amo de la casa, consigue que también trabaje en ella una supuesta hermana suya. Tengo la impresión de que Bong Joon-ho ha visto esta película. Si bien es un poquito pedante y artificiosa, mantiene la tensión y el agobio casi todo el tiempo. Pretende enseñarnos lo relativamente fácil que puede ser cambiar los roles sociales, si eres listo y lo intentas. Nota de 7,5.

2. Adivina quién viene a cenar (Stanley Kramer) (1967). Comedia honesta que trata didácticamente el controvertido tema del las relaciones interraciales. Nos presentan un hombre negro perfecto, hecho a sí mismo, que ha escapado de sus orígenes, pero que sigue siendo mirado por encima del hombro por aquellos cuyas familias llevan mucho tiempo entre las clases altas. Quiere casarse con una jovencita blanca, cuyos padres, que la han criado con sólidas convicciones morales, se tendrán que enfrentar a sus contradicciones. El choque de clases sociales se hace patente cuando entran en escena los padres de él o la criada de la familia, personajes afroamericanos que, sin embargo, recelan de la igualdad. Nota de 7,5.

3. Barry Lyndon (Stanley Kubrick) (1975). Una obra que nos ofrece algunas de las más bellas imágenes de la historia del cine narra, desde un punto de vista cínico, que duda de la bondad de la especie humana, el ascenso y caída social de un aventurero irlandés en el siglo XVIII. Barry Lyndon es el advenedizo por excelencia, el parveno que accede, mediante la picaresca, a una clase social que no le pertenece por nacimiento. Sin embargo, nuestro protagonista nunca se integrará del todo en las clases altas y volverá a la posición que le corresponde. Nota de 8.

4. Lejos del cielo (Tod Haynes) (2002). En la sociedad norteamericana de los años 50 del siglo XX, donde domina el racismo y la intolerancia sexual, una mujer acomodada deberá enfrentarse a una crisis matrimonial. Está rodada al estilo de los grandes melodramas de Douglas Sirk, pero siendo más directo, aunque menos sugerente, en los temas tratados, como las relaciones homosexuales o interraciales. Destaca la relación de amor que la protagonista entablará con su jardinero negro, haciendo saltar por los aires todos los convencionalismos sociales de la pacata, provinciana, hipócrita, intolerante y ultraconservadora sociedad en la que vive, enseñándonos el reverso del sueño americano. Nota de 7.

5. Distrito 9 (Neill Blomkamp) (2009). Sudafricano tenía que ser este thriller de ciencia ficción realizado con brío que nos presenta una metáfora sobre el apartheid, en la que los excluidos son extraterrestres, víctimas del especismo. Retrata a los seres humanos como xenófobos, racistas y mezquinos, pero consigue que te pongas en la piel de los discriminados, cuando el protagonista se empieza a convertir en uno de ellos. Nota de 7.

6. Criadas y Señoras (The Help) (Tate Taylor) (2011). Amable recreación de la vida de las criadas negras de familias adineradas del sur de Estados Unidos, que quizá, con su tono melodramático, desdibuje un poco el horror del racismo. No obstante, divierte y emociona, aunque usa algunos truquillos para conseguirlo. Refleja muy bien la discriminación múltiple que sufren estas mujeres por su raza y por su sexo. Este tipo de discriminación (también llamado interseccional) no llegarán a sufrirlo ni una mujer blanca ni un hombre negro. Por otro lado, es interesante el retrato de la clase alta, que no ve lo que no quiere ver, tapándose los ojos (y la nariz) para asomarse a la miseria. Nota de 7,5.

7. Roma (Alfonso Cuarón) (2018). Película cuidadísima en lo formal, que relata un año en la vida de unas criadas que trabajan en una colonia de clase media mejicana de los años setenta del siglo XX, pero que a la vez se convierte en el retrato de cualquier sociedad, pues en todas hay gente arriba y gente abajo. La discriminación racial y de clase que existe en México hacia los indígenas existe también en todas las sociedades del mundo. Igualmente nos muestra de una manera cruda la relación de poder entre géneros, y ahí ya no sólo se discriminada a la criada, sino también a la señora. Encontramos en la película, además, una reivindicación del trabajo doméstico, que tiene un tanto de esclavitud disfrazada. Nota de 8.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Siete películas que ves siempre que las ponen

Hay algunas películas que se pueden ver cientos de veces. No tienen que ser obras maestras, incluso algunas no son muy buenas. Pero las conoces de memoria y te atrapan siempre que pones un canal en la tele y la están echando. En mi caso son casi siempre comedias de hace algunos años, y que pueden ser musicales, románticas o con algún toque de ciencia ficción. En esta lista no están los grandes clásicos por todos reconocidos, sino otras películas que veo siempre aunque me sienta un poco culpable.

