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lunes, 1 de julio de 2019

Siete escritores que permanecieron en España tras la guerra civil

Durante la guerra civil española y tras finalizar la misma, muchos escritores e intelectuales se exiliaron. Sin embargo, algunos autores, a pesar de no comulgar con las ideas fascistas, permanecieron en España. Intentaremos aquí relatar de manera muy breve sus peripecias. Para otro día dejaremos el análisis de sus obras.

1. Jacinto Benavente (1866-1954). El feo adjetivo chaquetero ha sido empleado para describir la ideología política del premio Nobel pues, tras apoyar la dictadura de Primo de Rivera, en 1933 perteneció a la asociación de amigos de la Unión Soviética. Permaneció durante la guerra civil en zona roja, en Madrid y Valencia, donde fue homenajeado repetidamente, envió una carta contra la muerte de García Lorca e incluso estrenó una obra, Santa Rusia. Sin embargo, al acabar la contienda, manifestó que le habían obligado a comulgar con la república bajo amenaza de muerte. Por ello comenzó a escribir obras teatrales de adhesión al nuevo régimen y acudió a manifestaciones de exaltación del franquismo, lo que le congració definitivamente con los nuevos dirigentes que, en un principio, habían censurado sus obras, quizá también por su condición de homosexual.

2. Vicente Aleixandre (1898-1984). Su padre era un hombre de derechas que fue destituido de su empleo en el ferrocarril por adherirse al golpe de estado. Sin embargo, Vicente tenía ideas izquierdistas, que no habían evitado su detención por los republicanos durante veinticuatro horas en 1937. Tampoco las autoridades republicanas le permitieron viajar a Francia para cuidar su frágil salud (le habían extirpado un riñón). Desde entonces optó por el silencio y, alejado de la vida pública, permaneció en su casa de Madrid, desde la que se relacionó con poetas jóvenes y escribió lo mejor de su obra. Nuestro premio Nobel fue proclive a la reconciliación de las dos Españas, manteniendo una actitud de distanciamiento crítico con el régimen franquista, que lo nombró académico de la lengua en 1949.

3. Dámaso Alonso (1898-1990). Al principio de la guerra, el insigne poeta se refugió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, pues temía a las represalias por tener familiares en el bando franquista. Después, y a pesar de colaborar en Valencia con la revista republicana Hora de España, no fue represaliado por el régimen fascista, por lo que pudo acceder a una cátedra en la universidad y ser nombrado académico de la lengua en 1945.

4. Gabriel Celaya (1911-1991). De familia vasca acomodada, Celaya fue combatiente en el bando republicano. Él mismo contaba que, cuando cayó Bilbao, en un acto de cobardía, se arrancó sus insignias de capitán y se presentó ante el enemigo como soldado raso. También confesó que se libró de ser juzgado y fusilado, ya que, cuando fue llevado al campo de concentración de Palencia, el padre de su novia, alto mando militar en el bando sublevado, destruyó su expediente, pero a cambio de que se casara con su hija. El matrimonio sólo duró siete años, durante los que el poeta permaneció como ingeniero en la fábrica de su familia en San Sebastián, hasta que conoció a Amparo Gastón y decidió cambiar su vida.

5. Blas de Otero (1916-1979). El poeta bilbaíno estuvo en ambos bandos durante la guerra, pues participó como sanitario en los batallones vascos pero, tras la toma de Bilbao, cayó prisionero y estuvo en un campo de concentración, desde donde fue enviado a luchar en el frente de Levante con el ejército franquista. Se trata del ejemplo paradigmático de eso que han llamado "exilio interior" pues, a pesar de que se afilió al partido comunista en 1952, siguió viviendo en España, aunque pasó largas temporadas en Francia y Cuba.

6. Antonio Buero Vallejo (1916-2000). El insigne autor teatral fue llamado a filas en 1937 por los republicanos. Cuando fue capturado pasó algún tiempo en un campo de concentración del que fue liberado. Pero en 1939 fue detenido y condenado a muerte por su actividad en el Partido Comunista. Tras conmutarle la pena por 30 años de prisión, salió de la cárcel tras siete años en diversos penales de España. A partir de ahí comienza su aclamada obra dramatúrgica.

