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martes, 4 de julio de 2017

Siete virtudes de los milenials

Desde 1953 se ha atribuido falsamente a Sócrates una sentencia parecida a la siguiente: “Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian la autoridad. Son unos tiranos. Contradicen a sus padres, devoran su comida, y le faltan al respeto a sus maestros”.

Pero el filósofo griego podría haberla dicho perfectamente, porque estaba preocupado por la juventud de la época. Sí parece que dijo esta otra frase: "Lo que mejor sienta a la juventud es la modestia, el pudor, el amor a la templanza, y la justicia. Tales son las virtudes que deben formar su carácter", que podría ser verdadera o no, pues Sócrates no dejó nada escrito y su enseñanza aparece en las obras de sus discípulos.

Bueno, el caso es que, desde la Grecia antigua, los mayores han estado preocupados por las generaciones jóvenes, a las que muchas veces han achacado que no conservan los valores que ellos tuvieron en su juventud. Esto pasa hoy con los milenials, la generación nacida entre 1981 y 1995 (más o menos), a la que algunos mayores algo retrógrados atribuyen gran parte de los males de la sociedad del primer mundo. En mi opinión es una generación como tantas otras, con grandes individuos y otros mediocres. Pero, generalizando, podríamos atribuirles ciertas virtudes que los hacen diferentes de sus predecesores:

1. Los milenials son creativos. Por eso, los pongas donde los pongas, van a aportar siempre algo. Cuando los tienes de alumnos, te exigirán algo más como profesor que las generaciones anteriores, porque tú no eres la única fuente que consultan. Debes explicarles el quién, el cómo, el cuándo, el dónde, pero sobre todo el porqué. No les da vergüenza demostrar sus conocimientos, no temen al ridículo, por eso siempre están deseando experimentar, aunque eso los lleve al fracaso. Además, quieren elegir su trabajo y no que el trabajo los elija a ellos, y son capaces de renunciar a un empleo que no valore su creatividad, pues no conciben el empleo como una vía para obtener una recompensa material, sino como el camino para la realización profesional.

2. Los milenials son polifacéticos. Han crecido con el concepto de multitarea. Pueden pasarse la mitad del día haciendo varias cosas a la vez, por eso son muy buenos para el trabajo en equipo. Hay gente que opina que son vagos, pero los que yo conozco trabajan fuerte y siempre en pos de un objetivo. Pueden ser, por ejemplo, trabajadores tecnológicos y artistas plásticos o músicos a la vez, sin que ello suponga una ruptura de su personalidad. Están acostumbrados a los cambios, por lo que, cuando estos se producen, en lugar de sentarse a llorar, son capaces de buscar nuevas oportunidades.

3. Los milenials son sociables. Las redes sociales no son para ellos únicamente un medio de comunicación, sino una parte muy importante de su vida. En ellas consultan, comparten y comentan. Las redes sociales los afectan emocionalmente. Deben ser sociables porque no se quieren perder nada, y a veces necesitan estar en varios sitios a la vez. La tecnología se lo permite. Pero los milenials también se ven con sus amigos en persona. Y les es más fácil mantener la amistad sin perder el contacto, gracias a internet y las redes sociales.

4. Los milenials son nativos digitales. Internet ya estaba cuando ellos empezaron a ser conscientes de sí mismos. No les da miedo y manejan y comprenden la nueva tecnología como los más mayores manejábamos la radio o la televisión. Hablando de televisión, ya no los encontrarás mirando qué echan ese día. Verán los programas cuando ellos quieran, y a la vez tendrán el teléfono cerca para ir comentando lo que están viendo. El teléfono es una extensión más de su cuerpo. Dormirán con él y a él acudirán para casi todo.

5. Los milenials son autosuficientes y quieren ser protagonistas en su vida social y laboral. A pesar de saber trabajar bien en equipo, cada uno de ellos tiene intención de cambiar el mundo. Si su trabajo no les ofrece esa oportunidad, es probable que empiecen a buscar otro. Se atreven a más cosas que sus padres, y no les importa equivocarse. No necesitan que nadie los dirija para enfrentarse a la vida, porque ellos ya saben. Desde comprarse la ropa hasta invertir en bolsa, sus decisiones las toman con total autonomía.

6. Los milenials son críticos y exigentes. También son flexibles a la hora de cambiar de opinión. Suelen ser personas muy formadas, lo que les hace ser más analíticos. Si una cosa no les gusta, lo dicen abiertamente, sin cortarse un pelo. Y si no les gusta de verdad, no vuelven a probarlo. Valoran mucho los principios éticos. Quizás por eso su descontento con los políticos es muy notable. Aunque no se creen las cosas fácilmente, y suelen contrastar opiniones, se fían mucho de las redes sociales para hacer sus elecciones.