1. Grease. Musical de 1978, ambientado en los años 50, sobre un grupo de estudiantes de último curso en un instituto. Qué importa que la media de edad de los actores que interpretan a colegiales sea de 28 años, o que la trama no tenga a veces ningún sentido. Parafraseando a Amy Farrah Fowler, es maravillosa desde el primer doo doo wap al último shooby shooby do yah.

2. Regreso al futuro. Producción de 1985, escrita y dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox. Las aventuras de Marty McFly viajando hacia delante y hacia atrás en el tiempo para solucionar los problemas de sus padres y de sus hijos no te pueden dejar indiferente. Un gran director y la multitud de grandes chistes que la trama permite crear la convierten en una obra maestra del género de la ciencia ficción. Su continuación es igualmente magnífica, aunque la tercera parte baja un poco. Además, como el guión es tan enrevesado, cada vez que la ves te sorprende.

3. Desafío total (1990). Basada en un relato del gran escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, y dirigida por Paul Verhoeven, quien sabe dotar de buenas dosis de humor y violencia gratuita a sus películas. Narra unas vacaciones algo especiales del obrero Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger). Como en otros relatos de Dick, la manipulación de los recuerdos es el motor de la acción. Los efectos especiales fueron pioneros en su momento, aunque ahora nos parezcan algo ridículos. Pero sigue manteniendo ese encanto algo kitsch que tanto aprecio.

4. Atrapado en el tiempo (1993). Un clásico que ha entrado en el imaginario popular. Ya se alude en España a una situación que se repite varias veces como "El día de la marmota". Y es que esta es una película más compleja de lo que parece, en la que el género fantástico se combina con lo cotidiano. Notable sentido del ritmo y un Bill Murray que comenzaba a darse cuenta de que, en la interpretación cinematográfica, menos es más. Además, vas descubriendo pequeños detalles con los distintos visionados, lo que hace que siempre apetezca verla.

5. Hombres de negro (1997). "Vale, juego, porque aquí se está cociendo algo del futuro y eso a mí me mola", le dice el policía James Edwards (Will Smith), al agente K (Tommy Lee Jones) en el ascensor que los lleva a la sede de los MIB. A muchos nos molan las cosas del futuro, y más si llevan trepidantes aventuras aparejadas. La primera película te sorprende. La segunda es algo más desganada, pero la tercera (2012) me pareció estupenda, y es que los viajes en el tiempo son mi debilidad.

6. Notting Hill (1999). Otra frase para la historia, mil veces pariodiada. Esta vez la pondré en inglés, que suena mejor: "I am just a girl in front of a boy asking him to love her". Puede que a muchos os parezca una moñada, pero nunca me canso de ver la carrera hacia el hotel, ni la sonrisa de Anna Scott (Julia Roberts) cuando William Thucker (Hugh Grant) le formula la pregunta final como reportero de la revista "Caballo y sabueso" (Horse & hound). Mi comedia romántica favorita de los últimos 30 años.

7. School of rock (2004). Una película más reciente, pero que se ve con facilidad, sobre todo si eres aficionado al rock. Las aventuras de un roquero fracasado, encarnado por Jack Black, cuando se cuela como profesor en un colegio y se dedica a formar un grupo con sus alumnos para asistir a un concurso de bandas de rock and roll. La música es estupenda, y a pesar de que el guión es previsible, tiene buenos momentos. Hay que verla en versión original, porque el doblaje del protagonista, realizado por el cantante Dani Martín, deja bastante que desear.

martes, 7 de enero de 2014

Siete escenas que me hicieron llorar

Todo el mundo tiene una lista de las películas que le hicieron llorar. Esta es la mía particular. También me emocionan otras películas, y algunas que pretenden hacer llorar me causaron vergüenza ajena. Espero que no sea la típica lista de todo el mundo y que os aporte algo.

