Mostrando entradas con la etiqueta Toro Salvaje. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Toro Salvaje. Mostrar todas las entradas

jueves, 17 de enero de 2019

Las siete mejores películas biográficas

Desde pequeño he visto muchas películas, también biográficas, o biopics, como ahora se llaman, que suelen tener enseñanzas e historias de superación muy apropiadas para los jóvenes. Tras ver Bohemian Rapsody, he comenzado a recordar la ingente cantidad de películas biográficas que me han gustado, como El expreso de medianoche, Mar adentro, Serpico, The Doors, El escándalo de Larry Flint, Alí, Patton, Papillon, Bonnie and Clyde, En el nombre del padre, Diarios de motocicleta, Ray, Sonrisas y Lágrimas, Erin Brokovich, Dos hombres y un destino, Gandhi, Ed Wood, En la cuerda floja, Casino, El pianista, Atrápame si puedes, Uno de los nuestros, Braveheart o La Lista de Schindler. Por eso me ha costado tanto elegir siete historias reales (o basadas en personajes que pudieron existir):

1. Espartaco (1960) (Stanley Kubrick). La historia del esclavo de los romanos que lideró una revolución es inolvidable, como lo es su protagonista, Kirk Douglas. Una de las cintas de espadas y sandalias más importantes del cine contiene momentos épicos, como la lucha de Espartaco con su compañero en la escuela de gladiadores, que da inicio a la revolución, o aquella escena en la que todos los esclavos dicen "Yo soy Espartaco". La afilada pluma de Dalton Trumbo también escribió secuencias íntimas, pero memorables, como el baño de las ostras y los caracoles. Nota de 8.

2. Lawrence de Arabia (1962) (David Lean). Un clásico deslumbrante que coloca a un hombre con un alma atormentada en vastos paisajes de grandeza infinita. A pesar de su larguísima duración no se hace pesada, pues te va llevando a través de la emocionante peripecia vital de este soldado que recibió la llamada del desierto. Peter O'Toole compone un difícil papel sin caer en la tentación del exceso. Para mí tiene algunos peros, como su poco rigor histórico o que es un campo de nabos, porque las mujeres de la época estaban en casa esperando a los guerreros. Sin embargo aquí están Omar Sharif, Anthony Quinn, Alec Guinness, Claude Rains, Arthur Kennedy, Fernando Sancho o José Ferrer. Y qué me dicen de la banda sonora. Notaza de 8.

3. El hombre elefante (1980) (David Lynch). "Soy un ser humano", manifiesta John Merrick ante la multitud que lo acosa. Una sentimental película que tiene poco que ver con la mayoría del cine de Lynch, intentando aquí reflexionar sobre la vida de aquellos que son diferentes. Rodada en un clásico blanco y negro, contrapone el egoísmo de la sociedad, incluido el doctor Treves, que salva a Merrick, frente a la humanidad y gentileza del monstruo, interpretado por John Hurt con maestría. Un 8.

4. Toro salvaje (1980) (Martin Scorsese). Aunque creo que está algo sobrevalorada por la crítica, es esta una muy notable película, cuidada hasta el extremo, empezando por el guión, en la que parece que puedes tocar el alma de los personajes. Aunque la realización y el montaje de los combates de boxeo son excelsos, me interesan más los combates en la casa de Jake LaMotta, que dicen mucho sobre la condición humana. Sobresale la actuación del señor De Niro, aunque no por su exceso de peso. Yo también soy capaz de engordar tanto y no ganaré nunca el Óscar. Nota de 8.

5. Amadeus (1984) (Milos Forman). La fantasía sobre la leyenda que rodeó la muerte de Mozart es un magnífico entretenimiento, a pesar de que se aparte de la realidad. En la época de su estreno, esta vistosa producción fue muy aclamada por la crítica, pero también por nosotros, el público. Aparte de recrear la época, contiene una reflexión sobre el hombre y su relación con Dios que me parece muy interesante, además de retratar muy bien la admiración y envidia que Salieri siente por el genio de Salzburgo, aunque en realidad no parece que fuera así. Nota de 7,5.

6. Man on the moon (1999) (Milos Forman). Acercamiento reverencial a la vida del mítico cómico Andy Kaufman, que llevó los límites de la comedia un poquito más allá. Un espectacular Jim Carrey, dirigido en el inconfundible estilo sin estilo Forman, sube un peldaño en su carrera actoral al ofrecernos una visión más o menos fiel de las barrabasadas de Kaufman y de sus personajes, incluido el legendario Tony Clifton. Es intensa, sentimental, pero también provocadora. Un 7.