7. Gloria Fuertes (1917-1998). Sólo tenía 16 años cuando comenzó la guerra incivil, como ella la llamó, en la que perdió a un novio republicano. La experiencia de la contienda española marcó su carácter pacifista. Para ganarse las habichuelas comenzó a trabajar en el Ministerio de Información y Turismo. Sin embargo, pronto pasó a vivir de la poesía, dedicándose a publicar poemas para niños, pero también poesía adulta, con versos que esquivaban la censura. Abanderada del amor natural, escribió a aquellos que son diferentes, como los homosexuales o los travestidos. No hay que olvidar que su gran amor, desde los años 70, fue una mujer.

domingo, 2 de junio de 2019

Desde el día en que te fuiste (coplas)

Desde el día en que te fuiste
veo tu cara en todos lados,
no sé si es que estoy muy triste
o es que sigo enamorado.

Veo tu cara en los anuncios
que llevan los autobuses.
Tiene tu cara también
la dependienta del súper.

Si voy al cine te veo,
si voy al campo te intuyo,
si voy al centro me cuesta
no verte entre los garrulos.

En las formas de las nubes,
en las piedras de la playa,
y me guiña como tú
una mancha en mi toalla.

Si voy al zoo, los monos
tienen tu cara de susto,
y el culo del elefante
es tu imagen, pero en sucio.

Cuando me acuesto, en la noche,
entre las sombras del cuarto,
veo tu cara dibujada,
la verdad es que estoy harto.

Te veo en las losas del baño
cuando estoy sentado y solo,
y si me levanto y miro
la caca tiene tu rostro.

Desde el día en que te fuiste
veo tu cara en todos lados,
creo que ya no estoy triste,
sino desequilibrado.

lunes, 18 de marzo de 2019

Siete mujeres de la generación del 27

Voy a recordar a algunas de las mujeres que pueden ser encuadradas dentro de la generación del 27, pero que no han sido tan reconocidas como sus coetáneos varones. Es esta una demostración más de la discriminación que ha sufrido el género femenino durante toda la historia. Me gustaría escribir sobre más mujeres pobres pero, en aquella época, era más difícil que enseñaran a una niña pobre a escribir.

1. Lucía Sánchez Saornil (1895-1970). Ya he hablado sobre esta poeta en otra ocasión por su condición de sindicalista. Aunque es anterior a la generación del 27, su trabajo me parece muy interesante. Pasó del modernismo al ultraísmo en su juventud. En esta etapa usó un seudónimo masculino, no se sabe muy bien si para denunciar el heteropatriarcado o por su condición lésbica. Abandonó pronto la poesía para dedicarse al periodismo y a la prosa política y sólo retornó a ella en sus últimos años, cuando escribió poemas de añoranza. Su obra es muy corta, seguramente por su dedicación a la defensa del anarquismo, ya que únicamente se publicó en vida de la autora su Romancero de Mujeres Libres. Compuso el himno de la organización "Mujeres libres", cuya letra dice:
Puño en alto mujeres del mundo
hacia horizontes preñados de luz
por rutas ardientes,
los pies en la tierra
la frente en lo azul.

Afirmando promesas de vida
desafiemos la tradición
modelemos la arcilla caliente
de un mundo que nace del dolor.

¡Qué el pasado se hunda en la nada!
¡qué nos importa el ayer!
Queremos escribir de nuevo
la palabra MUJER.