La música también es importante. Es una expresión artística que me toca casi siempre, y veréis que en casi todas las escenas que he elegido aparece para subrayar el sentimiento.

Prefiero llorar de alegría que de tristeza, por eso siempre me hace llorar ese momento en que la chica se pone un vestido blanco y baila con el chico. En mi lista están tres de esas películas. También hay una escena que no es de una película de cine. Aviso de que hay espoilers en casi todas.

1. My fair lady (1964). La palabra delicioso está siempre asociada a cualquier crítica de este musical. La escena que me hace llorar de emoción es esa en la que Eliza viste un vestido blanco de noche y baila con el príncipe de Transilvania mientras suena el precioso "Vals de la Embajada". El corazón se hincha de gozo.

2. Hair (1979). La escena final de Hair fue la primera que me hizo llorar en mi vida. Yo, que había sido un niño duro, al que Bambi no le afectó en absoluto, me sorprendí llorando cuando Berger, que ha entrado en el cuartel a sustituir temporalmente a su amigo Claude, quien ha salido para ver a su novia, es movilizado al Vietnam. Ver a ese tío cantando "that's me, that's me, that's me" mientras entra en el avión, e inmediatamente después la panorámica del cementerio me pilló con las defensas bajas.

3. El crack (1981). Aquí creo que soy original, porque esta película es cine negro a la española y con Alfredo Landa, pero la escena en la que aparecen los barquitos en la tele es de las que me llega. Ya te deja tocado la muerte de la niña, pero esa hora melancólica de la media tarde y la música que acompaña consiguen que se desborde el llanto retenido.

4. La bella y la bestia (1991). Romántica y elegante adaptación animada del cuento clásico; tal vez la mejor película de animación de la historia. Aquí también la chica se pone un vestido, en este caso, dorado, a juego con el palacio, y baila con el muchacho, una especie de lobo-león-jabalí. Si bien la escena es perfecta, la animación sorprendente y la lágrima me asoma en cuanto la bestia se ajusta los gemelos en lo alto de la escalera, hubiera preferido una canción sin letra, que no subrayara tanto el sentimiento. Pero me encanta.

5. Los puentes de Madison (1995). Un clásico de uno de los últimos directores clásicos. Aunque la escena en la que Robert aguanta bajo la lluvia es memorable, yo prefiero llorar en aquella en que Francesca se pone un vestido blanco y baila con él en la cocina. La música también ayuda, y es que Eastwood es además un buen músico y sabe elegir canciones que te tocan el alma.

6. Ladrido jurásico (Futurama, Temporada 4, Episodio 7) (2002). No es una película, sino una serie de animación. En concreto este capítulo contiene momentos hilarantes, como "¿Qué queremos? El perro de Fry, ¿Cuándo lo queremos? El perro de Fry". Inspirada en la historia real del perro Hachiko, que fue también llevada al cine, tiene una escena final tremenda en la que el antiguo perro de Fry, Seymour, lo espera durante años a la puerta de la pizzería mientras el protagonista está crionizado. Además, la canción "I will wait for you" ayuda a la congoja. Y sobre todo la sorpresa de encontrar semejante muestra de cariño en una serie cómica.

7. Toy Story 3 (2010). Vaya, otra película de animación. Deslumbrante, honesta y emocionante, es tan buena como las dos primeras de la saga, o mejor. La escena en la que Andy se despide de sus antiguos compañeros tras jugar por última vez con ellos te arruga la patata. "Gracias chicos" y "Adiós vaquero" son sus palabras de agradecimiento a los viejos amigos. Parece mentira que las aventuras de unos trozos de plástico te provoquen tantas emociones.

viernes, 17 de mayo de 2013

Siete películas de Alfredo Landa que merece la pena ver

Tras el fallecimiento de Alfredo Landa mucho se ha hablado del "Landismo", como fenómeno cinematográfico, las más de las veces para denostarlo. Sin embargo, más allá de la calidad de este tipo de películas, el observador avezado podrá encontrar en ellas un interesante retrato de la sociedad española de la época.
Yo no creo que todas aquellas películas fueran realmente detestables, como algunos sesudos críticos opinan. Algunas estaban realizadas con oficio, y daban al público incluso un poquito más de lo que éste pedía.