7. Mi nombre es Harvey Milk (2008) (Gus Van Sant). Un oscarizado Sean Penn brilla, como siempre, en la historia del primer político abiertamente gay elegido en los Estados Unidos, concretamente en San Francisco. A pesar de ser un biopic bastante convencional en su planteamiento, dedicado a ensalzar la figura de Milk, su vida es tan interesante que te deja con la carne de gallina, sobre todo por su muy bien resuelto final. Si bien trata sobre política, el espectador se enterará bien de la trama de esta cinta que, aunque mueve multitudes, también atiende al detalle en las difíciles relaciones sentimentales del protagonista. Mi nota es de 7.

martes, 28 de noviembre de 2017

Las siete mejores películas de boxeo

Uno de mis subgéneros favoritos de siempre ha sido el de las películas de boxeo. El sudor, el humo, las pistolas, los amaños, la mafia, además de la épica, consiguieron engancharme. Ahora, sin embargo, me estoy volviendo blando y la mayoría de estas cintas me parecen demasiado brutales y sangrientas. Por eso, entre mis siete favoritas encontrarás muchas películas en blanco y negro y con una visión un tanto naif del deporte de las doce cuerdas. Si queréis, podéis leerlo escuchando la canción "The Boxer", de Simon & Garfunkel. Así, conseguiréis ese regusto crepuscular que te dejan en el corazón casi todas las películas de boxeadores.

1. El ídolo de barro (Champion) (1949). Para mí es la película fundacional del género de boxeo y mafia. Consagró al director Mark Robson y sería copiada (homenajeada) en miles de títulos posteriores, incluso por él mismo. Kirk Douglas retrata, en una actuación con pocos matices, pero eficaz, cómo la ambición desmedida puede destruir al hombre. Aquí encarna a un boxeador que, influido por sus traumas de infancia, abandona a sus amigos y familia por perseguir un sueño que resultará hueco y miserable, pues el dinero, el lujo y las mujeres fatales no llenarán su vacío existencial. Nota de 7,5.

2. Más dura será la caída (The Harder They Fall) (1956). El testamento cinematográfico de Humphrey Bogart quedó en esta película, también de Mark Robson, que nos enseña el mundillo de ratas que casi siempre rodea al boxeo y trata el tema poco frecuente de las secuelas que las peleas dejan en los púgiles. Aquí, la víctima de un desalmado mánager, interpretado por el siempre eficaz Rod Steiger, es el torpón "Toro Moreno" (Mike Lane). Pero no os preocupéis, muchachos, el periodista al que da vida Bogart reconocerá sus errores y la justicia quizás triunfe. Nota de 7,5.

3. Marcado por el odio (Somebody Up There Likes Me) (1956). Biografía del boxeador Rocky Graziano, quien, saliendo de los bajos fondos, alcanzó el éxito gracias al boxeo. Aunque un tanto edulcorada, al estilo de Robert Wise, merece la pena la interpretación de Newman, quien consiguió el papel gracias a la muerte de James Dean. Se pasa en un suspiro, gracias al ritmo trepidante, tan del cine clásico de acción. Sí, es un poco buenista y patriotera pero, ¡está tan bien hecha!. Nota de 7,5.

4. Rocky (1976). El sueño del héroe americano hecho realidad en esta película que tiene momentos que han quedado para la historia del cine, como las escaleras o el grito final. Un hombre mediocre debe aprovechar la oportunidad que pasa por delante de cada persona una única vez en la vida. La ví con catorce o quince años y Stallone me pareció lo mejor. Si la ves de mayor te das cuenta de los truquitos, que ya se usaban en el cine desde los años treinta, pero aun así sigue siendo una película entretenida y casi siempre honesta. Nota de 7.

5. Toro Salvaje (Raging Bull) (1980). Aunque no me parece la mejor película de Scorsese, hay que reconocer que es una obra maestra. Primero, la decisión del blanco y negro para darle un aire clásico. Después, ese Robert De Niro cuando le gustaba su trabajo y era el mejor haciéndolo. El guion, que nos lleva a lo más oscuro de la condición humana. Y finalmente, la forma de rodar los combates, hasta ese momento nunca vista, que te mete de lleno en el casi irrespirable ambiente. No os cuento más. Hay que verla. Un 8.

6. The Boxer (1997). La única película no americana de la lista es este complejo film irlandés ambientado en la época del IRA. Daniel Day-Lewis (que en otras películas está demasiado intenso), Emily Watson y el legendario Brian Cox dan lustre a una historia dramática de personajes con pocas oportunidades en un ambiente opresor. La película mantiene un carácter nublado y agobiante, en una tierra donde casi nunca luce el sol. Nota de 7.

7. Million Dollar Baby (2004). Clint Eastwood es uno de los últimos maestros del cine clásico. Clásica en lo formal es esta intimista y sombría película, con un gran guion, que trata temas no tan clásicos, como las creencias personales. No sé si habrá alguien en el mundo que no la haya visto pero, por si acaso, es mejor no contar nada más. Merecería la pena únicamente por los tres protagonistas. Un 8.