Puño en alto mujeres del mundo
hacia horizontes preñados de luz,
por rutas ardientes,
adelante, adelante,
de cara a la luz.
2. Rosa Chacel (1898-1994). Descubrí a esta poeta, ensayista y novelista en Barrio de Maravillas, que escribió tras regresar a España de su exilio y que, sinceramente, me pareció un pelín cursi e inocente, pero con una notable y bella prosa. Otros ejemplos de buena literatura fueron sus primeras y orteguianas novelas Estación. Ida y vuelta y Teresa. También Memorias de Leticia Valle, atrevida novela, quizá la más redonda de la autora, sobre una niña demasiado madura y La sinrazón, oscura e intrincada, que parece un intento de obra maestra no conseguido del todo. Aunque su lenguaje es sencillo, no es una escritora para el gran público, pues en sus relatos deja el argumento en un segundo plano, recreándose en los personajes y las descripciones, intentando superar el decimonónico planteamiento, nudo y desenlace. De su breve obra poética os dejaré un soneto incluido en A la orilla de un pozo.
En el infierno había un violoncello
entre el café y el humo de pitillos
y cien aulas con libros amarillos
y nieve y sangre y barro por el suelo.

Pero tú, resguardada por el velo
de tus cristales de lucientes brillos,
pasabas, seria y pura, en los sencillos
compases de tu fe y de tu consuelo.

Algunas veces fuimos, de la mano,
por las venas del bosque y la corneja
cantó melancolía en nuestras almas,

si nos separa el Abrego inhumano,
no llores mi amistad hoy que se aleja,
entrega al viento el talle de tus palmas.
3. Concha Méndez (1898-1986). Formó parte de Las Sinsombrero, un grupo de mujeres que, un día, se quitaron el sombrero para pasear, dejando volar las ideas. Aunque ellas nunca se llamaron a sí mismas de esa manera, sino que las denominó así Tània Balló en su documental de 2015. Además de agitadora cultural de la vanguardia artística de los años 20 y 30, como editora de revistas literarias, Concha Méndez fue escritora de poesía, pasando del popularismo vanguardista de sus primeras obras de los años 20 a una poesía más clásica y personal en los años 30 y 40. En los años 60 y 70 publicó pequeños y alegres poemas religiosos para volver la vista hacia el fin de la existencia en su último libro, Entre el soñar y el vivir. Fue también autora de teatro, sobre todo infantil. Como curiosidad dejaré un pequeño poema de juventud dedicado nada más y nada menos que al automóvil.
Automóvil
Una cantata de bocina.
Gusano de luz por la calle sombría.
Los ojos relucientes bajo la noche fría.
Reptil de la ciudad que raudo se desliza.
4. María Zambrano (1904-1991). Filósofa y escritora, la parte que me parece más interesante de su obra es aquella en la que se preguntó por la relación de la persona con lo divino, mediante un acercamiento fenomenológico, buscando la esencia sagrada que se encuentra dentro del ser humano. La humanidad, en su evolución, ha pasado de la actitud poética, en la que la persona encontraba respuestas para ordenar la realidad, hacia la actitud filosófica, en la que esa persona asume el reto de preguntar en aquellos momentos trágicos en los que los dioses mueren porque no tienen ya respuestas. Desde ese vacío Nietzschiano, Zambrano propone la razón poética, distinta de la razón vital de Ortega o la razón pura de Kant. Volver al origen, al momento sagrado puro en el que se inicia el proceso de autocreación de la persona como ser, ya no conceptual, sino histórico, humanizando así el racionalismo. Su ensayo El hombre y lo divino podría ser una buena manera de introducirse en la filosofía de la ensayista malagueña. De esa obra es el texto que a continuación reproduzco:
Dios puede morir; podemos matarlo… mas solo en nosotros, haciéndolo descender a nuestro infierno, a esas entrañas donde el amor germina; donde toda destrucción se vuelve en ansia de creación. Donde el amor padece la necesidad de engendrar y toda la sustancia acumulada se convierte en semilla. Nuestro infierno creador.
5. Ernestina de Champourcín (1905-1999). Otra poeta incluida entre las Sinsombrero. Sus primeras obran pasan de un modernismo simbolista y romántico, al estilo de Juan Ramón Jiménez (su mentor) a un tono íntimo y erótico, con toques surrealistas. Su estilo se tornaría casi místico, casi barroco, en sus obras de exilio. Cuando regresa a España en los años setenta del siglo XX surge su obra más nostálgica, personal y profunda. La poesía de de Champourcín es cantarina, rítmica y de fácil lectura, empleando las metáforas con precisión de cirujano. De su última época os dejo un poema incluido en Primer exilio.
¡Si derribas el muro
qué gozo en todas partes!
¡Qué lazo de palabras
se sentirá en la tierra!
Y todo será nuevo,
como recién nacido...
Si derribas el muro
de todas las mentiras
¡Qué júbilo de amor
abierto sobre el mundo!
¡Qué horizonte sin nubes
en la curva del cielo!
6. Josefina de la Torre (1907-2002). Nuestra tercera sinsombrero era canaria y escatriz (escritora, cantante y actriz). Trabajó con éxito como cantante lírica, compositora de canciones, actriz de teatro, cine, televisión, doblaje y radio, ayudante de dirección o guionista. Publicó algunas novelas y varios libros de poemas, la parte más interesante de su corta obra. En los dos primeros, Versos y estampas y Poemas de la isla, recuerda su Las Palmas natal, en un estilo naturalista el primero y más abstracto y surrealista el segundo. Su posterior poesía, más madura, en la que alterna lo clásico con lo vanguardista, mantiene un tono íntimo, de añoranza. Dejo aquí un pequeño ejemplo de Poemas de la isla:
Si ha de ser, quiero que sea
de pronto. Cuando yo piense
en horizontes dormidos
y en el mar sobre la playa.
Si ha de ser, que me sorprenda
en mis mejores recuerdos
para hacer de su presencia
un solo signo en el aire.
Dormida no, ni despierta:
si ha de ser, quiero que sea.
7. Carmen Conde (1907-1996). La autora Cartagenera fue una de las voces más claras de la poesía del 27. Si bien comenzó escribiendo al estilo de Juan Ramón, sus poemas amorosos y eróticos son inconfundibles y en ellos encontrarás desde un optimismo sensual en las composiciones de Ansia de gracia hasta el pesimismo cercano a la muerte de La noche oscura del cuerpo. No obstante, en casi toda su obra aflora la pasión por la vida. También escribió novela y teatro para adultos e infantil, aunque su prosa siempre fue muy poética. Consiguió reconocimiento en vida, llegando a ser la primera mujer que se sentó en la Real Academia de la Lengua. Amor es uno de sus poemas más famosos:
Acércate.
Junto a la noche te espero.
Nádame.