Porque en el mundo del arte, no todo es blanco o negro. El también recientemente fallecido Constantino Romero, actor de doblaje inigualable, solía contestar a quienes rechazaban la versión doblada de las películas, diciendo que a él también le gustaba la versión original, y que por eso le molestaban esas letritas que aparecían en la parte inferior de la pantalla.

Aquí os ofrezco mis siete películas preferidas del gran Alfredo Landa, cuyo trabajo actoral serio no se limitó al personaje de Paco "el bajo" que Delibes imaginó. Además de éstas, que garantizo que son muy buenas, se puede echar un vistazo también a "El puente" y "Las verdes praderas", donde el trabajo de Landa es soberbio.

1. Los santos inocentes (Mario Camús) (1984). Gran drama realista, considerado por muchos la mejor película del cine español. Parece mentira que una obra con la carga sociológica, psicológica e histórica que contiene pueda resultar tan interesante. El trabajo de Alfredo Landa, Paco Rabal y Juan Diego contribuye de manera notable a engrandecerla.

2. El verdugo (Luis García Berlanga) (1963). Reconozco que hay un poco de trampa al colocar esta película en una lista de Alfredo Landa, porque aparece sólo unos minutos en un pequeño papel de monaguillo. Pero es que para mí esta es la mejor película española de todos los tiempos. Feroz crítica de la pena de muerte, revestida de comedia. El viaje al patíbulo de condenado y verdugo es una de las más geniales escenas de la historia del cine.

3. El bosque animado (José Luis Cuerda) (1987). Película coral, rural, mágica, cómica y surrealista donde Alfredo Landa da vida al bandido Fendetestas, encabezando un reparto de lujo. Basada en la novela de Fernández Flórez, para mi gusto le falta un poquito de la mala baba que Cuerda derrocharía en su siguiente comedia rural/coral, "Amanece que no es poco".

4. La vaquilla (Luis García Berlanga) (1985). Otra comedia luminosa sobre un tema oscuro. Parodia de la guerra civil española, con guión de Rafael Azcona, que reunió a Landa y Sacristán, lo que en aquellos momentos era difícil, ya que eran las dos máximas estrellas de la comedia española de la época.

5. Atraco a las tres. (José María Forqué) (1962). Una de las primeras apariciones de Alfredo Landa, en un papel secundario de esta inolvidable comedia. Una de las mejores películas de atracos de la historia. Aquí don Alfredo aprendió del gran José Luis López Vázquez (un admirador, un esclavo, un amigo, un siervo).

6. El crack. (José Luis Garci) (1981). Intento honesto de homenaje al cine negro americano, con todos los clichés del género, pero con el amaneramiento que tanto molesta a los detractores de Garci. La película sólo funciona cuando se acerca al melodrama. Pero hay que reconocer que este director fue el primero que se planteó a Alfredo Landa como un actor dramático. Y llevaba razón.

7. La luz prodigiosa. (Miguel Hermoso) (2003). Poético film sobre un joven campesino que salva a un hombre malherido que ha sido fusilado en un barranco de Granada. Muchos años después, al regresar a la ciudad andaluza el pasado le asalta. Película que te deja con regusto agridulce. Muy recomendable.

martes, 2 de abril de 2013

Las siete mejores películas de Almodóvar

Últimamente he asistido a ver la película Mamá. Una película que agradará a los incondicionales del género de terror, pues abunda en sustos, y algunos son realmente escalofriantes. Pero la película quiere dar un poquito más. Tiene una historia al principio interesante, pero que se va diluyendo con el metraje, excesivo para mi gusto. Me pareció curioso que, varias veces, cuando las niñas se tienen que ir a la cama, todavía es de día, pero la película está, en general, bien hecha. En mi opinión se merece un 6.

También he visto Los amantes pasajeros. No se puede decir que sea la mejor película de Almodóvar, ni una de las mejores. Es una alocada comedia coral, con algunos pasajes realmente graciosos, aunque el humor sea un poco grueso, pero cuyas historias no me interesaron. Carlos Areces está genial, como casi siempre; y sólo por él merece la pena el visionado. Además, es la primera película del director manchego en la que Antonio Banderas y Penélope Cruz aparecen juntos, si bien en dos pequeños papeles. Aunque adoro a Almodóvar, no puedo poner más de un 5 en la nota.