7. Y, por supuesto, los milenials son innovadores. Tienen arraigado el pensamiento de que las cosas pueden cambiar. Son optimistas. Están concienciados con problemas como la desigualdad o el medio ambiente, y piensan que, con la ayuda de las nuevas tecnologías, se podrá cambiar la sociedad. Por eso les gusta trabaja en proyectos innovadores que faciliten el progreso. No les importaría liderar esos proyectos, si se lo permiten. Y si no, lo más probable es que ellos mismos creen sus propios proyectos, no solo empresariales, sino de todo tipo. Quieren aportar algo al mundo. Tengamos en cuenta que ellos lideraron el 15M o la primavera árabe.

miércoles, 29 de abril de 2015

Siete peligros para los adolescentes

La adolescencia es una edad que se suele vivir como conflictiva, por los cambios físicos y psíquicos que se producen durante la misma. El adolescente empieza a caminar solo y además debe ir pensando en su futuro. Se trata de una etapa en la que la persona se encuentra expuesta a ciertos peligros que los adultos son más capaces de evitar. Entre ellos se encuentran los siguientes:

1. Delitos comunes. Los jóvenes están expuestos a los robos y hurtos, muchas veces cometidos por sus iguales. La apropiación indebida de objetos suele ser una primera forma de delincuencia. Normalmente se trata de pequeños hurtos en tiendas, incluso de cierto valor, sin que lleven aparejada violencia física. También puede darse el robo a otros muchachos. Igualmente, pueden realizar actos vandálicos cuando se unen en grupos. Son pocos los que pasan al atraco o al robo de vehículos. Pero si no se ataja puede convertirse en una forma habitual de vida. Por eso, desde la niñez, es muy importante que los padres no permitan ningún tipo de hurto, y que se muestren siempre respetuosos con las normas, como ejemplo para los niños.

2. Abuso emocional o físico por parte de los cuidadores. Me refiero aquí al abuso por parte de los progenitores, de los maestros y de otras figuras de autoridad. Pueden causar en los menores un trastorno por estrés postraumático complejo y extremo. Los efectos de una crianza inadecuada en el desarrollo de personas que están en formación pueden ser muy graves. Y no sólo me refiero a graves sucesos muy traumáticos, sino a otros de baja intensidad, pero cotidianos, que van minando la personalidad en construcción. Hay que tener en cuenta que el maltrato psicológico es muy difícil de detectar.

3. Violencia entre iguales. Podemos incluir en este apartado el abuso escolar y la violencia en el noviazgo. Las burlas, golpes o marginación en el instituto son parte de un alarmante problema social y de salud, relacionado con la aparición de depresión, ansiedad o trastornos alimentarios. La violencia de género se puede presentar desde muy temprano en las parejas de adolescentes. Suele ser más leve que en el matrimonio, pero tiende a incrementarse con el paso del tiempo. Una chica no puede consentir nunca que su novio le diga cómo tiene que vestir, con quién puede salir o cómo debe comportarse. Así empieza todo.

4. Abuso sexual. Este tipo de agresiones se expresan en diferentes formas, desde los insultos y las miradas obscenas hasta los abusos físicos más graves. Los adolescentes pueden ser víctimas de miembros de su pandilla, de sus parejas o de personas adultas. Los varones suelen ser quienes adoptan el rol de agresor. Existe una asociación significativa entre algunas formas de violencia sexual y la depresión, el intento de suicidio y el uso de psicofármacos. La mayor parte de los abusadores son adultos conocidos de los jóvenes, que pueden ser familiares o figuras de autoridad. Resultan muy llamativos los casos que han salido a la luz relacionados con algunos miembros de la Iglesia Católica, pero el peligro se encuentra también en muchos otros sitios.

5. Peligros de la era electrónica. Las redes sociales facilitan la comunicación, pero son muy adictivas, y además pueden provocar otros tipos de adicciones si se usan mal. Los videojuegos también causan adicción, y, en casos extremos, se puede llegar a desarrollar ludopatía. Ciertas opiniones de expertos relacionan el uso de videojuegos violentos con comportamientos agresivos. En internet, los adolescentes pueden acceder a informaciones poco fiables o inapropiadas. También pueden ser víctimas de ciberbullying o de acosadores.

6. Los adolescentes, en la actualidad, tienen un acceso fácil a todo tipo de drogas, por lo que deben tomar la decisión sobre su consumo. Los grupos de socialización, como la familia, la escuela, los amigos y los medios de comunicación son muy importantes en esta fase. Las drogas tienen notables consecuencias en las personas poco formadas, tanto en el momento de su consumo como en el posterior desarrollo de su personalidad. Tabaco, alcohol, inhalantes, marihuana, medicamentos, son las primeras sustancias a las que acceden los más jóvenes.

7. Peligros para la salud. La apariencia física es muy importante para ellos, por eso pueden abusar de ciertos tratamientos estéticos, o usarlos de manera equivocada. Productos antiacné, lacas de uñas, tintes de pelo, tatuajes permanentes o temporales, piercings, pueden resultar dañinos, sobre todo para la piel. Más peligrosa es la anorexia nerviosa, que afecta sobre todo a las chicas y puede tener consecuencias irreparables. Los malos hábitos alimentarios y de ejercicio y las adicciones comienzan en esta edad. La inclinación al suicidio también está muy presente entre determinados jóvenes.