Fuentes profundas y frías
avivan mi corriente.

Mira qué puras son mis charcas.
¡Qué gozo el de mi yelo!

martes, 17 de abril de 2018

Pasado indefinido

Emanaba del fondo de tu pecho
un perfume profundo de inocencia,
del mío, solo oía los chirridos
de un corazón despierto a tu belleza.

Corríamos hacia la luz
del atardecer tardío,
pero topamos contra las columnas
que sustentaban la noche.

Aunque dije que el pasado
está sobrevalorado,
no me muevo hacia el futuro
sin cargar con tus reproches.

Ese pasado que existe
porque sigue aquí, presente.
No se lo come la niebla,
está grabado en mi mente.

Acercaste todo el agua a tu molino
convirtiéndome en agua pasada
que ya no puede moverlo.

El puto molino.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Señor Lobo. Soneto al cuarto de hora

Señor lobo, en sus garras confiamos.
Nuestro coche esta aquí bañado en sangre
y dentro encontrará a un negro exangüe,
indíquenos qué hacer o dónde vamos.

Lo primero que haremos es calmarnos,
me encuentro a media hora, estaré antes,
en diez minutos llego, no más tarde,
id preparándoos, cuando llegue empezamos.

Buenos días, soluciono problemas,
café, mantas, jabón, cubo, lejía.
Dadle al coche una friega de las buenas.

Dejad sin restos la tapicería.
Desaparecerán todas las pruebas
sin chuparnos las pollas todavía.

lunes, 17 de abril de 2017

Romance del jurado número 3

Es un hombre hecho a sí mismo,
es un tipo muy viril,
tiene una lavandería,
he's the juror number three.

Es un pequeño empresario,
sigue siempre su camino,
no dialoga, sí pelea,
emplea el miedo y el grito.