Si no eres un experto en este director, y no quieres quedar como un inculto, a continuación relaciono sus mejores películas, siempre según mis particulares gustos:

1. Hable con ella. La historia gira alrededor de dos mujeres ingresadas en un hospital en estado de coma. Impresionante drama, en el que el espectador se siente removido por dentro, sobrecogido, a veces incómodo por empatizar con un personaje como el Benigno que borda Javier Cámara. Para mi gusto es la película más cuidada del genio de Calzada de Calatrava. Oscar al mejor guión original.

2. Todo sobre mi madre. Una mujer pierde a su hijo adolescente en un accidente; a partir de ahí se refugia en la amistad de varias mujeres. Parece mentira que una película sobre travestidos, monjas embarazadas y demás fauna marginal que suele poblar el cine de Almodóvar alcance el corazón del espectador de esta manera. Para muchos es su mejor película. Debe mucho a La casa de Bernarda Alba o Eva al desnudo. Gran historia sobre sufrimiento y amistad femenina. Oscar a la mejor película extranjera. 

3. Volver. Un ama de casa valiente y decidida, trata de salir adelante tras un trágico suceso. Drama y comedia , suspense y fantasmas, se entremezclan en una obra localista pero universal, como casi todas las películas de Almodóvar. Penélope Cruz se convierte en actriz, flanqueada por las excelsas Carmen Maura y Blanca Portillo. El sentimiento materno vuelve a aparecer como motor de la vida.

4. La piel que habito. Un cirujano plástico vive obsesionado con la pérdida de su esposa. La película técnicamente más perfecta de Almodóvar, con una fotografía y una música impresionantes, se adentra en terrenos escabrosos. Me encanta sentirme incómodo y escandalizado ante una obra audiovisual. Tiene el pero de los personajes secundarios, poco convincentes (Roberto Álamo está desaprovechado), y el pro de Banderas y Anaya, muy bien.

5. Mujeres al borde de un ataque de nervios. Una mujer intenta averiguar por qué su amante la ha dejado, mientras en su casa se suceden una serie de inopinadas peripecias. Este es el film con el que este gran director se dio a conocer internacionalmente ya que constituye su primera nominación al Oscar. Comedia de enredo magistralmente filmada, con los colores chillones que le han hecho famoso en el mundo. Divertidos gags mezclados con el melodrama. Te reirás y disfrutarás aunque no te enteres muy bien de la trama. La película en la que Almodóvar y Maura se pelearon.

6. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Un ama de casa de un barrio humilde trata de sacar adelante una familia disfuncional. En mi opinión esta es la primera película seria de Almodóvar, y donde están las claves de sus posteriores films. Mantiene la comicidad, pero mezclada con la tragedia y el melodrama. No cae en la estilización de sus posteriores trabajos, filmando a la manera neorrealista. El guión es  genial, apoyado como tantas veces en la ya mítica Carmen Maura.

7. La mala educación. Dos compañeros que pasaron su infancia en un internado católico en la época franquista, se reencuentran años después. Película atípica de Almodóvar en varios aspectos. No aparecen mujeres en los principales papeles, y no hay apenas guiños cómicos al absurdo. El enrevesado guión, en el que se entremezclan el pasado y el presente, la realidad y la ficción te obliga a permanecer muy atento, porque si no aprecias ciertos detalles puedes llegar a perderte y aburrirte. Para espectadores exigentes.

martes, 16 de agosto de 2011

E.T. y Los Goonies


Se acerca el estreno de Super 8, y ya se ha comparado a esta película con E.T. y Los Goonies. Por eso me atrevo a realizar mi críticas de dos clásicos que todo el mundo debería ver, porque han influido notablemente en la vida de muchos de los que hoy tienen entre treinta y cuarenta años.

La primera de ellas me recuerda siempre la primera vez que uno de mis hijos la vio. Él tendría por aquella época menos de siete años. Y estuvo llorando desconsoladamente un buen rato tras su visionado. En ella Spielberg utiliza sutilmente los trucos que tan bien conoce para tocarnos la fibra sensible. Y además se lo agradecemos.

