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martes, 23 de enero de 2018

En la casa

¿Cuánto tiempo llevamos en la casa? Una semana, quizás diez días. He perdido la cuenta, aunque intenté hacer una marca en la pared de mi cuarto cada vez que despertaba. Pero no podemos abrir las ventanas y, aunque las abriéramos, no sé si sabría distinguir la noche del día. El frío es tan intenso que la cara de María se mantiene fresca y lozana. Cada vez que paso por la puerta de su habitación la veo ahí, sentadita, y parece que me va a saludar.

La rutina es la misma todos los días. Nos levantamos, comprobamos que siguen ahí fuera, intentamos encontrar algo de comida por todos los rincones, chuperreteamos las bolsas vacías, bebemos agua de las estalactitas que cuelgan del techo del bajocubierta y nos sentamos a esperar. Ya no nos apetecen los naipes, porque los juegos para tres no son divertidos, así que sesteamos durante casi todo el día o hablamos en susurros sobre imposibles planes de futuro.

Deben de haber pasado veinte días y el hambre es insoportable, así que decidimos comernos la parte que dejaron de María. El primer día le toca a Hans hacer los filetitos. Hemos calculado que podemos aguantar tres meses así. Después, si no se han marchado, nos jugaremos al póquer quién muere primero (yo prefiero que sea Hans, que todavía tiene algo de grasa en el cuerpo).

Vale, ya me he hartado. No ha sido tan adrenalínico como prometían. Más bien un poco aburrido. Como tengo más hambre que el perro del afilador, salgo de la casa y pasaré los dos últimos días de vacaciones entre la piscina y el bufet libre del hotel.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Siete películas que ves siempre que las ponen

Hay algunas películas que se pueden ver cientos de veces. No tienen que ser obras maestras, incluso algunas no son muy buenas. Pero las conoces de memoria y te atrapan siempre que pones un canal en la tele y la están echando. En mi caso son casi siempre comedias de hace algunos años, y que pueden ser musicales, románticas o con algún toque de ciencia ficción. En esta lista no están los grandes clásicos por todos reconocidos, sino otras películas que veo siempre aunque me sienta un poco culpable.

1. Grease. Musical de 1978, ambientado en los años 50, sobre un grupo de estudiantes de último curso en un instituto. Qué importa que la media de edad de los actores que interpretan a colegiales sea de 28 años, o que la trama no tenga a veces ningún sentido. Parafraseando a Amy Farrah Fowler, es maravillosa desde el primer doo doo wap al último shooby shooby do yah.

2. Regreso al futuro. Producción de 1985, escrita y dirigida por Robert Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox. Las aventuras de Marty McFly viajando hacia delante y hacia atrás en el tiempo para solucionar los problemas de sus padres y de sus hijos no te pueden dejar indiferente. Un gran director y la multitud de grandes chistes que la trama permite crear la convierten en una obra maestra del género de la ciencia ficción. Su continuación es igualmente magnífica, aunque la tercera parte baja un poco. Además, como el guión es tan enrevesado, cada vez que la ves te sorprende.

3. Desafío total (1990). Basada en un relato del gran escritor de ciencia ficción Philip K. Dick, y dirigida por Paul Verhoeven, quien sabe dotar de buenas dosis de humor y violencia gratuita a sus películas. Narra unas vacaciones algo especiales del obrero Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger). Como en otros relatos de Dick, la manipulación de los recuerdos es el motor de la acción. Los efectos especiales fueron pioneros en su momento, aunque ahora nos parezcan algo ridículos. Pero sigue manteniendo ese encanto algo kitsch que tanto aprecio.

4. Atrapado en el tiempo (1993). Un clásico que ha entrado en el imaginario popular. Ya se alude en España a una situación que se repite varias veces como "El día de la marmota". Y es que esta es una película más compleja de lo que parece, en la que el género fantástico se combina con lo cotidiano. Notable sentido del ritmo y un Bill Murray que comenzaba a darse cuenta de que, en la interpretación cinematográfica, menos es más. Además, vas descubriendo pequeños detalles con los distintos visionados, lo que hace que siempre apetezca verla.

5. Hombres de negro (1997). "Vale, juego, porque aquí se está cociendo algo del futuro y eso a mí me mola", le dice el policía James Edwards (Will Smith), al agente K (Tommy Lee Jones) en el ascensor que los lleva a la sede de los MIB. A muchos nos molan las cosas del futuro, y más si llevan trepidantes aventuras aparejadas. La primera película te sorprende. La segunda es algo más desganada, pero la tercera (2012) me pareció estupenda, y es que los viajes en el tiempo son mi debilidad.

6. Notting Hill (1999). Otra frase para la historia, mil veces pariodiada. Esta vez la pondré en inglés, que suena mejor: "I am just a girl in front of a boy asking him to love her". Puede que a muchos os parezca una moñada, pero nunca me canso de ver la carrera hacia el hotel, ni la sonrisa de Anna Scott (Julia Roberts) cuando William Thucker (Hugh Grant) le formula la pregunta final como reportero de la revista "Caballo y sabueso" (Horse & hound). Mi comedia romántica favorita de los últimos 30 años.

7. School of rock (2004). Una película más reciente, pero que se ve con facilidad, sobre todo si eres aficionado al rock. Las aventuras de un roquero fracasado, encarnado por Jack Black, cuando se cuela como profesor en un colegio y se dedica a formar un grupo con sus alumnos para asistir a un concurso de bandas de rock and roll. La música es estupenda, y a pesar de que el guión es previsible, tiene buenos momentos. Hay que verla en versión original, porque el doblaje del protagonista, realizado por el cantante Dani Martín, deja bastante que desear.