A este nadie lo intimida,
siempre listo a discutir,
sabe usar una navaja,
así logra persuadir.

Tiene sólidos principios,
es un gran trabajador,
si Dios empleó siete días,
el habría tardado dos.

Cuando su hijo era pequeño
escapó de una pelea,
a este padre le dolió
y pensó que era una nena.

Cuando el joven tenía quince,
golpeó a su padre en la cara,
desde entonces no se hablan
y eso le duele en el alma.

Piensa que no fue un buen padre,
y su triste frustración
la proyecta en los chavales,
odia a esa generación.

Culpa a los chicos podridos
de los problemas del mundo,
maldice a todos los hijos,
de buen árbol, malos frutos.

El joven negro acusado
es de la edad de su hijo,
Tres ya sabe que es culpable,
no necesita más juicios.

Sin embargo el número ocho
lo considera inocente,
y eso lo saca de quicio
porque es algo que no entiende.

Él querría ser el verdugo
y ocho lo acusa de sádico,
no aguantaba a aquel listillo
¡te mataré! gritó airado.

Ahora se ha quedado solo,
todos hablan de inocencia,
que pandilla de nenazas,
le hacen perder la paciencia.

Finalmente ha claudicado
y acepta que es inocente,
se aviene a ser razonable
y número ocho lo entiende.

Es un hombre hecho a sí mismo,
es un tipo muy viril,
algo ha cambiado en su vida,
he's the juror number three.

lunes, 12 de diciembre de 2016

La dama blanca

Dedicado a Luz Casal

La dama blanca danza a la mañana,
hadas aladas saltan a calmarla,
las altas parras tapan la algarada,
ranas chaparras cantan, hablan, pasan.

Albas lantanas arrastran las caras,
calas naranjas tapan la maraña,
las palmas blancas sacan ramas pardas,
cabras rayadas arrancan la alfalfa.

¡Ah! dama blanca, ganas la batalla
a las calladas garras, a la parca,
alzas las plantas hasta la llanada.

Cada tanda traspasas la baranda,
callas fantasmas, cantan las campanas,
agradas a la algaba tras la casa.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El Padrino. Soneto al cuarto de hora

Me gusta escribir sonetos de una manera rápida. Es un pasatiempo divertido cuando tienes un ratito libre. Yo los llamo sonetos al cuarto de hora, porque decido el tema en un minuto y después dedico un minuto a cada verso. Es obligatorio dedicar un minuto o menos, porque en caso contrario se convierte en una actividad más tediosa y nunca llegas al final. Pero esas son las normas que yo me he inventado, cada cual puede hacerlo a su manera.

No es una actividad para intelectualoides. Sólo hay que aprenderse las reglas de métrica y rima de los sonetos, que son muy sencillas, y tener un boli y un papel. Suele quedar gracioso porque tienes que resolverlo a toda prisa y, casi siempre, de una manera chapucera. Lo mejor, después de terminar, es tirarlos, para que no te condicionen en el futuro.

Por supuesto, el resultado no es ni parecido a lo que Lope de Vega nos enseñó en su famoso soneto de repente. La mayor parte de las veces ni están las sílabas ni las rimas, pero te lo has pasado bien y aprendes a usar las palabras.

Pondré un ejemplo. Aquí el tema es una de las primeras escenas de El Padrino, aquella en que Bonasera, el dueño de la funeraria, visita a Don Vito en su casa el día de la boda de su hija. No sé por qué pero esta escena me tiene obsesionado, sobre todo lo de que te voy a hacer un favor y me debes una.

¿Qué he hecho yo, que poco me respetas?
traicionas la amistad que te he entregado
al venir a pedirme, descarado,
que te vengue, que mi honor comprometa.

Me pides que se empuñen metralletas.
Se hará, pero al cumplirse tu recado
quedarás, por tu parte, endeudado,
al forzar que el desquite acometa.

Esa deuda algún día has de pagarme,
no en dinero, que en actos o favores,
no sé si ahora, luego, pronto o tarde.