Es una película para niños, no cabe duda. Pero los adultos la pueden disfrutar igualmente, y por dos horas volver a aquél tiempo en el que cualquier cosa era posible. A pesar de las trampillas para hacernos llorar, excelente. Notita de 8.

Los Goonies es también una película para niños. Es obligatorio su visionado si se quieren comprender determinados chistes que aparecen constantemente en series de televisión actuales. Resulta que quienes guionizan las nuevas series de televisión crecieron viendo los Goonies, y muchos de ellos adoran esa película. No es mi caso. Vi la película ya adulto y me pareció un mero entretenimiento para niños.

Resulta curioso, sin embargo, cómo la película conecta con el imaginario de los niños que se sienten aventureros. A este respecto les relataré que, sobre el año 1972 (doce años antes de esta película), un amigo mío, que rondaba los doce años, y que conocía mi afición a la lectura, me dejó leer un relato que había escrito. En él estaba la esencia de la aventura de Los Goonies, una pandilla de muchachos que viajaban por grutas subterráneas en busca de un tesoro escondido. Supongo que muchos niños de la época soñaban con este tipo de aventuras y por eso el film conectó con ellos. Sin embargo, no creo que los adultos la aprecien. Nota de 7.

viernes, 7 de noviembre de 2008

La voz en off

Ya tenemos presidente del mundo. Y viéndolo estos días me pregunto qué habrá tras los discursos. Me gustaría ver qué hay tras las grandes palabras y las buenas intenciones, estar en la cabeza de Obama, y saber lo que piensa realmente.

Esa es la ventaja de las películas. Ayer visioné dos películas muy distintas, pero que usaban el recurso de la voz en off para dar a conocer al espectador lo que los protagonistas pensaban. El cine no es la vida. No lo será nunca. Quien diga lo contrario es un iluso. El cine es una estilización aproximada de algunos fragmentos de la vida de personajes que tampoco son personas. Ni se les parecen. Pero el cine nos puede servir para entender un poco mejor la vida. En la vida real nunca oímos los pensamientos íntimos de nuestros congéneres. Dios quiera que nunca los tengamos que oír. Si eso sucediera, sabríamos más de lo que necesitamos. No es bueno saber demasiado. Cuántos han muerto en los westerns por ese motivo.

Pero vayamos a las películas. He decidido poner nota a partir de ahora a las películas que vea. No es que me crea capaz de calificar ni de juzgar a nadie. La nota sólo servirá para que se conozca cuánto me ha gustado la película, si es que a alguien le interesa. Suponiendo que la perfección no existe, daremos a El Padrino un 9, y de ahí bajaremos hacia el resto.

La primera película que vi fue La Búsqueda, de Zhang Yimou, cuyo subtítulo es Cabalgando en solitario miles de millas, que se supone es el nombre de una ópera tradicional china. Es una de las típicas historias de Yimou, que yo llamo de "cabezonería personal", en las que un personaje se empeña en conseguir un objetivo, superando todos los obstáculos que le salen al encuentro. Me recuerda en eso a Una mujer china o Ni uno menos. Pero en este caso, el protagonista no es una mujer china, sino un japonés maduro, que quiere reconciliarse con su hijo. El majestuoso Ken Takakura interpreta al personaje principal. Y podemos escuchar sus sentimientos en diversos momentos críticos, que nos revelan la evolución de su personaje. La nota: 7,5.

La otra película se llamó en España Diario de un ejecutivo agresivo, nombre absurdo donde los haya, porque remite a una supuesta comedieta intrascendente. Sin embargo, la película tiene algo más, un poso amargo, que te incomoda en algunos momentos. El acercamiento psicológico a los personajes es acertado. Y sorprendentemente Ben Affleck está comedido y creíble. Suaviza algo ciertos toques cómicos, que no son lo más divertido de la película, en mi opinión. La voz en off es la del protagonista, que escribe un diario en el que anota sus pensamientos y frustraciones. Le pondremos un 5,5.

Pero en la gran mayoría de las películas, las voces en off no revelan los pensamientos de personas reales, que, creo yo, son mucho más oscuros y terribles en la vida real. Pensemos en ello, sin voz en off, por favor.