Pero ten por seguro que mis hombres
llegarán a tu puerta a llamarte
para que la palabra dada honres.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Llegaron las lluvias. Poema

Llegaron las lluvias
a la casa del padre;
inmorales, torrenciales,
cubrieron el sol de invierno.

La barba de las mazorcas
sobre el hombro del vecino,
arrimada a la cubierta
dejó el alba enardecida.

Las bombas y drones,
en la casa del padre,
torturan la madrugada
sin documentos escritos.

Errores con gran cerebro
firman cartas de peligro,
intimidan y amenazan,
liberando un gran casquillo.

Llovieron arañas
en la casa del padre,
tejiendo leyes que atrapan
a unas moscas ya cazadas.

lunes, 3 de febrero de 2014

Siete poetas españoles

Leer es bueno. Es bueno leer narrativa, ensayo y poesía. La poesía hay que leerla despacito. Como se paladea una buena comida, hay que paladear una buena poesía. Y, si no la entiendes, es que no es buena, o que no está hecha para tí. Pero cuando lees la poesía que te llega, aprendes y amplías tu horizonte vital.

Tras el fallecimiento de Félix Grande, propongo una serie de poetas contemporáneos de él, que pertenecen a la generación del 50, la última cuyos miembros prácticamente no van a escribir nada nuevo, y podemos considerarla ya cerrada. Todos ellos están reputados como clásicos, lo que es una garantía para el lector neófito:

1. José Hierro (1922-2002). La poesía de este joven de la posguerra, que empezó siendo social, se tornó evocativa y existencial. La implacabilidad del tiempo, por ejemplo, se encuentra en muchas de sus obras.

EN SON DE DESPEDIDA

No vine sólo por decirte
(aunque también) que no volveré nunca,
y que nunca podré olvidarte.
...

2. Ángel González (1925-2008). Como muchos de los poetas de su generación, mezcla el intimismo con la poesía social. Pero él usa un lenguaje coloquial y urbano. El amor y el paso del tiempo son una constante en toda su obra.

DONDE PONGO LA VIDA PONGO EL FUEGO

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde pongo la fe, me pongo en juego.
...

3. José Manuel Caballero Bonald (1926-). Un estudioso del lenguaje, que utiliza meticulosamente en su obra, adornada con un barroquismo característico.

SECTA

Me asomo a un mundo numerado y veo
la secta envilecida de los hijos
de quienes ya eran hijos del oprobio.
...

4. José Ángel Valente (1929-2000). Comenzó en la poesía social, pero sus escritos derivaron hacia la mística y el sincretismo. Hay que desmenuzar sus textos con paciencia, pero merece la pena.

ESPEJO

Cuando te veo así, mi cuerpo, tan caído
por todos los rincones más oscuros
del alma, en ti me miro,
igual que en un espejo de infinitas imágenes,
sin acertar cuál de entre ellas
somos más tú y yo que las restantes.
Morir.
Tal vez morir no sea más que esto,
volver suavemente, cuerpo,
el perfil de tu rostro en los espejos
hacia el lado más puro de la sombra.

5. Jaime Gil de Biedma (1929-1990). Otro de los poetas sociales de la generación del 50, Gil de Biedma huía del surrealismo y buscaba la racionalidad a través de un lenguaje coloquial y descarnado.

NO VOLVERÉ A SER JOVEN

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
...

6. Francisca Aguirre (1930-). Poeta apegada a la realidad, sobre la que reflexiona de manera existencial. Su poesía sabe situarse en el momento real y presente, a la vez que se aventura en la introspección.

LAS MANOS

Me ha costado muchísimo educarlas
y no estoy muy segura de haberlo conseguido
porque la mayor parte de las veces
actúan por su cuenta se disparan
es como si tuvieran vida propia.
...

7. Félix Grande (1937-2014). Poeta y flamencólogo, casado con Francisca Aguirre, su poesía reflexiona sobre el lenguaje y el erotismo.

ELOGIO DE LAS BESTIAS

¿Sabías que hay bestias mansas y leales
que cuando pierden su pareja
husmean el viento con hocico furioso
atacan braman reflexionan
se niegan a comer y giran y enloquecen?

sábado, 15 de junio de 2013

Siete estrofas que se pueden aprender de memoria

Recuerdo un día en que al oir el inicio de la sinfonía núm. 40 de Mozart, le comenté lo que estaba sonando a un amigo que no es amante de la música clásica, y el pensó que yo conocía todas las sinfonías del gran Amadeus, cuando sólo soy capaz de distinguir el comienzo de dos o tres.

Este es el efecto que se puede conseguir aprendiéndose ciertos versos de memoria.

Siempre me ha admirado la gente que puede recitar algunos poemas. En las películas americanas de autor, todo el mundo conoce la poesía de T.S. Eliot o Walt Whitman. Como nosotros no queremos hacer un esfuerzo tan grande, aquí os presento pequeñas estrofas que, si te las aprendes, te darán una pátina intelectualoide que puede ser apreciada en ciertos círculos. Pero, sin duda, para lo que sirven es para el propio placer. Leer buena poesía es un ejercicio intelectual que abre la mente y el corazón.

De todas formas, no he elegido nada demasiado profundo ni demasiado moderno. Sólo algunos versos que me tocan por ciertas razones. Seguro que hay poetas actuales que pueden llegarte al alma, pero el verso libre es más difícil de aprender. No obstante, las siguientes estrofas pertenecen a grandes autores.

1. Vida retirada (Fray Luis de León)

!Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido,
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

2. Romance sin título (Lope de Vega)

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

3. Epístola satírica y censoria (Francisco de Quevedo)

No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca, ya la frente,
me representes o silencio o miedo.

4. La desesperación (Atribuído a José de Espronceda)
Este lo aprendí gracias al mítico programa de televisión "La bola de cristal".

Me agradan las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello...
!Qué gozo! !qué ilusión!

5. Retrato (Antonio Machado)

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

6. El remordimiento (Jorge Luis Borges)

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
la sombra de haber sido un desdichado.

7. Poema 15 y Poema 20 (Pablo Neruda)
Como Neruda es el más grande, os invito a aprenderos dos estrofas de sus poemas.

Me gusta cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

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Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "la noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

lunes, 11 de marzo de 2013

Cadena perpetua. Poema

Pretendo escribir mis impresiones sobre determinadas películas, pero de una forma poética. Aquí está la primera;

Es la primera noche la más dura;
desnudo, avergonzado y aturdido,
tras los barrotes
tu existencia ha perdido su sentido.
Sólo te queda el tiempo,
todo el tiempo del mundo, lucubrando.

Mi apariencia es valiente y admirable,
mas mi espíritu es endeble y angustiado.
Simulo aguante,
pero en mi interior acecha
la desesperación que voy tragando.

De nuestra libertad nos despojaron.
Pero tenemos la amistad y estima
que sentimos los unos por los otros;
tan sólo eso nos sirve
para seguir enteros, esperando.

Sobrevivo al abismo con esfuerzo,
intento mantener vivos los sueños.
Hay algo en mi interior
de lo que no podrán apoderarse;
es sólo mío
y me muevo por y para ello.

En prisión impera la injusticia,
la corrupción, el hambre y el sadismo,
la traición, la soledad, la pena,
la brutalidad, la claustrofobia.
Trato de combatirlas
con la esperanza, la superviviencia,
la lealtad, el coraje, la ilusión,
la superación, la confianza.

Es rehabilitación un palabra hueca,
concebida por políticos trajeados.
Pero allí donde algunos alzan muros,
yo me aplico en abrir puertas.

Yo era un hombre cabal y bondadoso,
pero en la cárcel perdí mi identidad,
me he convertido en un rufián.

Tan sólo Mozart me hizo libre,
o beber una cerveza
a las diez de la mañana,
con el sol en la espalda.
Lo notarás cuando te mire.

Me arrastré a la libertad
a través de quinientas yardas de residuos
pero al fin estreché a mi amigo
junto a la orilla del mar.